Este artículo se publicó hace 8 años.
Las mujeres del Quijote toman la palabra
'Quijote. Femenino. Plural' es una obra de teatro que da voz a algunas protagonistas
del famoso libro de Cervantes. Estará hasta el 1 de mayo en el teatro Español.
-Actualizado a
MADRID.- El Quijote hace mención a cerca de 200 mujeres que van desde diosas y ninfas hasta todo tipo de personajes reales. De todas ellas, un total de 39 forman parte de la acción y de entre ellas 15 fueron las elegidas para protagonizar a cada uno de los roles que componen Quijote. Femenino. Plural, una revisión escénica de la obra de Cervantes enfocada a dar voz al género femenino que acompaña en algún momento de la historia al caballero de la triste figura. La obra, que se estrenó en 2005 en los teatros del Canal para conmemorar el 400 aniversario de la primera parte del Quijote, se representa hasta el 1 de mayo en el teatro Español.
11 años han pasado desde que en 2005 varias profesoras de universidades españolas, principalmente de Madrid, se dieron cuenta de que los personajes femeninos del Quijote no habían sido convenientemente estudiados, salvo algunos intentos aislados de expertas como Concha Espina o María Zambrano el siglo pasado. Estas académicas, lideradas por la investigadora y escritora Fanny Rubio, llegaron a la conclusión de que había que profundizar en los personajes femeninos y que además éste era un terreno por explorar, así que se pusieron de acuerdo para llevar a cabo una serie de publicaciones y de congresos sobre el tema.
'El Quijote' hace mención a cerca de 200 mujeres que van desde diosas y ninfas hasta todo tipo de personajes reales
Pero la cosa no quedó ahí, las académicas quisieron ponerle voz a algunas de las mujeres que aparecen en el Quijote, (a todas era imposible por una cuestión de tiempo) y llamaron a la actriz Ainhoa Amestoy, que por aquel entonces tenía 28 años. “Querían que la iniciativa tuviese una participación artística y recurrieron a algunos creadores de artes escénicas y plásticas para que diésemos una visión teatral de este tema e ideé en un principio un monólogo.” La obra de teatro tuvo su recorrido, y quedó en el trastero hasta el año pasado, que se celebró el 400 aniversario de la segunda parte del Quijote y este 2016, que se conmemora la muerte del escritor.
La versión de ahora es diferente. Y lo es porque Amestoy también ha cambiado. Ahora tiene 38 años y ve el mundo con otros ojos que cuando le ofrecieron el proyecto en 2005. “Además, es un momento social y político distinto. Consideramos que no era suficiente con una voz y nos pareció interesante en un momento en el que la solidaridad entre mujeres es necesario pasarlo de monólogo a diálogo y adaptarlo al siglo XXI”.
¿Cómo retrataba Cervantes a las mujeres? ¿Era machista? “No diría que es machista. Cervantes está en una situación muy particular porque está rodeado de mujeres en su vida, entonces conoce muy bien la perspectiva femenina y la acepta. Hay mujeres muy importantes en su vida como su propia madre que le marcan. Es por ello que no toma una perspectiva machista ni en el Quijote ni en otros textos.”, responde Amestoy.
"Las mujeres que rodean a Cervantes eran ilustradas, sabían leer y no solamente textos religiosos, que era lo habitual en la época"
Esta producción, asegura Amestoy, se fija en el Quijote pero también en todo el universo cervantino de sus otras obras de teatro. Como Numancia, que se representa también en el teatro Español dirigido por Juan Carlos Pérez de la Fuente. “Las mujeres que rodean a Cervantes eran ilustradas, sabían leer y no solamente textos religiosos, que era lo habitual en la época, sino que sus lecturas iban mas allá. Exceptuando a cinco o seis personajes analfabetas del libro, las demás tenían conocimientos. Vemos a mujeres curiosas y así hemos querido retratarlas. Así hemos querido que sea nuestro personaje principal, la hija de Sancho. La curiosidad es uno de los primeros pasos para el aprendizaje.”
Este personaje, por orden de su madre va a seguir a Sancho y a Quijote en su periplo. Las historias que le cuentan las mujeres con las que se cruza en su camino hacen que madure y descubra que más allá de su pueblo y de sus deseos hay muchas mas oportunidades. “Nos quedamos con esa perspectiva optimista. Además, el público agradece un tipo de obra como esta que te llena de energía y te lanza al mundo. Es curioso cómo empatizan las mujeres actuales con estos cuentos y la conclusión es que todavía tenemos mucho que ganar. Estamos desfavorecidas frente a los hombres, sentimos ese paralelismo con las historias de Cervantes porque tenemos que convencer y llegar a ciertas metas. Tenemos que conseguir esa igualdad que favorezca que las mujeres podamos acceder a puestos de responsabilidad, que en las bajas no seamos nosotras las que renunciemos a trabajar a jornada completa, y tenemos que imponernos tal y como lo hicieron las mujeres cervantinas", concluye Amestoy.
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