El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, ha comenzado hoy su informe a puerta cerrada al Consejo de Seguridad sobre los avances de su mediación en la crisis de Siria, aunque el régimen de Damasco todavía no ha empezado a cumplir el plan del exsecretario general de Naciones Unidas.

El Consejo, que en abril está presidido por Estados Unidos y su embajadora ante la ONU, Susan Rice, quiere que Annan proporcione su evaluación sobre las posibilidades reales de que el presidente de Siria, Bachar al Asad, cumpla todos los puntos de su plan, tal como se comprometió la pasada semana al aceptarlo.

El plan de Annan busca un cese de las hostilidades bajo supervisión de la ONU, la puesta en libertad de los detenidos en las protestas antigubernamentales y permitir el envío de ayuda humanitaria, aunque no alude a cambios en el régimen, porque es decisión del pueblo sirio mantener o no a Al Asad en el poder.

"No podemos esperar de forma indefinida. Hay que fijar un límite en el tiempo para lograr la salida de la crisis", señaló hoy el representante francés ante el Consejo de Seguridad, según fuentes diplomáticas.

Annan, que informa a los quince por videoconferencia desde Ginebra, señaló el pasado viernes en esa ciudad suiza que una vez aceptado su plan por Damasco, el Gobierno sirio debe declarar el alto el fuego inmediatamente y retirar a sus tropas de las zonas civiles de su territorio.

"El plazo es ahora. La lógica es muy simple, estamos llamando a la parte más fuerte a tener un gesto de buena fe y detener las muertes. Estamos seguros de que si eso ocurre, la oposición responderá al instante", dijo su portavoz, Ahmad Fawzi.

Según datos de la ONU, desde el inicio de las protestas en Siria a mediados de marzo de 2011, más de 9.000 personas han perdido la vida, más de 200.000 se han desplazado a otras zonas dentro del país y 30.000 se han refugiado en los países cercanos, especialmente Turquía.

Esta es la segunda ocasión en que el exsecretario general de la ONU explica a los quince la evolución de su difícil misión ante las autoridades sirias, para la que el pasado 21 de marzo logró el apoyo de todos los miembros del Consejo de Seguridad, incluidos Rusia y China, mediante una declaración presidencial.

La última vez que Annan compareció ante el Consejo fue el pasado 16 de marzo, cuando habló de su decepción con Damasco y pidió el respaldo unánime del máximo órgano de decisión de la ONU para lograr el éxito de su misión.

Fuentes diplomáticas consideraron que el próximo movimiento en el Consejo de Seguridad se producirá cuando Annan les traslade que ha llegado el momento de enviar una misión de observadores para comprobar el cumplimiento de un eventual alto el fuego, aunque las fuentes consultadas consideran que eso tardará en suceder.

Esta reunión se produce un día después de la celebrada por el grupo de "Amigos de Siria" ayer en Estambul, con la participación de 83 países y en la que se reconoció al opositor Consejo Nacional Sirio (CNS) como "representante de todos los sirios", señaló el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu.

Ese planteamiento, sin embargo, ha encendido las alertas para Rusia -que en dos ocasiones ha vetado una resolución condenatoria de la violencia de Siria contra los opositores- y cuyo ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, lo calificó hoy de "peligroso".

Para Lavrov dar al CNS el reconocimiento de "representante legítimo de todos los sirios" es "peligroso y en realidad va en contra de los esfuerzos que realiza en estos momentos Kofi Annan por encargo del secretario general de la ONU con el apoyo del Consejo de Seguridad".