Tras meses de debate, y presión por parte de las familias, sobre la prohibición del móvil en las escuelas e institutos, la Generalitat ha aprobado una normativa que regula el uso de estos aparatos en los centros educativos catalanes. A grandes rasgos, prohibirá su uso libre en primaria y lo restringirá en la secundaria. Así lo ha anunciado la consellera de Educació, Anna Simó, después del Consell d'Executiu de este martes.

Según la nueva normativa, que entrará en vigor el próximo curso, a partir de septiembre,  los móviles no se podrán utilizar en los centros y aulas de la primaria e infantil. En los institutos, la medida será más flexible, ya que se podrán utilizar de forma excepcional cuando el docente lo diga, para realizar alguna actividad lectiva, siempre priorizando el ordenador portátil. Así pues, el alumno podrá llevar el móvil, pero tendrá que apagarlo cuando entre en el instituto.

La normativa establece que la prohibición del móvil se extiende por doquier, también durante las horas no lectivas, desde las clases hasta la hora del patio, el comedor, las horas de acogida y las actividades extraescolares. "Presentamos una regulación clara con el objetivo de fijar un marco común y que no interfiera en el aprendizaje de competencias digitales de los alumnos", ha apuntado Simó.

¿Y en el bachillerato y FP?

En el caso de la educación postobligatoria, como bachillerato o grados de FP, también se limita el uso del móvil, pero sólo en el tiempo lectivo. Por lo tanto, el teléfono se podrá utilizar en horarios no lectivos. Dicho de otra forma, se podrá utilizar en el patio o en los pasillos del centro.

En cuanto a las penalizaciones, cada centro tendrá libertad para imponer las medidas correctoras o sanciones que considere. En caso de incumplimiento de las normas, el Govern contempla una valoración de la gravedad de la falta (leve, grave o muy grave) y una posible sanción o medida correctiva.

Simó ha pedido la colaboración de las familias, que también "son corresponsables del uso del móvil que hace cada alumno", y ha reflexionado que la educación no puede ser ajena a la realidad del mundo digital, desatascando la necesidad de hacer que los más jóvenes sean competentes también en ese ámbito.

Hasta ahora, cada escuela o instituto podía decidir con autonomía cómo gestionar el uso de los móviles personales en el centro y en las aulas. La Generalitat recomendaba restringir al máximo los móviles a los institutos. Pero ante la disparidad de criterios en función del centro, el Departament d'Educació ha decidido fijar un marco general basándose en el documento guía aprobado por el Consejo Escolar de Catalunya el pasado mes de diciembre.

La presión de las familias

Aunque hace tiempo que es una cuestión que está sobre la mesa, el tema de los móviles en las escuelas ha ganado protagonismo desde el pasado noviembre, cuando un conjunto de padres y madres del barrio de Poblenou de Barcelona pusieron en marcha una iniciativa para retrasar la entrega de los smartphones hasta los 16 años. En un principio era un chat de WhatsApp, pero pronto se convirtió en un grupo de Telegram que acumulaba miles de usuarios.

El grupo inicial se llamaba "Poblenou, Adolescencia Libre de Móvil", pero después del exitoso recibimiento se cambió a "Adolescencia Libre de Móvil". Forman parte diversas asociaciones de familias de alumnos (AFA) y también existen otros grupos territoriales (Girona, Terrassa, Cardedeu u otros distritos de Barcelona) con un buen número de seguidores.

Según la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), en 2021 los adolescentes de entre 13 y 17 años pasaban de media ocho horas al día frente a una pantalla , y el 77% no tenían ningún límite de tiempo en el uso del móvil.