La tableta de José María Aznar se puso tan de moda como el iPad cuando su preparador físico, Antonio Lombao, aseguró sin rubor alguno que el ex presidente del Gobierno había hecho, de una sentada, 3.013 abdominales.

Eran mil y pico flexiones más que las reveladas tiempo atrás al Corriere de la Sera, que lo calificó de 'macho'. Casi dos años más tarde, Aznar ha echado cuentas en una entrevista al diario As y le salen unas cuantas menos. 'No, no son 2.000, son sólo 600'.

El que fue líder de la derecha española confiesa a Tomas Guasch, director del rotativo deportivo que su estado de forma, pese a la resta, es envidiable. 'Hago ejercicio todos los días. Voy alternando velocidad, series de 40, 60 y 80 metros con carrera continua, según el día. De dos horas a dos y cuarto dedico. Los abdominales, en series de 100 con lastre en los tobillos'.

Aznar, que se ha codeado en las canchas y pistas con Arantxa Sánchez Vicario o Abel Antón, se declara un enamorado de la naturaleza y el aire libre. 'Es fantástico para mí, cuando viajo me acompaña siempre mi bolsa de deporte', asegura el ex presidente, que no acierta a citar un deportista favorito y deja caer una retahíla de nombres: Nadal, Gasol, Alonso... '¡Son tantos y tan buenos!'.

Admirador del modelo deportivo americano, no añora el juego de aquel Madrid de Alfredo di Stefano y apuesta por 'un equipo de verdad competitivo'. Podría adquirir tal condición con Mourinho, porque 'le avalan los hechos'. Palabra de Aznar, aquel jugador de fútbol que colgó las botas en la Universidad 'porque teníamos el país que teníamos'. Ay, la mentalidad española (frente a la estadounidense)... Y al fútbol, le pregunta Guasch en la entrevista, ¿de qué jugaba? 'De cerebro, como siempre'.