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El transporte aéreo de la ‘fast-fashion’ alimenta la crisis climática

En 2022, 700.000 toneladas de ropa se importaron y exportaron por vía aérea en la Unión Europea. Esto equivale a la capacidad de 7.000 aviones de carga grandes o a 20 vuelos diarios.

Miembros del movimiento ambiental global Extinción Rebelión participan en una protesta frente a la tienda de ropa Zara contra la industria de la moda rápida, la segunda industria más contaminante del mundo, a 22 de diciembre de 2021 en Buenos Aires. Alejo
Miembros del movimiento ambiental global Extinción Rebelión participan en una protesta frente a la tienda de ropa Zara contra la industria de la moda rápida, la segunda industria más contaminante del mundo, a 22 de diciembre de 2021 en Buenos Aires. Alejo Manuel Avila / ZUMA Press Wi.

Rocío Cruz

La industria de la fast-fashion o moda rápida, envía miles de toneladas de ropa por avión alrededor del mundo cada año. En 2022 fueron 700.000 toneladas de ropa las que se transportaron por vía aérea en la Unión Europea. Esto equivale a la capacidad de 7.000 aviones de carga o 20 vuelos diarios, únicamente con artículos de moda, que alimentan la crisis climática.

El sector textil mueve grandes volúmenes de mercancía tanto en el transporte aéreo como el marítimo y el terrestre. El nivel de reposición de artículos en las tiendas es muy alto y las colecciones estacionales son cada vez más breves. En 2022, la mayor parte del transporte aéreo de ropa, el 64%, procedía de España. La moda rápida es la responsable principal de estas cifras, de acuerdo con una investigación de la organización independiente Public Eye, a la que se suman Ecologistas en Acción y la Campaña Ropa Limpia.

Según información del movimiento Greenpeace, para cumplir con los plazos que la industria de la fast-fashion ha impuesto, la producción de la ropa se realiza en países que tienen condiciones laborales precarias, generalmente en el sur de Asia, como pueden ser Bangladesh, India, Camboya, Indonesia, Malasia, Sri Lanka y China. Un estudio de la Fundación Ellen MacArthur del Reino Unido, señala que la producción de textiles se duplicó en todo el mundo entre 2000 y 2015 y se espera que vuelva a duplicarse de aquí a 2030.Un modelo de negocio agresivo

Eva Kreisler, portavoz de la Campaña Ropa Limpia en España, explica, en declaraciones a Público, que el modelo de negocio de la fast-fashion “es agresivo, efímero y obliga a tener productos nuevos de forma muy rápida en las tiendas”. Kreisler añade que esto implica un uso excesivo del avión para su transporte, con la consecuente contaminación del Medio Ambiente.

Los cortos tiempos de producción y entrega permiten reducir los ciclos de la moda a unas pocas semanas. Esto genera en los consumidores la sensación de que necesiten constantemente algo nuevo para no perderse ninguna tendencia.

Inditex gestiona cada semana 32 vuelos de carga con unas 100 toneladas de ropa

Por ejemplo, desde el aeropuerto de Zaragoza, Inditex gestiona cada semana unos 32 vuelos de carga con unas 100 toneladas de ropa. Esto supone más de 1.600 vuelos al año. Cada tienda de Zara en cualquier parte del mundo (casi 6.000 tiendas) recibe ropa dos veces por semana. En 2022, la multinacional gallega marcó un nuevo récord de producción con 621.244 toneladas de textiles.Impacto ambiental y climático

A pesar de que el transporte de mercancías por vía aérea reduce los tiempos de entrega, sus emisiones de gases de efecto invernadero son 14 veces más perjudiciales para el clima que las que se transportan por vía marítima.

“Según los cálculos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), las emisiones totales del sector del transporte en 2019 fueron de 8,7 giga toneladas de CO2. De ellas, el 12% correspondieron a la aviación. Si suponemos que el 15% corresponde al transporte de mercancías, y de este el 10% a la ropa, las emisiones del transporte aéreo de moda serían de unas 16 millones de toneladas de CO2”, explica a Público David Hachfeld, uno de los creadores de la investigación de Public Eye. Hachfeld añade que si la industria textil cambiara a otros medios de transporte, “podría ahorrarse entre el 90% y el 98% de estas emisiones”. https://twitter.com/ecologistas/status/1577686360139472901?t=2hxm8PX3bm09B0lqNXb1tw&s=31

En este sentido, Pablo Muñoz, experto en el área de Transportes de Ecologistas en Acción, sostiene que el mundo no debe permitirse tener empresas “que solo vuelan con el objetivo de inflar su cuenta de resultados”.

“Los aviones que transportan textiles son más grandes y viejos, por lo que generan más emisiones de gases de efecto invernadero, difíciles de eliminar, más contaminantes atmosféricos y más ruido que los aviones que trasladan personas”, explica a Público el experto de Ecologistas en Acción.

Muñoz declara que una de las alternativas para disminuir estos contaminantes es la reducción del transporte aéreo por el traslado ferroviario, con otros tiempos y procesos más respetuosos. “El consumo abusivo y la rapidez son incompatibles con el contexto actual de crisis climática”, subraya.

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