Este artículo se publicó hace 16 años.
"Lo acepto. El Lute es un mito. ¿Pero es que yo no soy nada?"
La ex mujer de Eleuterio Sánchez, que lo denuncia por maltrato, pide ser oída
Le han ofrecido dinero por aparecer en televisión. Le han propuesto replicar en prime time a su ex marido, Eleuterio Sánchez, El Lute, que desde que fue denunciado por malos tratos, en 2006, ha propagado en cuantos medios ha querido su versión de los hechos: que su esposa infiel orquestó una falsa denuncia para quedarse con su dinero. Pero Carmen Cañavate siempre ha rechazado estas propuestas. "Ahora no puedo más. Me han arrancado la dignidad a pedazos. Y quiero decir ‘aquí estoy'. Soy una mujer con dignidad", cuenta la madre de los dos hijos de Sánchez.
Hace más de dos años desde que Carmen se marchó de la casa que compartía con El Lute en Tomares (Sevilla). Hoy se siente "crucificada". Ha vivido los inconvenientes de enfrentarse en los tribunales con una leyenda nacional en carne y hueso, El Lute, paradigma de la reinserción social tras años de una aventurada carrera delincuencial.
Ella, que empezó a convivir con Sánchez en 1989 y se casó con él en 1997, es una mujer anónima frente a una celebridad. Y ni siquiera tiene el aval de un parte de lesiones. Mediáticamente lo tiene muy crudo. "Vale, lo acepto, él es El Lute, un mito. La gente lo escucha. ¿Pero es que yo no soy nada? Soy una persona, y me he sentido machacada".
"¿Sabes lo que es poner la tele y oír que he estado con media Sevilla? Se ha metido en el bolsillo a toda España y mi silencio era ya cómplice de sus mentiras", afirma Carmen, de 47 años, ATS en Sevilla. Ella se siente, además, desprotegida. "Denunciar no sirve. Tienes que morir para que te crean".
Acusación y defensa
El 6 de febrero se celebró en Sevilla el juicio por presuntos malos tratos. Lo que se juzga es si Sánchez agredió a su entonces esposa el 16 de febrero de 2006 en Tomares y si 12 días después la amenazó de muerte en Punta Umbría (Huelva). El ex convicto podría ser condenado a una pena de 20 meses de prisión.
Sánchez, que niega haber pegado a su esposa, afirmó en el juicio que la siguió hasta Punta Umbría para constatar que le era infiel. Contó que la sorprendió con su amante, fue hasta ella y la cogió "levemente" de la mano para llevarla al coche. Ella sostuvo ante el juez, en cambio, que tras ser agredida en Tomares no lo denunció "por pena", pero que 12 días después, paseando en Punta Umbría con un amigo, descubrió a Sánchez fotografiándola desde el interior de un coche. Carmen afirmó que discutieron y que él la amenazó.
Hoy declararán ante el juez los dos guardias civiles que detuvieron a El Lute aquella noche. Pero Carmen, que vive con sus dos hijos de 17 y 10 años, no deposita ilusión en el proceso. "No quiero que vaya a la cárcel, sólo que se calle. Por mis hijos", cuenta. No sabe si acudirá a la sesión de hoy. Guarda un mal recuerdo de la última. Sobre todo de la salida, cuando todos apoyaban a El Lute. "Aquel día, en la sala, sentí que mi palabra valía menos que la de él".
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