La última campaña publicitaria presentada por el Ministerio de Consumo busca concienciar a la juventud de los graves efectos en el medio ambiente de la conocida como fast fashion. Este concepto denomina la tendencia de la industria de la moda de producir grandes volúmenes de ropa que se introducen en el mercado en lapsos muy cortos de tiempo. Frente a las antiguas colecciones de primavera/verano y de otoño/invierno, a día de hoy las tiendas de ropa renuevan continuamente su stock, lo que fomenta el consumo masivo. 

Bajo el lema "Presume de armario sostenible", el ministerio ha lazando este miércoles un anuncio que muestra a tres jóvenes que, a pesar de haber asumido en su día a día prácticas sostenibles como ahorrar agua o reciclar, no son conscientes del impacto medioambiental de la ropa que usan. 

El anuncio se trata de un experimento documental que quiere contraponer el discurso de los tres protagonistas con la cantidad de ropa que tienen en sus armarios. Para ello, los jóvenes filman su colección de abrigos, zapatos, camisetas y demás prendas, explicando con qué frecuencia suelen utilizar cada una de ellas. Poco después, los protagonistas de estas grabaciones son convocados a una nueva cita en la que se les muestran vídeos de vertederos con montañas de ropa. 

El objetivo del spot publicitario es mostrar la reacción real de los tres protagonistas al reflexionar sobre los verdaderos estragos medioambientales de la industria de la moda. Desde el Ministerio de Consumo, se quiere promover una reacción similar por parte de la juventud, que encarna la generación más concienciada con los problemas medioambientales. 

"Presume de armario sostenible" se enmarca dentro de las acciones de información, concienciación y divulgación que el departamento dirigido por Alberto Garzón lleva realizando desde el inicio de la legislatura en favor de una
nueva forma de producir y consumir.

La masiva producción característica de la industria de la moda va totalmente en contra de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados por las Naciones Unidas. En concreto, desde el Ministerio recalcan el impacto negativo del funcionamiento de la industria con respecto a los objetivos relacionados con el consumo de agua, buenas condiciones laborales y producción y consumo responsable.