Aznar reúne a su primer Gobierno en apoyo de Mayor Oreja
No acudió Javier Arenas: estuvo presente en el acto de investidura de José Antonio Griñán
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Después de 13 años, el primer Gobierno de José María Aznar se volvió a reunir ayer en Madrid. Los vicepresidentes y ministros de 1996 no dudaron en acudir a la “invitación personal” de su presidente de honor. Estuvieron todos salvo la fallecida Loyola de Palacio y Javier Arenas, presente en la investidura de José Antonio Griñán como nuevo presidente de la Junta de Andalucía.
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El PP viajó hasta el pasado, con Rajoy al frente. El jefe de la oposición ha visto cómo en los últimos días su antecesor le ha vuelto a desplazar de la primera línea política. Aznar no sólo se ha dedicado a explicar cómo se debe emprender la reforma del mercado laboral sino que ayer se convertía además en el artífice de la imagen de la unión del PP en apoyo al candidato a las europeas, Jaime Mayor Oreja.
Este último incidía en que se trataba de una reunión de “buenos amigos” y que no era un acto de nostalgia sino “un aval de futuro”. Los conservadores no hacían más que presumir de su gestión para probar que se puede salir de la crisis. En cuanto a si Rajoy se podía sentir más o menos desplazado, Mayor insistía en que Aznar era el anfitrión porque era el presidente en aquella época y “Rajoy será el de los futuros Gobiernos”. Pero recalcaba que el acto era “una iniciativa obviamente compartida por ambos”.
Al término, los asistentes coincidieron en señalar que la comida había sido “cordial” y el ambiente “relajado y agradable”. Nada más empezar, Aznar hizo una intervención emotiva destacando el papel histórico que tiene por delante Rajoy para sacar a España de la crisis. Aunque durante el encuentro hubo risas, al rememorar batallitas de otros tiempos, la reunión también se tornó “melancólica” al pensar en “lo que fue aquel Gobierno y lo que es el de hoy”.
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Durante el almuerzo, que duró más de dos horas, salieron varios temas a relucir. El principal, la situación económica. Aznar le hizo varias preguntas a Rodrigo Rato. Y este realizó un exhaustivo análisis. Todos se mostraron “preocupados” por los datos del paro y la falta de reformas estructurales. Pero no fue de lo único
que se habló. También Mayor volvió a referirse a ETA. Y la ofensiva judicial “contra el PP” por el caso Gürtel protagonizó en algunos momentos la conversación. Francisco Álvarez
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Cascos pidió al partido que se querelle “contra todos”. El ex ministro de Fomento cree que es mejor no quedarse de brazos cruzados y reaccionar atacando. Esperanza Aguirre también reconoció su inquietud por este asunto.
Los comensales definieron la cita como “cariñosa” porque sirvió incluso para que algunos que ya están fuera de la política volvieran a verse. Sólo se percibió cierta frialdad entre Aznar y Rajoy; entre el ex presidente y Rato, y entre este último y el actual líder del PP.
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La reacción de los socialistas fue inmediata. La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, afirmó que lo que pretendía Aznar era “reencarnarse” en Mayor para “volver a primera línea de la vida pública”. A su juicio, el PP “mira al pasado” porque “a pesar de que Rajoy habla de un partido nuevo y renovado sigue presentando las políticas que censuraron los ciudadanos y las personas que rechazaron democráticamente hace ahora cinco años”.
Para el candidato del PSOE, Juan Fernando López Aguilar, Aznar convoca “un gobierno en la sombra” y exhibe su “mando en plaza” desautorizando a Rajoy. También la portavoz de Exteriores en el PSOE, Elena Valenciano, censuró la imagen: “Estamos en un nuevo tiempo, en el momento de la era Obama, por lo que no podemos consentir que nos lleven al año 1996”.