Otras tres jóvenes aseguran haber recibido dinero por acudir a fiestas de Silvio Berlusconi, después de que este miércoles se conociera la investigación que la Fiscalía de Bari (sur de Italia) lleva a cabo por los supuestos pagos a invitadas a las reuniones privadas del primer ministro italiano.

Según informa este jueves la prensa italiana, el testimonio de estas tres jóvenes, de las que dos han declarado en Bari y una en Roma, se suma al de Patrizia D'Addario, quien en una entrevista publicada ayer por el diario Corriere della Sera aseguraba haber cobrado 1.000 euros por asistir a una fiesta de Berlusconi.

Corriere della Sera, que ayer destapó el caso, informa hoy de que la versión de estas tres chicas coincide con la ofrecida por D'Addario a la Fiscalía de Bari: afirman que el empresario Giampaolo Tarantini se ponía en contacto con ellas para llevarlas a las fiestas.

Tarantini, apunta el rotativo, ha sido incluido en la lista de investigados por la Fiscalía de Bari por una supuesta 'inducción a la prostitución', después de que la semana pasada las autoridades de la ciudad italiana le interrogaran en presencia de su abogado.

El caso ha sido destapado por unas conversaciones telefónicas interceptadas por la Policía a Tarantini que investigaba unas supuestas concesiones ilícitas a su empresa, Technohospital, a cambio de sobornos, escuchas en las que el empresario aludía a unos 'ingresos' de dinero a jóvenes que acudían a fiestas de Berlusconi.

Fuentes de la Fiscalía de Bari que cita hoy el Corriere della Sera aseguran que la investigación sobre el caso de los supuestos pagos se desarrolla en 'lugares exclusivos' de Roma y de la isla de Cerdeña, donde Berlusconi tiene su mansión Villa Certosa, a la que pertenecen las fotos publicadas por el diario El País el pasado 5 de junio.

El diario italiano recoge hoy además parte de la versión ofrecida por D'Addario a la Fiscalía de Bari, en la que asegura que cobró 1.000 euros por una primera fiesta en la residencia romana de Berlusconi, el Palacio Grazioli, la mitad del dinero que podría haber recibido por pasar la noche allí.

La joven ha depositado también ante la Fiscalía de Bari varias cintas de audio y un vídeo grabado con el móvil en la residencia romana de Berlusconi para probar que lo dice es verdad.

Según el Corriere della Sera, en uno de los fotogramas del vídeo se ve un marco con una fotografía de la segunda esposa de Berlusconi, Verónica Lario, y partes de una habitación que las autoridades judiciales de Bari deben ahora dirimir si pertenecen a Palacio Grazioli.

El diario milanés publica hoy una entrevista al abogado de Berlusconi, Nicolò Ghedini, en la que asegura que su cliente no 'tiene nada que ver' con la investigación de Bari y que, según la versión D'Addario, el primer ministro no sabía que a las jóvenes que acudían con Tarantini se les pagaba.