Este artículo se publicó hace 16 años.
Abramóvich cede el primer puesto en lista de los rusos más ricos al rey del aluminio
El multimillonario Román Abramóvich ya no es el hombre más rico de Rusia, ya que ha cedido ese puesto al "Rey del Aluminio", Oleg Deripaska, cuya fortuna la revista "Finans" ha estimado en 40.000 millones de dólares (27.250 millones de euros).
"Deripaska es el empresario más activo de Rusia", los 40.000 millones son la cifra a la que se llega haciendo una estimación prudente, señala la revista que elabora esa lista desde hace cinco años.
Esa fortuna colocaría también a Deripaska entre los cuatro hombres más ricos del planeta tras los estadounidenses Gates y Buffet, y el mejicano Slim.
Deripaska, que acaba de cumplir 40 años, es dueño del poderoso grupo empresarial "Bázovi Element", la joya de la corona del sector industrial ruso.
Un año más joven que Abramóvich, Deripaska mantiene al igual que el dueño del Chelsea inglés relaciones privilegiadas con el presidente ruso, Vladímir Putin, y además está emparentado con el fallecido Boris Yeltsin.
"Bazóvi Element tiene previsto invertir este año 480.000 millones de rublos (casi 20.000 millones de dólares o 13.425 millones de euros) en San Petersburgo", añade la revista, que destaca que la fortuna de Deripaska casi se duplicó en el transcurso de los últimos doce meses.
En la cartera de adquisiciones de Deripaska en 2007 figuran acciones de la estadounidense General Motors, de la petrolera Rusneft, el fabricante canadiense de piezas para automóvil Magna, de la constructora austríaca Strabag y de la constructora alemana Hochtief, entre otras.
Especialmente significativa fue la compra en el mercado bursátil de un 5 por ciento de acciones de General Motors, una de las mayores multinacionales del mundo.
No hay que olvidar que Deripaska es también propietario de la compañía rusa GAZ, uno de los mayores fabricantes de camiones, coches y camionetas de Rusia.
Según medios rusos, Deripaska también se propone comprar las famosas firmas automovilísticas británicas Jaguar y Land Rover, y podría adquirir la sueca Volvo si ésta se pone en venta.
Gracias a la fusión en 2006 de otra empresa de su propiedad, Rusal con la rusa Sual y la suiza Glencore International AG, el magnate encabeza actualmente la mayor compañía de aluminio del mundo, por delante de la estadounidense Alcoa y la canadiense Alcan.
Precisamente, Deripaska se hizo con el control de Rusal cuando Abramóvich le vendió el 25 por ciento de sus acciones en la compañía.
Aunque Abramóvich sigue siendo el oligarca más popular, la revista augura que la fortuna de Deripaska aumentará aún más este año, con lo que podría aspirar a convertirse en el hombre más rico del mundo.
Según los expertos, sólo su entrada en política -Putin gusta de colocar a oligarcas al frente de las deprimidas regiones siberianas- impediría que Deripaska incrementara sus activos.
Abramóvich, que ejemplifica mejor que nadie la imagen derrochadora que se tiene de los oligarcas rusos en el exterior, desciende a la segunda posición aunque su fortuna aumentó en dos mil millones de dólares.
Aunque ha vendido algunos de sus negocios en Rusia, no se descarta que éste vuelva por sus fueros, pero el hecho de que sea gobernador de la inhóspita región de Chukotka le "ata las manos" para actuar con libertad.
Putin se ha negado a aceptar en varias ocasiones su renuncia, y esta semana alabó su gestión al frente de Chukotka al declarar que Abramóvich "había invertido parte de su fortuna para el desarrollo de la región".
El 2007 no ha sido un buen año para el magnate, ya que se divorció de su esposa, Irina, mientras su club no logró conquistar el título de liga y el entrenador, el portugués José Mourinho, dejó el cargo.
Los siguientes en la lista son Vladímir Lisin, principal accionista del Combinado Metalúrgico de Novolípetsk, y Mijaíl Friedman, mayor accionista del Grupo Alfa, ambos con fortunas de 22.200 millones de dólares (unos 15.124 millones de euros).
El quinto en discordia es Alexéi Mordáshov, propietario de la siderúrgica rusa Severstal con un patrimonio de 22.100 millones (15.056 millones de euros).
La mujer más rica de Rusia sigue siendo por quinto año consecutivo Elena Batúrina, esposa del alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, con 7.000 millones de dólares (unos 4.770 millones de euros).
El número de rusos con fortunas superiores a los mil millones de dólares se multiplicó por cuatro, al tiempo que aumentó la diferencia de ingresos entre los más ricos y los más pobres, según apunta la revista.
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