Banco Sabadell advierte de que las cuotas de la CAM no valen nada
El banco prevé cerrar 300 oficinas, mantener la marca y que la caja vuelva a beneficios en 2012
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La operación de venta de la CAM tenía reservada una sorpresa poco grata para los accionistas de la caja, es decir, para los propietarios de sus cuotas participativas. Estos títulos (lo más parecido a una acción que hay dentro de una caja) no tienen, según Banco Sabadell, ningún valor, ya que la caja ha sido tasada en un euro después de necesitar una recapitalización de 5.249 millones. Esto supone que su valor patrimonial es negativo y que sus accionistas han perdido toda su inversión. Si al pactar la operación con el fondo público de rescate se hubiera considerado que tenían algún valor, Bruselas podría haberlo considerado como ayudas de Estado y lo habría prohibido.
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Otra cosa es que cuando Sabadell se haga cargo definitivamente de la entidad, allá por marzo, crea conveniente pagar de su bolsillo una compensación por estas cuotas (en forma de canje por acciones o cualquier fórmula similar) para impedir que los propietarios de las mismas, que son en general clientes (muchos de ellos de avanzada edad) y empleados, entren en cólera y abandonen la entidad. Sólo así se explica que teniendo un valor cero, como ayer se empeñó en asegurar el presidente del Sabadell, Josep Oliu, estos títulos cotizaran ayer a 1,34 euros, un 6,35% por encima de la sesión anterior. Todas las cuotas participativas están valoradas en 67 millones, con lo que el Sabadell no tendría que hacer un gran desembolso. Y, aunque lo haga, los cuotapartícipes habrán tenido una muy mala experiencia con la CAM, ya que al margen de los dividendos recibidos en estos años habrán perdido mucho dinero desde los más de cinco euros que pagaron por cada título en 2008.
Anualmente, habrá unas sinergias de ahorros e ingresos de 330 millones
Las cuotas participativas será una de las pocas partidas que no cuenten con una garantía en esta operación. El Fondo de Garantía de Depósitos asumirá las pérdidas de una cartera de créditos de la CAM de 24.644 millones de euros, de los que 11.813 millones corresponden a préstamos a promotores; 4.196 millones, a financiación a pymes y autónomos relacionados con el ladrillo; 1.315 millones, a hogares que ya han refinanciado su hipoteca, y otros 360 millones para depreciación de activos. Aunque haya tantos créditos avalados, Sabadell necesitará aumentar capital para que su solvencia pueda soportar la entrada de tantos nuevos riesgos. Las necesidades son inicialmente de 2.100 millones, que cubrirá con el canje de deuda por obligaciones convertibles, pero la intención es hacer a lo largo del próximo año una ampliación de capital adicional de 1.000 millones, como adelantó ayer Público.
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Sabadell calcula que, una vez que esté completada la integración de la CAM (en principio, en marzo), la operación aportará al grupo unas sinergias (ahorros de costes) de entre 300 y 330 millones de euros anuales. Y gracias a ellas y a los saneamientos millonarios que se van a realizar, Sabadell confía en que vuelva a beneficios el próximo año.
Una de las vías para lograr ahorros será el cierre de oficinas. El banco calcula que, de las 2.279 sucursales que tendrá el grupo resultante (1.340 de Sabadell y otras 939 de la CAM), se cerrarán en torno a 300, en función de las duplicidades detectadas entre ambas redes. Los cierres podrán afectar tanto a oficinas de la CAM como a las de Sabadell, aunque el reparto está por determinar: en los cierres de oficinas derivados de la compra del Guipuzcoano, el reparto afectó por igual a ambas entidades.
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Oliu: "La operación es durísima, lo que explica que nadie más haya pujado"
Oliu no quiso adelantar ayer cuántos empleos se perderán con ese plan de cierres, ya que la entidad, dijo, aún no ha hecho "un análisis profundo" de ese aspecto. El presidente de Sabadell sí aclaró que la intención del banco es "mantener" los servicios centrales de la CAM en Alicante (donde trabajan unas 1.000 personas), aunque no especificó si también les afectarán los despidos. En el Guipuzcoano, el personal de esa área se redujo en torno a un 60%.
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Oliu instó a la prensa a "hacer su propio cálculo" en función de la media de empleados por oficina de la CAM, que asciende a unos 5,3 trabajadores (hay 5.000 empleados trabajando en sus sucursales), lo que equivaldría a casi 1.600 despidos, aunque lo más probable es que la cifra de bajas ronde las 800, según las estimaciones que están realizando los sindicatos. Respecto a cómo se llevarán a cabo esas bajas, el director general de operaciones de Sabadell, Miquel Montes (que será quien dirija la CAM), dijo que es "apresurado" hablar de prejubilaciones, aunque aseguró que el proceso, que el banco espera consensuar con los sindicatos, será "poco traumático".
La intención inicial del banco catalán es mantener, aunque sea de forma compartida, la marca CAM porque creen que sigue teniendo mucha fuerza en su región de origen. Lo que no tiene mucho futuro es la obra social porque no habrá vías de financiación.
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Frente a los que afirman que Sabadell ha hecho el agosto en esta compra, Oliu aseguró que es una operación "durísima". Eso explica que nadie más haya pujado.