Este artículo se publicó hace 15 años.
Baja la alerta por inundaciones en el País Vasco
El nivel de riesgo de inundaciones en el País Vasco se redujo en el martes por la tarde dado que las lluvias remitieron después de la pleamar, que se produjo en torno a las cinco y media.
El Departamento vasco de Interior había activado el Plan Especial de Emergencias contra inundaciones debido a la situación de posible desbordamiento de algunos ríos.
La viceconsejera de Interior, María del Yermo Urkijo, explicó en una rueda de prensa vespertina que los caudales de los ríos iban recuperando sus niveles habituales y que las previsiones meteorológicas anunciaban escasas precipitaciones para las horas siguientes, que serían de cinco litros por metro cuadrado en Vizcaya y de 10 en Guipúzcoa.
El foco de mayor alarma se desplazaba de Vizcaya a Álava, en la cuenca del Zadorra, por el desembalse del pantano de Ulibarri. Allí seguían produciéndose desbordamientos en algunos puntos, por lo que se mantenía el nivel de alarma y de vigilancia extrema mientras el pantano de Ulibarri siga desembalsando agua sobrante, a razón de 30 metros cúbicos por segundo.
Por su parte, la Diputación foral de Vizcaya indicó que se había registrado un descenso del caudal de la cabecera de los ríos, y disminuyó las zonas de alarma y desbordamiento.
Se producen, sin embargo, algunos desbordamientos en puntos del cauce de los ríos Nervión, Asúa y Butrón.
Las carreteras, sobre todo en Vizcaya, fueron un caos durante la mañana, y seguían los cortes por desprendimientos y balsas de agua, con 11 puntos de especial atención.
También el tráfico ferroviario se vio afectado en las líneas de Feve y Renfe y Metro Bilbao, aunque seguía funcionando y con el protocolo de máxima alerta activado.
El Ayuntamiento de Bilbao pidió por la mañana que se retirasen los coches aparcados en los márgenes de la ría, desalojar los colegios y cerrar los comercios del casco viejo.
Interior recomendó a la población mantenerse informado, adoptar medidas de autoprotección, alejarse de los ríos, y tener la precaución de no atravesar una zona inundada, ni a pie ni en coche. Asimismo, conviene alejarse de las zonas bajas de laderas y colinas, por el riesgo de avalanchas de agua, piedras y lodo que pueden producirse en esas áreas.
El temporal que ha afectado a la Península durante el fin de semana, sobre todo a la zona del Cantábrico y Cataluña, ha dejado 11 muertos, entre ellos cuatro niños que fallecieron el sábado al derrumbarse un pabellón deportivo en la localidad barcelonesa de Sant Boi de Llobregat.
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