Este artículo se publicó hace 11 años.
Un año después del mayor destrozo del Estado de bienestar la economía sigue sin levantar cabeza
El 11 de julio de 2012 el Gobierno anunció un duro ajuste de 65.000 millones de euros. El Ejecutivo dice que aquella decisión salvó a España del rescate, pero desde entonces la recesión se ha agudizado
Un año después de que Mariano Rajoy anunciara el mayor destrozo del Estado de bienestar, con un duro paquete de medidas de ajuste económico que incluyó la subida del IVA al 21%, la reducción de la prestación por desempleo o la eliminación de la paga de Navidad a los funcionarios, la situación económica del país ha empeorado: hay más paro, controlar el déficit público aún es una quimera, los salarios bajan, la prima de riesgo sigue en cotas altas y la recesión sigue pegando duro. Pese a ese lúgubre escenario, el Gobierno considera que ese esfuerzo fue determinante para eludir el rescate —aunque hubo uno a la banca— y está convencido de que ya no serán necesarias decisiones similares.
Fue el 11 de julio de 2012 cuando el presidente del Gobierno compareció ante el pleno del Congreso para informar de los resultados del Consejo Europeo celebrado dos semanas antes y avanzó un nuevo ajuste de 65.000 millones de euros en dos años y medio para hacer frente al déficit. Rajoy anunció entonces el incremento del 18% al 21% del IVA general y del 8% al 10% del reducido, la suspensión de la extra de Navidad a los funcionarios, a los que redujo el número de días de libre disposición, y el recorte del subsidio de desempleo a partir del sexto mes.
También avanzó, entre otras decisiones, la eliminación de la deducción por vivienda para los nuevos compradores a partir de 2013, un recorte de 600 millones en los gastos de los ministerios, y una revisión del baremo y las prestaciones económicas del sistema de dependencia.
"Fueron medidas duras, quizás incomprendidas por gran parte de los ciudadanos, pero absolutamente imprescindibles para hacer frente a la situación que se vivía entonces", señalan fuentes del Gobierno, que recalcan que esas decisiones fueron un hito importante en el camino de la recuperación. De hecho, el Ejecutivo cree que contribuyeron de forma decisiva a evitar el rescate europeo que sobrevolaba por esas fechas en torno a España, que veía cómo su prima de riesgo se disparaba y, pocos días después del anuncio del ajuste, alcanzaba su récord rozando los 650 puntos básicos. En los últimos meses, la prima de riesgo se ha estabilizado en torno a los 300 puntos.
La comparación entre este dato y el de julio del año pasado es utilizado con frecuencia por Rajoy en sus intervenciones para dejar bien claro que algo ha cambiado en la economía española gracias a las decisiones que se han ido poniendo en práctica, entre ellas los recortes que anunció en la sesión plenaria de hace un año. La prima de riesgo es casi el único dato que puede esgrimir Mariano Rajoy: casi todos los demás han ido a peor.
A ellos se refirió expresamente el pasado domingo en su intervención junto al expresidente del Gobierno José María Aznar en la clausura del campus de verano de la fundación FAES. "Teníamos que tomar decisiones duras y difíciles porque teníamos que fijar prioridades, y la primera era dar un aviso nítido y claro a los mercados de que España se tomaba en serio la situación de las cuentas públicas", señaló en ese acto el jefe del Ejecutivo.
Rajoy ha repetido en los últimos doce meses que se trataba de medidas que no habría adoptado en condiciones normales, que no las ponía en marcha para fastidiar a los ciudadanos y que era necesario afrontar la realidad.
Las fuentes del Gobierno consultadas insisten en la eficacia de esas decisiones y en que han contribuido a ir generando una situación que permitirá no tener que adoptar ya medidas tan drásticas en los dos años y medio que restan de legislatura. Insiste el Ejecutivo en que la perspectiva es que todo "va a ir a mejor". El Ejecutivo se niega hablar de "brotes verdes" por ser un concepto utilizado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero "cuando a la economía española aún le faltaba pasar por su momento más crítico", pero sí habla ya con normalidad de luz al final del túnel, de punto de inflexión, de doblar la esquina de la crisis o de que, como dijo Rajoy el domingo, se ha dado la vuelta al reloj de arena.
Sin embargo, otros no lo ven tan claro: el FMI, por ejemplo, pronosticaba el pasado martes que la economía española no va a crecer en 2014. Pese a ello, el Gobierno no se apea del burro: el Gobierno recalca que aún quedan momentos difíciles y que no hay que parar en el objetivo del crecimiento económico y la creación de empleo. Incluso, según las fuentes del Gobierno, es posible hacer errar previsiones como las hechas publicas ayer por el Fondo Monetario Internacional, ya que frente al estancamiento que auguran para la economía española el próximo año, el Ejecutivo sigue convencido de que habrá crecimiento. Dentro de un año empezaremos a saber quién tiene razón.
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