Adif niega haber tenido conocimiento de denuncias sobre la curva del accidente de Santiago
El ente público se reafirma en las declaraciones de su presidente en el Congreso de los Diputados en las que afirmaba desconocer la existencia de comunicaciones sobre deficiencias en la señalización en la zona del accidente
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Adif niega haber tenido conocimiento de la advertencia del jefe de maquinistas de Renfe en Ourense sobre la peligrosidad de la curva de A Grandeira, donde descarriló un tren Alvia el pasado julio dejando 81 muertos y cientos de heridos.
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La entidad pública niega, en un comunicado, la información publicada por este diario sobre la documentación que Renfe aportó en el juzgado el pasado martes al respecto de un informe de anomalías presentado por José Ramón Iglesias Mazaira en 2011 y en el que se advertía de la "brusca" reducción de velocidad que debían llevar a cabo los conductores en Angrois, a pocos kilómetros de la estación de Santiago, una "zona de máxima peligrosidad y riesgo".
Adif se reafirma en las declaraciones de su presidente en la comparecencia que efectuó el pasado 8 de agosto en el Congreso de los Diputados, en las que manifestó que "la entidad pública empresarial no ha tenido nunca conocimiento de la existencia de ningún tipo de comunicación oficial ni extraoficial previa, por parte de nadie, sobre posibles deficiencias en la señalización en la zona del accidente", recoge el comunicado.
Según el operador de infraestructuras ferroviarias, Renfe Operadora refrenda esta afirmación según la cual "la denuncia del jefe de maquinistas sobre la supuesta inseguridad de la línea en el punto del accidente no fue tratada en ninguno de los órganos oficiales que la entidad tiene designados para abordar los asuntos de seguridad".
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En dicho informe, prosigue Adif, también se indica que las posibles deficiencias en la señalización de la curva de A Grandeira no fueron analizadas en ningún momento en las reuniones internas de Renfe, por lo que "en ningún caso dichas posibles deficiencias fueron trasladadas a Adif".
También asegura que los "denunciantes se desdicen a sí mismos en declaraciones posteriores al reconocer, entre otros aspectos, que la velocidad determinada en el libro se ajustaba a la normativa", concluye el ente público.