América acusa a Europa de olvidar su pasado emigrante

“La Europa civilizada ha legalizado la barbarie”. Con frases encendidas como esta, los presidentes de Venezuela, Argentina, Brasil y los demás líderes del Mercosur condenaron ayer la directiva de retorno dictada por la Unión Europea. Critican que “no reconoce el principio de reciprocidad
histórica” y aducen que es discriminatoria viola los derechos humanos, como el de la libre circulación.

En la 35 Cumbre del Mercosur celebrada en la provincia argentina de Tucumán, la política migratoria europea dejó en un segundo plano el debate sobre la crisis alimentaria mundial. Frente a las dudas de que se impusiera una declaración conjunta con una redacción “lavada”, en la que reinaran palabras como "honda preocupación”, finalmente venció la línea dura, comandada por el presidente boliviano, Evo Morales.

“Expreso mi profundo rechazo a la directiva de retorno europea. Los diplomáticos nos piden que usemos términos suaves como ‘profunda preocupación’ para preservar las relaciones bilaterales, pero yo les
pido a los jefes de Estado presentes que expresemos nuestro rechazo”, señaló Morales, quien bautizó hace unas semanas la normativa como “la directiva de la vergüenza”.

Con una “voz común”, los líderes de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela exigieron a la UE que frene la normativa “xenófoba”, y criticaron la “falta de memoria” de los dirigentes europeos, cuyos abuelos fueron recibidos con los brazos abiertos en Latinoamérica.
“A los uruguayos, cuando nos preguntan de dónde descendemos, respondemos que de los barcos. Hoy, el nieto de franceses, gallegos e italianos pobres es presidente de Uruguay”. De esta forma, el mandatario uruguayo Tabaré Vázquez recogió el sentir de los latinoamericanos, que acogieron a los inmigrantes europeos en el siglo XX. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y otros mandatarios, también recordaron su descendencia durante sus intervenciones.

La directiva de retorno fue aprobada por el Parlamento Europeo a mediados de junio y permite que los inmigrantes sin papeles detenidos en suelo europeo sean retenidos hasta 18 meses en centros de internamiento mientras se tramita su expulsión.

El discurso del presidente boliviano fue uno de los más duros: “Sudamérica ha recibido europeos que llegaron por problemas de guerra y de hambruna, que llegaron medio pelados y se apropiaron de nuestras tierras y explotaron a nuestros ciudadanos. En cambio, Europa persigue a los latinoamericanos que, sin apropiarse de las minas ni de la tierra, van a cuidar a sus abuelos”.Morales fue apoyado por el mandatario venezolano Hugo Chávez, que llevó más allá la amenaza. “Nosotros adelantamos una posible respuesta, hacer una ley del retorno de las inversiones, porque ellos [los europeos] tienen muchas en la región”, propuso Chávez.

A pesar de su petición, el documento final no convocó a medidas de represalia. Ahora, los líderes latinoamericanos trasladarán su indignación a la Organización de Estados Americanos, cuyo secretario general, José Miguel Insulza, señaló que el bloque europeo debe “dar explicaciones” a América Latina.