Este artículo se publicó hace 15 años.
Albert Adriá presenta sus postres inspirados en la naturaleza
Albert Adriá, hermano y principal colaborador de Ferrán Adría, propietario del restaurante El Bulli, considerado como el mejor del mundo, ha publicado un libro en el que bajo el título "Natura" hace una espectacular propuesta de postres inspirados en la naturaleza.
Director creativo y uno de los cerebros de El Bulli, donde es el responsable de la repostería, Albert ha decidido dejar por un tiempo la alta cocina de vanguardia y dedicarse a su bar de tapas "Inópia" y a difundir su libro de postres "Natura", que hoy presenta en Zaragoza.
En declaraciones a Efe, ha manifestado que pretende estar un año de "relax", tratando nuevas vías y proyectos, y dedicado a presentar su libro de postres, que la ha costado dos años y medio de trabajo y que Francesc Guillamet muestra en unas preciosas fotografías.
El libro, que tiene unas 150 páginas e incluye 49 creaciones de repostería, surgió tras su primer viaje a Japón, durante su visita al diminuto restaurante Mibu, un templo de la cocina japonesa cuyos propietarios están muy influidos por la religión y la naturaleza para crear sus recetas y decorar su local.
El dueño del Mibu visitó El Bulli, en Cala Montjoi (Gerona), y quedó tan impactado por la cocina que le sirvieron que, en agradecimiento, cocinó durante una semana en el restaurante español sus especialidades.
Una de ellas era una bola de hielo con un pez dentro, que simulaba el deshielo de la primavera, un plato que le inspiró a Albert para crear un postre llamado "Nieve" y, a partir de aquí, plantearse publicar el libro.
Con "Natura", ha querido mostrar la belleza del oficio de cocinero a través de fotografías, para que piensen "yo también trabajo de esto", y se sientan orgullosos de ejercer este trabajo.
Aunque ha reiterado que deja la alta cocina para dedicarse a su familia y a su bar de tapas "Inópia", piensa volver nuevamente más adelante, con más fuerza, probablemente con otro libro sobre cocina tradicional.
Las nuevas tecnologías que se aplican a la cocina no son ni buenas ni malos, todo depende de como se apliquen, argumenta Albert Adriá, para quien el éxito de El Bulli ha sido el trabajo en equipo.
Poder cerrar el restaurante durante seis meses, ha permitido investigar mucho acerca de las elaboraciones de los productos y la aplicación de nuevos componentes para crear una cocina admirada en todo el mundo y que cada año pueden degustar sólo 8.500 clientes.
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