Este artículo se publicó hace 15 años.
América Latina, aún dividida sobre las elecciones en Honduras
América Latina no lograba el lunes el consenso necesario para rechazar las elecciones en Honduras porque una minoría de países se sumó al aval que Estados Unidos dio al proceso, mientras España busca una línea intermedia que salve la XIX Cumbre Iberoamericana.
Fuentes diplomáticas dijeron a Reuters que Brasil y Argentina lideran el grupo de países que quiere condenar abiertamente el proceso electoral del domingo, en el que el hacendado Porfirio Lobo se convirtió en presidente electo cinco meses después del golpe de Estado que derrocó a Manuel Zelaya.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, dijo en la sesión de apertura de la cumbre que se desarrolla en Estoril que la elección fue una "pantomima", según comentarios a Reuters de una persona que participó del debate.
Así se sumó a las declaraciones que hizo el domingo por la noche el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien aseguró que bendecir las elecciones llamadas por un Gobierno de facto sería un señal "peligrosa" que daría luz verde a otros "aventureros" y generaría inestabilidad política.
Zelaya, refugiado desde septiembre en la embajada brasileña en Tegucigalpa para evitar ser arrestado por el Gobierno de facto, asegura que el nivel de abstención fue muy alto.
Pero Washington reaccionó al proceso de Honduras asegurando, a través del portavoz del Departamento de Estado Ian Kelly, que "muestra que, dada la oportunidad de expresarse, los hondureños han visto las elecciones como una parte importante de la solución a la crisis política en su país".
Una fuente diplomática dijo que Panamá y Perú apoyaban la visión de Estados Unidos y que otros países que podían sumarse a ese grupo son Costa Rica y Colombia.
"Es difícil decir (si habrá finalmente consenso). Hay posiciones muy divergentes", dijo el canciller portugués, Luis Amado, en una conferencia de prensa.
Frente a este escenario, el ministro español Miguel Angel Moratinos dijo el lunes que la posición de su país intenta ir por un camino intermedio, lo que podría ser una vía de escape para que la cumbre culmine con una declaración común.
"España no reconoce ni tampoco ignora las elecciones", dijo Moratinos en una conferencia de prensa.
"Tenemos ahora un actor político nuevo (...) Queremos salir de la cumbre presidencial comprometidos a tener una salida democrática en Honduras", agregó.
Las deliberaciones continuarán todo el día y los negociadores tienen hasta el martes para lograr un consenso.
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