"El 90% del cine español ni se ve de lo flojo que es"
El comisario Hernán de 'Águila Roja' (TVE) defiende las bondades de la televisión frente al cine para el trabajo de los actores
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Francis Lorenzo (Pontevedra, 1960) vive actualmente por y para la televisión. Frente a otros que hablan bien de la pequeña pantalla mientras miran de reojo al cine y el teatro en busca de prestigio, Lorenzo lo tiene claro: la televisión es lo mejor para un actor. Con esta convicción, el actor afronta ilusionado, en la piel del malvado comisario Hernán, la tercera temporada de Águila Roja, de Globomedia, que arranca el próximo jueves en La 1.
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"Me ofrecen muchas cosas de cine, pero no escapo de la tele jamás"
¿Harto de hacer de malo?
Voy a seguir siendo malo, pero estoy disfrutándolo mucho. Que dure mucho tiempo.
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Sin embargo, el comisario deja entrever un lado bueno en esta temporada
Hombre, es un malo humano. Le hemos dado un toque de humanidad para que fuera más creíble. Si haces un malo como este, que es muy rico en matices, que es tierno pues se agradece mucho.
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¿Qué aporta esta nueva temporada?
Aporta unas tramas muy interesantes, tanto en comedia como en intriga y acción.
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La serie está marcando tendencia. ¿No es muy arriesgado para otras cadenas seguir un camino similar, con el coste que supone?
Nosotros hemos tenido que bajar el presupuesto e incluso los actores nos hemos congelado un poco los sueldos, dejando de ganar un dinero que podríamos estar ganando perfectamente. Pero hemos apostado todos por el proyecto, ya que muy pocas veces en la vida se puede hacer una producción de este tipo.
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Si los personajes hablaran en inglés, ¿la serie sería equiparable a las ficciones estadounidenses?
Totalmente; no digo que seamos mejores o peores, pero esta es una serie muy digna y un producto muy bueno. Cuando los americanos ven que lo hacemos por este precio, no se lo creen. Los Tudor costó varios millones de euros por capítulo y, con lo que cobra su protagonista, hacemos todo Aguila Roja, esta es la realidad. Es como cuando Berlanga hacía Bienvenido Mr. Marshall con cuatro duros y flipaba el mundo entero; lo que había era imaginación y talento.
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Entre televisión y cine, ¿con qué se queda?
Para mí la televisión es lo que está haciendo los grandes productos. Yo quiero trabajar en televisión, no quiero trabajar en teatro ni en cine, porque la televisión me permite una continuación del trabajo, un desarrollo actoral y un crecimiento como profesional muy importantes con productos muy dignos. El 90% del cine español ni se ve de lo flojo que es o incluso ni se estrena. Aquí te están viendo en cada capítulo seis millones de personas. Empecemos a dar la vuelta a esto. Pensemos en un público y pensemos en calidad. A mí me ofrecen muchas cosas de cine, pero no escapo de la televisión jamás, porque me ha dado la posibilidad de hacer grandes cosas y de crecer muchísimo como actor. En el cine haces una película al año, ruedas diez días y luego estás en tu casa o ensayando, pero en televisión tienes que trabajártelo día a día.
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Hay cadenas que se quejan de que algunas películas que han sido un éxito de taquilla sin embargo no han sido rentables.
Exactamente; también hay veces en que los directores no piensan en el público y quieren hacer su película, y lo entiendo, pero hay que valorar el mercado. Hay películas aburridas con unos presupuestos de la hostia y de repente llega una serie y te la devoras.
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¿La televisión ha perdido su complejo de inferioridad frente al cine?
Se va perdiendo, porque todo el mundo ve que donde se están haciendo grandes trabajos es en la televisión. Y cuando crees que tu trabajo es bueno, quieres que lo vea cuanta más gente mejor. En el cine haces tu gran trabajo en una película de autor y te han visto 15.000 personas o 50.000, mientras que en series como esta te han visto seis millones y te respetan de otra manera.