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Sanidad estudia administrar una segunda dosis a los vacunados con Janssen pese a las dudas sobre si es el momento adecuado

El debate llega sin datos que muestren que las dosis de refuerzo son necesarias y con un porcentaje de inmunización mundial muy bajo. Los expertos creen que es más adecuado vacunar a los países pobres que administrar dosis de refuerzo a la población general.

La Comunidad de Madrid comienza a vacunar contra el COVID-19 sin necesidad de cita previa en campus universitarios de la región. En la imagen, un joven recibe una dosis de la vacuna en el polideportivo de la Almudena de la Universidad Complutense (UCM), a
La Comunidad de Madrid comienza a vacunar contra el COVID-19 sin necesidad de cita previa en campus universitarios de la región. En la imagen, un joven recibe una dosis de la vacuna en el polideportivo de la Almudena de la Universidad Complutense (UCM), a 14 de septiembre de 2021. Juan Hidalgo / Efe

El Ministerio de Sanidad, las comunidades autónomas y los expertos que asesoran a las Administraciones sobre la estrategia de vacunación debatirán esta semana sobre la posibilidad de administrar una segunda dosis a los vacunados con Janssen. En principio, la vacuna de la farmacéutica Johnson & Johnson era monodosis pero ahora, mientras ha ido avanzando también el debate sobre poner una tercera dosis de las vacunas de ARN mensajero, se ha comenzado a estudiar la posibilidad de inocular esta dosis de refuerzo. En España han sido inmunizados con Janssen casi 2 millones de personas.

La parte más interesada en abrir este debate han sido la de las farmacéuticas. Desde hace meses aseguran que se deberían administrar dosis de refuerzo, aunque los expertos tienen reticencias a inocularlas a la población general teniendo en cuenta que hay escasez de vacunas en otras partes del mundo ya que solo el 1,9% de las personas en países de bajos ingresos ha recibido al menos una dosis, según los datos de Our World in Data.

En España la Ponencia de Vacunas planteó la semana pasada que se ponga una segunda dosis a los inmunizados con Janssen. La Comisión de Salud Pública no se ha posicionado aún ya que, de momento, solo ha aprobado administrar dosis de refuerzo de las vacunas de ARN Mensajero —Pfizer y Moderna— a mayores en residencias y personas con inmunidad baja. La Ponencia de Vacunas realizó esta propuesta por la aparición de brotes en Instituciones Penitenciarias durante el mes de agosto. El 90% de la población reclusa está inmunizada —la mayoría con la vacuna de Janssen— por lo que lo más común fue que los internos contagiados pasaran la covid-19 con síntomas leves. 

Pero los brotes en Instituciones Penitenciarias no fueron excepcionales ya que tuvieron lugar durante la quinta ola y, como indica el vocal de la Asociación Española de Vacunología, Jaime Jesús Pérez, las cárceles como otras instituciones cerradas como las residencias son centros en los que los virus se transmiten más fácilmente. Además, ninguna de las vacunas disponibles no impiden el contagio de la covid-19 por lo que la inmunización no impide que el virus se transmita.

¿Son realmente necesarias las dosis de refuerzo?

Hay varios estudios que muestran que la eficacia de la vacuna de Janssen es menor de la que ofrece Pfizer o Moderna. Uno de los más recientes es el realizado por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC): entre los adultos estadounidenses sin condiciones inmunocomprometidas, la efectividad de las vacunas contra la hospitalización fue en la de Moderna del 93%, en la de Pfizer-BioNTech del 88% y en la de Janssen del 71%

"Plantear ahora dosis de refuerzo es aún prematuro"

Por otro lado, un estudio preliminar de la compañía Johnson & Johson, cuyos resultados fueron publicados en el New England Journal of Medicine, señalaba que los anticuerpos neutralizantes aumentaban nueve veces más con las dosis de refuerzo. Los resultados finales aún no están disponibles.

Sin embargo, estos datos no implican que exista una "necesidad" de administrar segundas dosis, como explica el médico e investigador de la Universidad de Leicester Salvador Macip. "Seguramente que en algún momento sea necesaria. Eso es previsible, pero plantear ahora dosis de refuerzo es prematuro. Las vacunas disponibles lo que hacen es frenar los casos graves y las muertes. Para saber si otra dosis es necesaria —porque la eficacia está disminuyendo— habría que estudiar si la mortalidad está aumentando entre las personas que se vacunaron hace más tiempo", explica a Público.

Pérez, además, considera que hay que tener en cuenta la población que se ha inmunizado. Las dosis de refuerzo de Pfizer y Moderna irán destinadas a la población más vulnerable a la enfermedad de la covid-19 mientras que las personas que recibieron Janssen no lo son, ya que fue destinada principalmente a grupos que tienen entre 40 y 70 años. Por esto, no serían especialmente necesarias y hay "margen de tiempo" para poder esperar y tomar la decisión cuando se publiquen más estudios.

Otro debate es que en España no se descarta que, si se decide administrar segunda dosis, se combinen vacunas. Esto fue lo que decidió ya Sanidad con la segunda dosis de AstraZeneca para menores de 60 años cuando se indicó que la regla general debía ser completar la pauta con Pfizer. Aquí los expertos tienen valoraciones distintas. Macip cree que es "prematuro" porque aún no hay evidencia sólida sobre esto y que posiblemente en el futuro sea útil cuando se terminen varios estudios que se están realizando. Por otro lado, Pérez considera que ya se ha probado que las pautas mixtas con, por ejemplo AstraZeneca, son "seguras y efectivas" por lo que esta opción es "perfectamente posible y probable".

La alternativa: garantizar la vacunación mundial

Sin embargo el debate sobre las dosis de refuerzo no acaba aquí porque los expertos no tienen dudas de que en un contexto de disponibilidad de vacunas se deberían administrar. El problema es que realmente faltan vacunas en el mundo y que no se puede abordar este asunto solo desde una perspectiva nacional.

El debate de dosis de refuerzo existe porque "hay un excedente de vacunas en los países ricos"

De hecho, Macip considera que este debate se tiene porque existe un excedente de vacunas en los países ricos: "Para plantear esto tendríamos que estar seguros de si sirve para algo pero como hay un exceso de vacunas se debaten cosas que, si las organizáramos mejor, servirían más como serían mandar estas vacunas a los países que no tienen". Esto es, además, un "fallo de organización" y que Macip cree que "no se tendría que permitir".

Pérez comparte el planteamiento del investigador y señala que este es el "principal motivo" por el que habría que esperar para tomar esta decisión. "Desde una perspectiva nacional es muy fácil resolver el problema, pero si miramos al resto de países tenemos que ser más rigurosos", concluye. 







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