Agustín Díaz Yanes: "El cine español es monotemático y gilipollas"

En un mundo tan cainita como es el cine español, pocas figuras concitan tanta simpatía como Agustín Díaz Yanes (Madrid, 1950), Tano para sus amigos. Es sólo una de las singularidades de un hombre que de niño quiso ser torero ("es la única profesión seria que queda") y que, sin embargo, se convirtió en director de cine. La última aventura de este cinéfago compulsivo se titula Sólo quiero caminar (en homenaje a Paco de Lucía) y supone un regreso, tras la capa y espada de Alatriste, al thriller, con el que nos sorprendiera en su debut, Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto (1995). En la cinta, cuatro de las actrices españolas más conocidas (Elena Anaya, Ariadna Gil, Victoria Abril y Pilar López de Ayala) planean robar a narcos mexicanos.

«Las felaciones son fáciles de rodar, los actores no tienen que desnudarse»

Una fácil para empezar.¿Es Sólo quiero caminar una película de mujeres?

La prensa, cuando haces una película, te pone una etiqueta. Aquí se ha decidido que es una película de mujeres. A mí no me lo parece, la veo como una película de seis personajes, cuatro de los cuales son mujeres, pero estás sometido al fluir del río. Por otra parte, es verdad que tenemos una generación de actrices fantásticas: talentosas, guapas. Es algo que debemos aprovechar. No debemos olvidar que el cine no ve a las mujeres como protagonistas. Todavía es extraño verlas con pistolas o robando, y ya sabes lo que decía Billy Wilder: "Siempre es mejor que entre un personaje por la ventana que por la puerta".

En todo caso, sí que supone su regreso al thriller.

«No olvidemos que el cine no ve a las mujeres como protagonistas»

¡¡Es que me encanta!! También soy un enamorado del western y esta película, de alguna manera, es también una del Oeste. A mí me da la sensación de que, hoy en día, la mitad de los directores hacemos western ocultos, porque poner a un tío sobre un caballo con un sombrero es muy costoso.

¿Por qué hay tan poca producción españolade este género?

Es un problema que tenemos entre vosotros y nosotros, la industria y la prensa. Entre todos hemos matado la posibilidad de rodar varios géneros en España. Hemos limitado a directores, actores y técnicos a que trabajen en una cinematografía encorsetada, complaciente, monotemática y gilipollas: lo que llamo el cine de divorciados. Hemos metido nuestro cine en un embudo, y luego nos quejamos de que los espectadores no nos quieran. Así que no es de extrañar que cuando uno oye las palabras thriller español, de entrada no se lo crea, y tienes que ingeniártelas para no defraudarle.

¿Cuál es la solución?

Debemos empezar a pensar que podemos hacerlo, simplemente.

¿Puede comentaresa especie de fijación que se repite en este filme por el sexo oral?

A veces me digo: "Joder, soy un coñazo". Pero es que las felaciones te dan mucha información sobre los personajes y son fáciles de rodar: los actores y las actrices no tienen ni que desnudarse, ¡que es un coñazo de cojones!

¿No tiene cierto temor a caer en la xenofobiaal dibujar a los mexicanos como los malos dela historia?

Tengo pánico. Ellos están hartos de la imagen estereotipada que se tiene de su país, como nos pasa a nosotros con esos tarados yanquis que te mezclan la Semana Santa sevillana con las Fallas valencianas [se refiere a Misión Imposible II, de John Woo]. Me vi todas las películas gringas hechas en México para no meter la pata, pero la mayor ayuda fue la de Dieguito (Luna, el protagonista masculino). Ellos dicen que no me preocupe, que ha quedado bien, pero tampoco creas que las tengotodas conmigo.