Arturo Fernández se abastece en 'los chinos' y Carrefour porque no paga a proveedores
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Algunos restaurantes pertenecientes al grupo Arturo Cantoblanco, propiedad de Arturo Fernández, presidente de la CEIM (la patronal madrileña) y de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid, deben recurrir a establecimientos "de chinos" y tiendas de Carrefour Market para abastecerse de mercancías puntuales, según han explicado a Público empleados de la empresa. Los proveedores se niegan a entregar mercancías a los restaurantes "si no se cobra en efectivo y en el acto", agregan trabajadores que conocen esta situción.
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El grupo Arturo Cantoblanco solicitó el pasado 16 de junio acogerse al preconcurso de acreedores para poder seguir con la operativa del negocio, un complejo entramado de restaurantes, concesiones de catering y restauración en decenas de instituciones públicas e incluso tres hoteles. Según los datos aportados por la propia empresa, el grupo gestiona 135 establecimientos diferentes, sirve 30.000 comidas diarias y emplea a 1.880 trabajadores.
Los primeros afectados por la situación que atraviesa el grupo son los trabajadores. Las plantillas de varios restaurantes propiedad del dirigente empresarial llevan tres meses sin cobrar y sin que ningún responsable de la empresa les haya trasladado un compromiso en firme de resarcir la deuda de forma inmediata, agregan los trabajadores consultados por este periódico.
"La situación es insostenible. Ni cobramos ni nos dicen cuándo lo haremos, o nos mienten", denuncian los trabajadores
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"La situación es insostenible. Es un caos total. Ni cobramos, ni nos dicen seriamente cuándo lo haremos; si en algún momento han dicho algo ha sido para mentir con total desfachatez", explica uno de los camareros de un afamado restaurante gestionado por el grupo que dirige Arturo Fernández. Recientemente, el director de operaciones de la compañía, José Carlos Bernal visitó un par de restaurantes en los que anunció: "Ya habéis cobrado, hoy o mañana". "Era mentira, ni ese día ni al siguiente..., ni hasta ahora; y han pasado casi dos meses de eso", agrega otro empleado con años en la empresa de Arturo.
La situación, según diversos empleados, "es angustiosa". A las deudas salariales que acumulan hasta tres mensualidades se añade la incertidumbre en el funcionamiento de varios restaurantres. Los proveedores no sirven si no se les paga. Ya hace tiempo que la central de compras del grupo no garantiza las mercancías para algunos restaurantes. "Sólo llegan los productos si se les paga en mano, con dinero de la caja, y de forma inmendiata. Eso no pasaba antes", agregan fuentes de la plantilla.
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La delicada situación en algunos establecimientos del grupo llega a extremos casi cómicos. "Ante la carencia de suministros hemos tenido que acudir a una tienda de Carrefour Market cercana o incluso a un local de chinos para comprar algunos productos. La semana pasada hubo que ir a por varios litros de leche a un chino cercano. No fue la primera vez", explica otro empleado de un restaurante de referencia en el grupo Arturo Cantoblanco.
Los proveedores de sus restaurantes ya no le sirven"si no se les paga en el acto"
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Según fuentes sindicales de la empresa, el incumplimiento de pagos de nóminas y otros complementos salariales "empezó hace algo más de un año. Desde entonces la situación ha ido deteriorándose hasta llegar a un punto insostenible". La empresa ha declinado ofrecer su versión de la situación económica por la que atraviesa el grupo Arturo Cantoblenco. Ni el citado Bernal ni el director general, Julio Mendoza, han declinado hablar con Público pese a haber recibido reiteradas peticiones.
Tras la solicituid del preconcurso de acreedores fuentes financieras han indicado que la deuda del grupo Arturo Cantoblanco asciende a 16,1 millones de euros, principalmente con cuatro entidades: Banca March, con más de 6,3 millones; Banco de Santanter, otros 2,6 millones; una cifra similar con Bankia y otros 2,1 millones con CaixaBank. Además, Hacienda y la Seguridad Social le reclaman deudas que suman unos 50 millones de euros. Hace un año el grupo anunció una ampliación de capital entre 50 y 70 millones, aunque no se hizo público que mercantiles suscribieron esas cantidades.
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Arturo Fernández, estrechamente vinculado a Esperanza Aguirre, ha tenido contratada como asesora en Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) hasta el pasado mes de marzo a Lourdes Cavero, mujer del presidente de la Comunidad, Ignacio González. Recientemente fue reelegido para seguir al frente de la patronal madrileña con un peculiar proceso electoral que rige entre los empresarios afiliados para designar a su presidente.
En los últimos meses Arturo Fernández ha tenido problemas con la concesión del catering y restauración en diversas instituciones públicas. En enero no renovó el contrato que le vinculaba al Congreso de los Diputados desde hacía más de 20 años y recientemente la Consejería de Sanidad madrileña le ha retirado de forma fulminante el servicio de cafetería y catering en el Hospital Infanta Leonor en Madrid. Una situación similar ha ocurrido con el servicio que prestaba en el Club de Campo de la Villa de Madrid. También ha perdido el emblemático restaurante del Teatro Real madrileño.
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Actualmente, entre otros, mantiene un conflicto laboral con los empleados del servicio de restauración y cafetería que presta en el complejo de Telefónica en Las Tablas, en Madrid. Otro dato significativo del deterioro de los servicios que presta el grupo Arturo Cantoblanco es el cierre en agosto de algunos de los restaurantes más significados como Edelweiss —situado junto al Congreso de los Diputados— o Hispano —en el Paseo de la Castellana de Madrid—. Fuentes del grupo indican que estos dos restaurantes se encuentra en proceso de venta.