Este artículo se publicó hace 7 años.
Violencia de género¿Está diciendo la sociedad 'hasta aquí hemos llegado' con la violencia machista?
Cada vez son más y más numerosas las manifestaciones y protestas ante los casos de violencia machista. Sin embargo, según algunas expertas, aún falta un empujón para que el movimiento sea irreversible y provoque cambios sociales.
Marisa Kohan
Madrid--Actualizado a
Los últimos meses han sido intensos en movilizaciones, campañas en las redes sociales, publicaciones en los medios de comunicación, preguntas parlamentarias y medidas encaminadas a acabar con la violencia machista. Por primera vez desde que la ley de violencia de género se aprobara por unanimidad hace ahora más de 13 años, el Parlamento volvió a mostrar esa unión y los distintos grupos del espectro político se sentaron para negociar las medidas de un pacto de Estado que puedan poner coto a esta lacra.
El caso Juana Rivas, la madre de Maracena que luchó por que sus hijos de tres y once años no fueran entregados a su expareja, condenado por malos tratos en 2009, acaparó la actualidad el pasado verano y movilizó a personas en toda España por su causa.
En octubre pasado el caso Weinstein, el productor de Hollywood acusado de abusar sexualmente de decenas de mujeres a lo largo de 30 años dio la vuelta al mundo. La campaña que se desató al hilo de este caso, incitó a mujeres a lo largo y ancho del planeta a denunciar sus propios casos. El hashtag #Metoo (#Yotambien) reveló abusos constantes en el mundo del cine, pero también de la política (en el Parlamento británico y en el de la Unión Europea), entre otros. En España también han sido muchas las mujeres, conocidas o no, que se han atrevido a hacer públicos sus propios casos e incluso denunciarlos.
El reciente juicio a los cinco acusados de violar a una joven de 18 años en los Sanfermines de 2016 y que se juzga estos días en Pamplona volvió a agitar las redes sociales, los editoriales de los medios y a unir a miles de personas en apoyo de la víctima.
El hecho de que el tribunal que juzga a los cinco acusados conocidos como 'la manada' aceptara como pruebas en el juicio los informes y fotografías realizados por un detective privado contratado por uno de los acusados, pero no los mensajes que este grupo de hombres compartió en su grupo de Whatsapp con anterioridad a los hechos que se juzgan, volvió a poner sal en las heridas.
Pero ¿estamos ante un momento de inflexión y de no retorno en la permisividad sobre la violencia machista? ¿Ha dicho la sociedad española 'hasta aquí hemos llegado' y ni una más?
Según comenta la jurista María del Mar Esquembre en una entrevista a Público, "aunque hemos avanzado mucho en los últimos años" en la lucha contra la violencia de género "aún nos queda mucho por conquistar". "Porque quienes tenemos conciencia de esos incumplimientos que se producen en las leyes" y en la lucha contra la violencia de género "no somos aún una masa crítica suficiente como para exigir responsabilidades políticas en ese sentido. Creo que hacemos mucha presión desde el movimiento feminista, pero todavía no es suficiente"
Para la socióloga Marina Subirats, donde de verdad se nota que ha habido un cambio es en Estados Unidos. La publicidad del caso Weinstein, afirma, "rompió un dique y provocó una avalancha de agua que llevaba contenida durante muchos años, que ahora sale por todas partes y no hay quién la contenga". En Estados Unidos parece que el mensaje ha calado en una parte de población que ya es "critica", "suficiente" para provocar cambios sociales.
Como recuerda Subirats, el debate sobre los abusos sexuales comenzó en Estados Unidos en los años 70 y ahora muchas mujeres están sacando a la luz pública abusos que ocurrieron hace 30 o 40 años "lo que quiere decir que todas estas mujeres han tragado y tragado años sin atreverse a hablar porque el ambiente era muy hostil".
"En España el empuje de las mujeres está, pero todavía el dique no se ha roto"
"Creo que en España no estamos aún en ese punto. El empuje de las mujeres y de los movimientos feministas está, pero todavía el dique no se ha roto. Todavía hay un fondo de machismo en nuestra cultura que hace que mucha gente se ponga del lado de los maltratadores y que se culpabilice a las víctimas de la violencia machista".
Para que esto cambie, apunta Subirats, es preciso que nuestro país más mujeres ocupen puestos de poder y que las mujeres famosas se atrevan a denunciar y que estas denuncias tengan consecuencias". Esta es una de las principales diferencias, apunta, entre lo que está pasando en Estados Unidos y lo que pasa en España. La sociedad norteamericana ha llegado a un punto en el que mayoritariamente ha dicho 'basta' y las denuncias públicas tienen consecuencias.
En los últimos meses hemos visto como Netflix ha decidido suspender de forma fulminante la serie House of cards por las acusaciones de los abusos sexuales cometidos por Kevin Spacey. El propio Harvey Weinstein fue despedido de su empresa, expulsado de la academia de los Oscars, entre otras medidas. Así está pasando con una infinidad de personajes públicos que hasta hace nada parecían tener patente de corso aunque sus abusos fueran ámpliamente conocidos. En cascada, cada caso de abusos que salta a las redes o es denunciado por víctimas están recibiendo la desaprobacíon social. Ya no se toleran los abusos y parece difícil que se pueda dar marcha atrás.
En nuestro país, según Subirats "hemos ido acumulando el rechazo pero no hemos llegado a este punto de inflexión. Tal vez estemos cada vez más cerca. Tal vez un caso llamativo que suponga la gota que colme el vaso, desborde el dique. Pero aún no ha ocurrido".
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