Este artículo se publicó hace 7 años.
Violencia machista en el fútbolEl mundo del fútbol tolera mejor la violencia machista que el dopaje o el nazismo
El rechazo frontal de la afición del Rayo Vallecano a Román Zozulya por su presunto historial nazi, contrasta con la reacción cuando se trata de casos de violencia de género
Marisa Kohan
Madrid--Actualizado a
La detención esta madrugada del jugador del Atlético de Madrid, Lucas Hernández, por la presunta agresión a su novia vuelve a reavivar la controvertida relación que el mundo del fútbol tiene con la violencia de género.
El ejemplo reciente más sonado por su repercusión mediática fue el protagonizado por el jugador del Betis, Ruben Castro, a quién la afición le dedicó un himno durante un partido en el Benito Villamarín después de que fuera acusado por su novia de violación. "Rubén Castro alé, Rubén Castro alé, no fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien", fueron algunas de las frases que se escucharon. El jugador ha sido procesado por siete delitos de maltrato, por los que la fiscalía pide cuatro años de cárcel.
Pero no se trata de casos aislados. Tal como reconocen defensoras de los derechos de la mujer, en el fútbol y el los deportes de élite se produce el mismo porcentaje de casos de violencia machista que en el resto de la sociedad, aunque hasta ahora la tónica ha sido no condenar el delito y escudarse en la estricta presunción de inocencia.
"No se trata de no respetar la presunción de inocencia", comenta Juana Gallego, Directora del Observatorio de Igualdad de la UAB, "sino de aprovechar la ocasión para denunciar este tipo de violencia. La violencia de género no es un tema privado, igual que no lo son las agresiones racistas".
Organizaciones de lucha contra este delito advierten de que cuando ocurren casos como estos, que tienen una gran difusión e impacto social, la tibieza en las reacciones de instituciones y dirigentes juegan en contra de la lucha contra la violencia machista.
"Las organizaciones que trabajamos con las víctimas de violencia de género nos echamos a temblar cuando ocurren casos como estos, porque en muy poco tiempo son capaces destruir el trabajo de años de prevención"
"Las organizaciones que trabajamos con las víctimas de violencia de género nos echamos a temblar cuando ocurren casos como estos, porque en muy poco tiempo son capaces destruir el trabajo de años de prevención", afirma Marisa Soleto, directora de a Fundación Mujeres.
Las respuestas institucionales son claves tras un caso de posible violencia de género. "Se suelen tomar como casos aislados sin mayor importancia, pero si los clubes quieren acabar luchar contra este delito, no basta con organizar partidos benéficos. Es importante que tengan protocolos de actuación y que definan qué modelo de hinchas y de sociedad quieren construir", añade Soleto.
¿Cambio de rumbo?
El caso conocido hoy ha provocado algunas timidas y poco contundentes reacciones. La más contundente ha sido la del director de los servicios jurídicos de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), quien afirmó que "tanto el mundo del fútbol como la sociedad en general tienen que mostrar su rechazo firme y decidido contra cualquier forma de violencia y de forma especial contra la violencia contra la mujer". Para añadir acto seguiro: "... los casos concretos forman parte de ámbito privado de las personas y no es algo que competa valorar a sus representantes laborales...".
También el presidente de LaLiga Javier Tebas manifestó que hay que respetar la presunción de inocencia afirmó que será el Atlético de Madrid el que decida sobre el jugador. "Si es así, a mi no me gustaría tener a mi alrededor trabajando a alguien que haya podido cometer una atrocidad contra una mujer de este tipo".
"La tibieza en el discurso no ocurriría en casos de dopaje o fascismo"
"Los clubes están teniendo siempre un respeto escrupuloso a la presunción e inocencia, pero si realmente quieren luchar contra este delito, no basta con organizar partidos benéficos. Es importante que tengan protocolos de actuación ante casos como estos y que definan qué modelo de hinchas y de sociedad quieren construir", añade Soleto.
"La tibieza en el discurso no ocurriría en casos de dopaje o fascismo. Por supuesto que tiene que haber respeto a la presunción de inocencia. Pero lo que no puede pasar es que la duda recaiga siempre sobre la víctima y no sobre el presunto agresor", concluye Gallego.
Otros casos sonados
Juan Castaño Quirós (Juanele), el que fuera futbolista del Sporting de Gijón y de la selección nacional protagonizó varias agresiones contra su ex-mujer. En 2011, fue detenido por amenazarla y destrozarle el coche, y en 2015 por amenazas y agresiones con un bate de béisbol. El deportista pasó incluso una temporada en la cárcel asturiana de Villabona por acumulación de dos condenas penales.
Braulio Nóbrega fue también arrestado, en septiembre de 2011, por una agresión sexual cerca de Zaragoza, en cuyo club jugaba entonces. El futbolista se declaró culpable y fue despedido por el Real Zaragoza un mes después, aunque finalmente evitó la cárcel al llegar a un acuerdo cercano a los 12.000 euros por daños y perjuicios.
El holandés Rafael Van der Vaart, exjugador del Real Madrid, reconoció asimismo haber agredido a su mujer, la modelo Sylvie Van der Vaart, durante la fiesta de Nochevieja de 2012.
Ya en el verano de 2016, la pareja del futbolista argelino Foued Kadir, entonces en el Real Betis y actualmente en el Alcorcón, presentó denuncias contra el jugador por violencia psicológica y por amenazas. El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Sevilla denegó sin embargo la orden de alejamiento al estimar que "no hay situación de riesgo para la víctima"
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