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El avión más impuntual del mundo

Solo uno de cada cuatro transbordadores se lanza a su hora. Mañana está previsto el tercer intento de envío del Discovery a la Estación Espacial Internacional

DANIEL MEDIAVILLA

El puente aéreo Tierra-Espacio es el trayecto más exclusivo del planeta, pero también el que más retrasos sufre. Después del desastre del Columbia, el porcentaje de vuelos puntuales de los transbordadores ha caído por debajo del 30%.

En la aviación comercial, las llegadas en hora rondan el 70%. El próximo vuelo hasta la Estación Espacial Internacional (ISS), el del transbordador Discovery, partirá, si nada lo impide, esta madrugada, después de dos intentos fallidos, los pasados 25 y el 26 de agosto. El primer aplazamiento fue culpa del inestable tiempo de Florida; el segundo, de una válvula del tanque de combustible.

La complejidad de los transbordadores justifican en parte la falta de puntualidad en los lanzamientos, pero la NASA cree que la situación es mejorable. De hecho, uno de los objetivos del nuevo sistema de transporte de astronautas que desarrolla la NASA, el sistema Constellation, es lograr que casi el 100% de los lanzamientos se realicen en el día y la hora previstos.

Según un estudio de las bases de datos de la NASA realizado en 2007 por Associated Press, de los 118 lanzamientos de los transbordadores hasta ese momento, 47 habían salido el día previsto. De los retrasos hasta entonces, más de la mitad se habían debido a fallos técnicos.

La puntualidad empeoró a partir del accidente del Columbia en 2003. Entonces, los siete astronautas a bordo del transbordador murieron cuando la nave se desintegró en su regreso a la Tierra. La comisión de investigación determinó que los daños en el sistema de protección térmica de la nave causaron el desastre. Desde entonces, los retrasos alcanzaron el 70%, unas cifras que contrastan con los mejores años del sistema de transbordadores desde el punto de vista de la puntualidad. Entre 1997 y 1998 se produjeron 13 lanzamientos con solo tres retrasos, un 81% de salidas en hora.

Después de 2003, tras los análisis de las causas del accidente del Columbia, los requisitos para considerar un lanzamiento seguro se incrementaron. Sin embargo, en los casi 30 años de historia de los transbordadores, los retrasos por causas técnicas se han reducido progresivamente.

El mejor conocimiento de las máquinas ha permitido que las razones técnicas hayan pasado de causar un 73% de los retrasos en el periodo inicial (81-85), hasta un 38% entre 2000 y 2006. El aumento de la impuntualidad se debe ahora a motivos meteorológicos. La explicación está en que, desde hace años, la función principal de los shuttle es transportar astronautas y cargamentos hasta la ISS. Al tener que encontrarse con otro objeto en órbita, los espacios en los que se puede realizar el lanzamiento se reducen a unos pocos minutos de un día concreto. Un pequeño contratiempo meteorológico puede causar un retraso.

Los aplazamientos suelen producir frustración en los viajeros. Los astronautas, sin embargo, no lo ven así. En varias ocasiones han afirmado que el cambio de fecha de un lanzamiento puede proporcionarles unos días de relajación después de unos meses intensos de preparación para el viaje espacial.

Después de anunciarse la cancelación del vuelo del miércoles, los siete tripulantes del Discovery regresaron al espacio de cuarentena donde permanecerán para evitar llevar enfermedades a la ISS. Mientras tanto, los ingenieros de la NASA tratan de solucionar el problema que surgió con una de las válvulas que regulan la entrada y la salida de hidrógeno líquido en el tanque de combustible.

Los responsables de la agencia espacial estadounidense, que en principio habían fijado el momento de lanzamiento en el viernes por la mañana (hora de Florida), han retrasado unas horas la partida del Discovery para ganar tiempo en la búsqueda del origen del fallo en la válvula. Si no consiguen encontrar la causa a tiempo lo más probable es que se trate de un sensor, habrá otra ventana propicia para el lanzamiento unas horas después.

Los meteorólogos de la NASA vigilan al huracán Danny, que podría impedir la salida del shuttle. Si fuese así, aún quedaría el 30 de agosto. Después, el calendario de lanzamientos de Cabo Cañaveral y la llegada de naves de carga japonesas y rusas a la ISS aplazaría el viaje del Discovery hasta mediados de octubre.

Tras el desastre del Columbia aumentó el porcentaje de retrasos

El programa de transbordadores llega a su fin. El último vuelo de estos aviones espaciales se producirá en 2010. Cuando nacieron, en los 70, se preveía un futuro del vuelo espacial tripulado más brillante. Al final, las expectativas no se cumplieron y el modelo del shuttle resultó demasiado caro y complejo. El nuevo sistema aún tardará en llegar. Cuando lo haga, deberá demostrar que el vuelo espacial puede ser puntual.

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