Bahréin reprime las protestas y declara el estado de emergencia
Cuatro muertos y 300 heridos por la represión policial. Las fuerzas de seguridad han utilizado gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes. Un periodista atacado otra vez
Publicidad
El Gobierno de Bahrein ha declarado el estado de emergencia para tratar de atajar las protestas que desde hace tres días protagonizan grupos de opositores a la dinastía Kalifa. Pocas horas después del desalojo por la fuerza de la plaza de la Perla en Manama, el Consejo de Seguridad Nacional del país se reunió e impuso el estado de emergencia, según recoge Tha Washington Post. La medida pretende, según las autoridades, "despejar a los manifestantes y forzarles a regresar a sus casas".
Publicidad
A primera hora de la mañana la Policía de Bahréin tomó por la fuerza la plaza de la perla, en Manama (capital del país), donde desde hace tres días permanecen acampados grupos opositores a la dinastía Kalifa. La violencia policial ha dejado cuatro muertos y cerca de 300 heridos.
Mientras que la policía rodea la plaza, el Ejército ha desplegado vehículos blindados y ha montado algunas barricadas para impedir a los opositores continuar con sus protestas.
El Ejército bahreiní ha justificado su despliegue en la capital para "preservar la seguridad de los ciudadanos y los residentes" y ha pedido a la población que se abstenga de participar en las concentraciones de protesta. "Han sido tomadas todas las medidas necesarias para mantener la seguridad, el orden público y la estabilidad", asegura la una nota titulada "comunicado número uno".
Publicidad
En su asalto a la plaza de la perla, los antidisturbios cargaron con proyectiles de goma y gases lacrimógenos, pero la cifra de muertos y los testimonios de grupos de gente que estaban en el lugar hablan de fuego real.
"Estábamos durmiendo y empezaron a romper nuestra tienda. Después lanzaron los gases y nos atacaron por todos los lados", dijo Nabeel Ebrahim, una de las personas que tuvo que ser atendida en el hospital Salmaniya por varias contusiones.
Publicidad
En los alrededores del hospital se juntaron unos 2.000 manifestantes que volvieron a ser dispersados por la policía con porras y pelotas de goma. La situación parece cada vez más inflamada en el país, donde la minoría chií protesta por el aislamiento al que les somete la dinastía.
Las primeras reacciones internacionales de condena al desalojo violento de manifestantes no se ha hecho esperar. El ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, condenó hoy enérgicamente la "brutal actuación" de la policía en el emirato de Bahrein a la hora de reprimir las protestas populares.
Publicidad
En una comparecencia pública, el jefe de la diplomacia alemana hizo un llamamiento a las autoridades del país árabe para que finalice inmediatamente la violencia contra los manifestantes. "Solo hacen uso de sus derechos", dijo Westerwelle, quien advirtió a los ciudadanos alemanes contra todo viaje innecesario al emirato y aconsejó a quienes residen allí -entre ellos unos 700 germanos- que eviten las grandes concentraciones.
"Han reaccionado a una protesta legítima empleando la fuerza mortífera"Por su parte, la ministra francesa de Exteriores, Michèle Alliot-Marie, deploró hoy el "uso excesivo de la fuerza" para reprimir manifestaciones en diversos países árabes, en particular en Bahrein, Libia y Yemen, al tiempo que pidió respeto para poder mostrar todas las opiniones.
Publicidad
Amnistía Internacional (AI) condenó hoy a las autoridades de Bahrein por el "desalojo forzoso" de un campamento de manifestantes que protestaban de forma pacífica en el centro de la capital, Manama, en el que han muerto varias muertes.
"Las autoridades de Bahréin han reaccionado de nuevo ante una protesta legítima empleando la fuerza mortífera. Deben terminar su ofensiva continuada sobre los activistas que exigen una reforma", observó en la nota Malcolm Smart, responsable de AI para Oriente Medio y Norte de África.
Publicidad
La UE ha reaccionado como en los anteriores casos de Egipto y Túnez, reclamando al Gobierno que modere su postura contra las manifestaciones. La alta representante, Catherine Ashton, advirtió de que esta situación sólo se soluciona con el diálogo. Por su parte, el presidente del Parlamento, Jerzy Buzek, pidió a las autoridades que aceleren al máximo las reformas.
En los disturbios, un periodista de la cadena de televisión ABC fue atacado. El corresponsal Miguel Márquez, describió alarmado cómo fue el asalto a la plaza: "Acabo de ser atacado por un grupo de matones. Estoy en una plaza cerca de nuestro hotel, donde la gente se esconde con miedo en los edificios. Esta gente no está bromeando... van a despejar la plaza para impedir más protestas el viernes. El Gobierno claramente no quiere que esto aumente".