Este artículo se publicó hace 16 años.
Al menos 21 muertos y 86 heridos en los combates registrados en Líbano desde el miércoles
Al menos 21 personas han muerto y otras 86 han resultado heridas en el Líbano desde que el pasado miércoles estallaron los enfrentamientos entre la oposición, encabezada por Hizbulá, y partidarios de la mayoría, informaron a Efe fuentes policiales.
Beirut amaneció hoy en una relativa tranquilidad y la gente comenzó a salir de sus casas después de pasar más de dos días recluidos en sus viviendas por temor a quedar atrapados en los choques, aunque la presencia de milicianos armados en las calles todavía es manifiesta.
Después de que el grupo chií Hizbulá se hiciese ayer con el control total de las calles del oeste de Beirut, de mayoría musulmana, los enfrentamientos en la capital se redujeron a algunos tiroteos esporádicos.
Sin embargo, durante esta noche se han registrado disturbios en Aley, en el este del Líbano, así como en Nabatieh y Sidón, al sur, según señalaron las fuentes policiales.
Algunos medios de comunicación libaneses destacan hoy el temor a que los choques se extiendan a Trípoli, la ciudad más grande del norte del país, y a la región montañosa del Shuf, sureste.
Distintas asociaciones han convocado para hoy dos manifestaciones por la capital para pedir el fin de la violencia y el restablecimiento de la normalidad.
Por un lado, periodistas libaneses protestarán en una marcha que les llevará hasta los locales de la televisión progubernamental "Futuro", que ayer dejó de emitir y fue evacuada por la presión de los milicianos de Hizbulá, así como el periódico "Al Mustaqbal" y otros medios en la órbita del líder de la mayoría Saad Hariri.
Asimismo, la ONG "Offre Joie" ha convocado una manifestación para las 16.00 hora local (13.00 GMT), también por Beirut, en la que llama a los libaneses a "demostrar que la sociedad civil está en contra de lo que está pasando.
"Las cosas han llegado demasiado lejos. Hay que ser humildes y reconocerlo. Nuestro movimiento quiere decir que lo que sucede no es normal y que la violencia nunca es aceptable", dijo al diario "L'Orient Le Jour" Melhen Jalaf, uno de los organizadores de la protesta.
Por otra parte, continúa el debate entre los políticos libaneses sobre los pasos que deben darse para salir de la actual situación de crisis, que muchos temen que pueda desembocar en una nueva guerra civil como la que sufrió el país de 1975 a 1990.
El líder cristiano Sleiman Franyieh, miembro de la oposición, propuso a última hora de ayer que se decrete el estado de emergencia, por lo que Michel Sleiman, jefe del Ejército y candidato de consenso a la Presidencia del país, pasaría a hacerse con el poder "de facto" sin necesidad de ser votado por el Parlamento.
El Líbano carece de presidente desde noviembre del año pasado, cuando expiró el mandato de Emile Lahud, y todos los intentos por elegir a Sleiman como nuevo jefe de Estado han sido abortados por la falta de acuerdo en el Parlamento.
En una entrevista publicada hoy en el diario "L'Orient-Le Jour", el ministro libanés de Telecomunicaciones, Marwan Hamade, respondió a Franyieh que el Gobierno va a seguir y que el estado de emergencia no es forma de solucionar la crisis.
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