Este artículo se publicó hace 17 años.
Abás ordena la captura inmediata de tres milicianos de Al-Fatah
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, ordenó esta noche la captura inmediata de tres milicianos de las Brigadas de los Mártires de Al-Aksa, en una demostración de fuerza para afianzar su control sobre Cisjordania.
Fuentes de la seguridad palestina en la ciudad de Naplusa dijeron a Efe que "Abás ha ordenado cortar la electricidad al campo de refugiados de Balata y traerle a los tres a la mukata -sede de la presidencia- cuanto antes".
Se trata de Iad Zaki Tirawi, Rami Mushrad Tirawi y Hani Shtewi, sospechosos de los tiroteos y disturbios que hoy sacudieron el campo de refugiados de Balata, adyacente a Naplusa.
Nueve personas, ocho civiles y un agente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), resultaron heridas como consecuencia de los disparos.
Los enfrentamientos se produjeron después de que un todoterreno de la ANP fuera atacado con armas de fuego, y los ocupantes debieron abandonar el lugar y dejarlo en manos de milicianos de las Brigadas de los Mártires de Al-Aksa, vinculada ideológicamente con el movimiento Al-Fatah, que preside Abás.
Otra patrulla que se desplazó al lugar de los hechos para recuperar el vehículo fue también tiroteada, tras lo cual el campo de refugiados se convirtió en un campo de batalla, con disparos, pedradas y lanzamiento de basuras por las calles.
Esta tarde, unos doscientos agentes de la ANP rodearon el campo de refugiados y tomaron los tejados aledaños para aislarlo del exterior y buscar a los responsables en una "redada casa por casa", indicaron las fuentes.
"Los tres (milicianos sospechosos) tienen una mafia que hace lo que le place en el campo y el Presidente ha ordenado poner fin a esta situación de anarquía", explicaron.
Para hacer frente a las necesidades de seguridad en la zona, Abás también ha desplazado refuerzos desde Ramala.
Naplusa, la ciudad más populosa de Cisjordania con 180.000 habitantes, no ha conocido presencia policial ni orden público desde 2002, año en el que Israel, durante la operación "Muro de Defensa", desmanteló cualquier seña institucional palestina.
Pero ello ha provocado también que las distintas milicias, blanco de las redadas israelíes, actúen ahora guiadas por intereses a veces distintos a los del gobierno de la ANP, con sede en Ramala.
El viernes, tras un acuerdo con Israel, Abás despachó unos trescientos agentes a Naplusa como parte de un plan cuyo objetivo es asumir poco a poco la responsabilidad en todo el territorio que la ANP tenía bajo su jurisdicción entre 1994 y 2000.
El líder palestino aseguró que sus fuerzas de seguridad pueden controlar cualquiera de las ciudades de Cisjordania que fueron ocupadas de nuevo por Israel, a fin de restablecer la situación anterior al 28 de septiembre de 2000, cuando estalló la Intifada de Al-Aksa.
Los disturbios de hoy coinciden además con unas declaraciones de Abás en una rueda de prensa conjunta con la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, en la que instó a los milicianos palestinos a deponer las armas y dejar la seguridad en manos de las fuerzas del orden.
Esta es una de las condiciones en la primera fase de la Hoja de Ruta, el plan de pacificación que Israel y la ANP han asumido de nuevo como suyos en las últimas semanas con vistas a la conferencia de Paz de Annapolis (EEUU).
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