Este artículo se publicó hace 16 años.
Un artista urbano anónimo convierte farolas en rotuladores
Un artista urbano anónimo ha aparecido en distintos espacios de la capital alavesa para jugar con la realidad y transformar mobiliario urbano, como farolas y bolardos, en los míticos rotuladores "edding" y en chinchetas donde dejar mensajes a su mamá.
Una pared de un paso subterráneo, una farola o un bolardo colocado en una vía peatonal pueden convertirse en lienzos donde un artista urbano sorprenden al viandante. Eso es lo que ha pasado en Vitoria en la calle Nieves Cano, en la Senda de los Donantes de Sangre y en el Paso subterráneo del Duende.
En este último lugar, hay una pintada desde hace semanas que es vista con humor por quienes atraviesan este paso para dirigirse al centro de la ciudad.
Un lema que sirve de consigna para el sector "abertzale" y que es coreado en cientos de manifestaciones -"jo ta ke"- para expresar una determinación por seguir luchando por conseguir un objetivo, sirve a este artista para hacer un chiste visual y restarle agresividad al mensaje.
Muy cerca de allí, en las inmediaciones del campus de Álava, hay un mensaje para una madre de un hijo que le avisa de que llegará tarde. El contenido de esta nota no es lo que llama la atención si no fuera por el lugar en el que está colgada.
Se trata de un bolardo con forma de chincheta que ha sido pintado de un color verde con una nota amarilla en el suelo en la que se lee el aviso para la madre. "Mamá volveré tarde", reza la nota amarilla pintada en el suelo de una vía peatonal.
Otra de las ocurrencias de este artista anónimo es transformar una farola normal y corriente en un rotulador de una marca muy popular, "edding", con los colores típicos, cuerpo blanco y capuchón negro y verde.
Los lugares escogidos para realizar este juego visual son espacios verdes rodeados de jardines y paseos, por lo que, todavía sorprende más ver un rotulador gigante en medio de un parque.
Las farolas son el elemento preferido por este artista urbano que ha hecho posible que una farola refleje su propia sombra en el suelo sin necesidad de que brille el sol.
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