Los cadáveres de al menos 40 emigrantes han sido encontrados por el Ejército libio, a 60 kilómetros al este de Trípoli. Otras 14 personas han desaparecido, mientras la Marina ha rescatado a 51 náufragos, según las primeras estimaciones.

El mal estado de la mar y la precaria construcción de la nave ha causado esta nueva tragedia en la ruta de tránsito de quienes desean llegar a Europa desde África.

La nave pareció tener dificultades frente a las costas de Libia, a 60 kilómetros al este de Trípoli, dijo Rami Kaal, portavoz del Ministerio de Interior libio.

Este portavoz del Ministerio de Interior explicó a Efe que todavía hay unas 14 personas desaparecidas.

Miles de inmigrantes clandestinos, provenientes de África subsahariana, atraviesan Libia para alcanzar las islas de Malta o Lampedusa y llegar así a Europa.

Libia está cerca de Italia y Malta, a través del Mediterráneo, y posee una frontera porosa, lo que ha convertido a este país en una ruta habitual de los emigrantes en su camino a Europa, así como de los traficantes de personas.

Ayer, el ministro de Interior, Saleh Mazek, insistió en la necesidad de que la Unión Europea preste apoyo a Libia para hacer frente al fenómeno de la migración. También pidió ayuda a Níger, Chad y Sudán para colaborar en el control de las fronteras comunes y evitar la llegada masiva de emigrantes.

Este domingo se ha conocido que al menos otros trece emigrantes subsaharianos han muerto por falta de agua y por las altas temperaturas en el sur de Argelia, cuando intentaban llegar a la ciudad de Tamanraset, en el desierto argelino.

Según el diario argelino Al Nahar, que cita una fuente de seguridad, fuerzas del Ejército argelino han encontrado hasta el momento 13 cadáveres y buscan a otra treinta personas que se supone viajaba junto a los fallecidos.