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El suicidio es la segunda causa de muerte de los jóvenes españoles

España está registrando el mayor número de suicidios de su historia. Las cifras entre menores de 15 años se han triplicado desde 2019.

Un hombre sentado sostiene la cabeza con las manos
Un hombre sentado sostiene la cabeza con las manos. Freepik

Si estás pasando por una mala situación personal, padeces alguna enfermedad mental o tienes pensamientos suicidas, puedes recibir ayuda de tu médico de cabecera, acudir a Urgencias o apoyarte en una persona de confianza y contarle lo que te sucede.

También tienes a tu disposición la línea de atención a la conducta suicida en el 024, el Teléfono de la Esperanza (717 003 717 / 91 459 00 55) o el Teléfono contra el Suicidio (91 138 53 85).

"Escapar a un sufrimiento insoportable". Es lo que intentan las personas que se quitan la vida, según explica a Público el psiquiatra Luis de Rivera, presidente de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática. "No es que quieran morir pero, cuando llegan al punto de tomar esa decisión, es porque no ven otras soluciones o salidas. Su dolor es tan intenso que solo pueden pensar en una cosa: acabar con él", añade.

Es lo que el psicólogo Andoni Anseán, presidente de la Sociedad Española de Suicidología y de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio, llama "entrar en visión de túnel, en la que solo ves la muerte como única salida".

Una situación desesperada en que se vieron las 4.097 personas, 84 de ellas menores de 20 años, que se quitaron la vida en 2022, según los datos provisionales publicados por el INE. De hecho, 2022 ha sido el año que más suicidios se han registrado en la historia de nuestro país, seguido de cerca por 2021 y 2020.

Un problema con una raíz social

¿Eran enfermos mentales? "No necesariamente", contesta tajante el doctor De Rivera. "La idea suicida surge ante la imposibilidad de imaginar un futuro mejor, algo que puede pasarle a cualquiera ante ciertas circunstancias". Aunque existen trastornos mentales que aumentan las probabilidades, como la depresión, "una enfermedad que conlleva disfunciones cognitivas que impiden imaginar una solución o la posibilidad de arreglar las cosas", aclara.

No es algo que nos toque de lejos. Según la OMS, una de cada cuatro personas padecerá algún trastorno mental en algún momento de su vida, con la depresión en cabeza. Y entre un 5% y un 10% de los españoles han pensado alguna vez en el suicidio, de acuerdo con un estudio del Observatorio del Suicidio en España.

Ante este panorama, "echarle la culpa a la salud mental del suicida es un mecanismo de la sociedad y los medios para buscar soluciones sencillas a problemas complejos y poder echar balones fuera", denuncia Anseán. En opinión de este experto, que también dirige el Máster en Prevención del Suicidio de la Universidad Pablo de Olavide, la actual epidemia de suicidios tiene una raíz social.

¿Qué sucede con los niños y los jóvenes?

"Necesitamos sociedades más solidarias, que ofrezcan un mínimo de seguridad laboral, financiera, sanitaria", apunta. A esto se suma el aislamiento social, "una lacra que cada vez se cobra más vidas", señala por su parte De Rivera. No es casualidad que la actual plaga de soledad no deseada afecte, en especial, a los dos grupos de edad que encabezan las listas de suicidas: las personas mayores y los jóvenes.

Otro dato escalofriante tiene que ver con el aumento exponencial de los suicidios de niños y adolescentes. Las cifras entre menores de 15 años se triplicaron en España desde 2019 a 2021. Y es, a día de hoy, la segunda causa de muerte de los jóvenes entre 15 y 29 años, solo precedida por el cáncer.

¿A qué se deben estos datos tan llamativos? En opinión de Anseán, los adolescentes son los más perjudicados por el clima de incertidumbre que ha dejado la pandemia. Algo que se ve agravado por "la felicidad ficticia que promueven las redes sociales y, encima, sucede en un momento de su desarrollo evolutivo en que cualquier problema lo ven con una angustia enorme".

Una red de apoyo

¿Cómo podemos ayudar a una persona que se encuentra en esta situación? ¿Qué necesita? En la experiencia del actor Javier Martín, superviviente de suicidio y colaborador de la asociación de prevención La Baradilla, "es fundamental sentirte escuchado, comprendido". Lo peor que puede hacerse es, al contrario, restarle importancia a lo que te pasa, negar que existe una justificación para querer matarse.

Será necesario, por supuesto, recibir ayuda profesional, tanto de un psiquiatra, que puede recetar psicofármacos, como de un psicólogo experimentado. No menos importante es el apoyo social, de amigos, familia, pareja y, sobre todo, de personas que hayan pasado por la misma situación. Los grupos de terapia son, según Anseán, muy eficaces porque muestran a la persona la esperanza y el ejemplo de que se puede salir.

"Yo no quería quitarme la vida. Quería dejar de sufrir", recuerda Martín. Y es que, como recalca Andoni Anseán, "quien está al borde del abismo quiere vivir, pero no encuentra la manera de conseguirlo. Necesita ayuda. Por eso, es necesario que exista una red de apoyo, igual que sucede con cualquier otro problema social, como el maltrato, o sanitario, como el cáncer".

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