Este artículo se publicó hace 13 años.
La banca británica se blinda contra la crisis
La medida más destacada (que entrará en vigor a partir de 2015) separa la banca comercial y de inversión
El ministro de Hacienda británico, George Osborne, ratificó hoy en el Parlamento las propuestas de la Comisión Independiente para la Banca (IBC), conocida como Comisión Vickers, para reformar el sector. La medida más destacada (que entrará en vigor a partir de 2015) separa la banca comercial y de inversión.
El objetivo, según Osborne, es "asegurarnos de que nada es demasiado grande para caer", como sucedió con el Royal Bank of Scotland (RBS), rescatado por unos 53.000 millones de euros. Así, se crearán juntas de dirección independientes en la banca de inversión y comercial, que deberán contar con reservas de al menos un 10% de patrimonio neto para afrontar pérdidas.
La reforma supondrá un gasto anual para el sector de entre 3.500 y 8.000 millones de libras (4.000-9.500 millones de euros). Asimismo, el ministro anunció mayores facilidades para cambiar de entidad bancaria a partir de septiembre de 2013.
Por otro lado, el Lloyds Banking Group (rescatado en 2008) anunció la congelación de salarios en 2012 de cerca de 1.000 directivos (un 1% de su plantilla). La medida afecta al consejero delegado, António Horta-Osório, que está en periodo de baja por estrés hasta enero. Desde su llegada en marzo, el precio de la acción ha caído un 60%. Otra de las medidas anunciadas recientemente es el despido de 15.000 de un total de 103.000 trabajadores.
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