La ministra peruana de Comercio Exterior, Mercedes Araóz, cree que Perú está protegido frente a una posible recesión en EEUU, tanto por su buena actuación macroeconómica como por los pasos que está dando para diversificar sus mercados.

Precisamente en el segundo aspecto, Araóz ultimó hoy en Davos, con su colega de Canadá, el Tratado de Libre Comercio que ambos países negocian desde julio de 2007.

La ministra, en entrevista con Efe, calificó de "exitoso" el proceso de negociación con Canadá, del que ahora sólo falta "el proceso de revisión legal, plazos, con el deseo de que entre en vigor a principios del año próximo".

"Han sido sólo cuatro rondas y con muchos elementos de cooperación económica, en materia laboral, ambiental, en desarrollo de las Pymes", señaló.

"Canadá también nos ha dado elementos favorables a nuestro sector agroexportador y en el caso de textiles y confecciones nos ha dado una gran apertura", subrayó.

También destacó que este tratado complementa al TLC que Perú tiene con Estados Unidos.

La ministra mantuvo hoy en Davos, donde se celebra el Foro Económico Mundial, diversas reuniones con colegas de otros países, tanto sobre asuntos bilaterales de interés como más generales, en las que se analizó la marcha de las negociaciones de la Ronda de Doha o de Desarrollo.

La reunión de Davos está transcurriendo bajo la sombra de una posible recesión en EEUU por la crisis de las hipotecas subprime, pero Araóz cree que Perú está a salvo.

"Perú tiene buenos fundamentos macroeconómicos, nuestro crecimiento esta basado no sólo en materia especulativa sino en un comportamiento macroeconómico muy serio, y vamos a mantener esa política fiscal y monetaria prudente", dijo.

Y añadió, "por eso buscamos diversificar mercados, para no depender sólo del mercado estadounidense. Nuestras negociaciones son múltiples, estamos trabajando con Canadá, con China, que sabemos que va a seguir liderando los próximos años el crecimiento global, con la Unión Europea, con el EFTA y con los otros países de Latinoamérica".

No obstante, reconoció que "si la crisis lleva a un aumento del precio de los minerales, esto podría afectarnos un poco, detener algo nuestro crecimiento, pero no mucho, dado que hay otra línea de productos que estamos impulsando con fuerza".

Se refirió a que "hay un crecimiento de las inversiones en Perú muy importante. El año pasado ha habido un ingreso de 5.000 millones de dólares en inversiones del sector privado y las perspectivas son positivas para este año".

También dijo que "nos genera un poco de temor la inflexión que se está dando en los precios agrícolas, porque somos importadores de alimentos".

No obstante, destacó que "para este año esperamos un crecimiento cercano al 6 por ciento", y que "hemos tenido una de las inflaciones más bajas de América Latina, del 3,9 por ciento".

Respecto a las conversaciones que mantuvo con colegas de Comercio acerca de la Ronda de Doha, señaló que "hay una voluntad política de todos de acelerar las negociaciones, y esto ahora es una necesidad" especialmente ante la crisis financiera.

Opinó que "este año se podría llegar a un acuerdo si mantenemos el compromiso de los países en avanzar, tanto en agricultura como en productos industriales, y con una agenda complementaria pero clara e integrada en servicios, reglas, propiedad intelectual y otros temas de interés".

La posición de Perú se resume en que "buscamos la apertura de los mercados, que haya reglas claras, que no haya distorsiones en los mercados, sobre todo en el campo agrícola, teniendo en cuenta que somos un país que, si bien estamos creciendo de manera acelerada y hay un proceso de inversión interesante, todavía casi el 50 por ciento de la población vive debajo de la línea de pobreza".

Subrayó especialmente la necesidad de una "apertura de mercados para los productos tropicales y otros alternativos para sustituir a las siembras ilegales, para incorporar a las personas que se dedican a esos cultivos ilegales al mercado y mejorar sus niveles de vida".

Entre los asuntos concretos que interesan a Perú está, en relación a la biodiversidad, "buscar un mandato en el ámbito de la propiedad intelectual donde se incorpore el respeto a los conocimientos genéticos y tradicionales que hay en nuestros países".

"Cuando alguien quiere patentar algo nuevo debe tener claro que si ya existe en nuestros países debe ser reconocido", señaló, y dijo que además, se trata de "actividades productivas en zonas de selvas y bosques, y podemos hacer del desarrollo de estas zonas algo sustentable, para ayudar a reducir los efectos del cambio climático.