Miles de personas se manifestaron este domingo en Santiago para protestar por la gestión de la Xunta en la crisis de los pellets del mercante Toconao y para reclamar al Ejecutivo gallego que ponga de inmediato medidas en defensa de las rías y del sector pesquero y marisquero, que lleva años denunciando la desidia en la vigilancia y el control ambiental de las costas gallegas.

Bajo el lema "En defensa do noso mar" ("En defensa de nuestro mar"), la concentración estuvo apoyada por un total de 125 colectivos ecologistas, organizaciones profesionales, cofradías de pescadores y mariscadoras, voluntarios que llevan un mes recogiendo pellets en las playas sin ayuda institucional, asociaciones vecinales y culturales, así como los principales sindicatos del país —CIG, CCOO, UGT y CUT—.

La marcha dio comienzo en la Alameda Compostelana, en el límite entre la zona nueva y el casco antiguo de la ciudad, y llegó a la plaza del Obradoiro, frente a la catedral. Allí, se leyó un manifiesto en el que se repitió el lema que coreaban los manifestantes: "Nunca Máis" ("Nunca más"). Sobre esta consigna se estructuró, hace 21 años, la respuesta ciudadana a la crisis de la marea negra del Prestige.

El acto estuvo conducido por la actriz Isabel Risco, con música de Zeltia Irevire. El manifiesto lo leyeron tres mujeres: María Porto Maneiro, presidenta de la Agrupación de Mariscadoras a Pé de Carril (Pontevedra); Sandra Lorenzo y Sandra González Pousada, dos de las centenares de voluntarias que recogen estos días los restos del vertido, autoorganizándose mediante grupos de Whatsapp.

"La llegada masiva de pellets ha mostrado una vez más cómo la Xunta de Galicia minimiza los problemas, ignora los datos científicos y no resuelve más que con mentiras e incompetencia", dijeron.

En la marcha también estuvieron miembros del Comité Intercentros de la Corporación Radio y Televisión de Galicia (CTVG), que apoyó expresamente la protesta. 

Los trabajadores de la CTVG han denunciado la oleada de mentiras y manipulación que, a su juicio, ha desarrollado la dirección política de los medios públicos de comunicación de Galicia para ocultar la trascendencia del vertido y la inacción de la Xunta, siguiendo una estrategia partidista destinada a proteger los intereses electorales del PP de cara a los comicios autonómicos del próximo 18 de febrero.

"Este Prestige de guante blanco, cuyos efectos nocivos perdurarán décadas en el medio, muestra el fracaso de todo lo que se debía haber aprendido hace 20 años, y el de los sistemas operativos de seguridad marítima, tanto del Salvamento Marítimo dependiente del Estado español como del Servicio de Guardacostas dependiente de la Xunta de Galicia", continuó el manifiesto.

"Estamos aquí para reclamar a la Xunta y al Estado coordinación para actuar, transparencia en la información, la retirada de los sacos de pellets en el mar y la aportación de medios para recogerlos en la costa", afirmaron los convocantes.

Además, pidieron medios de protección adecuados para los voluntarios, contenedores específicos para depositar los pellets y "transparencia sobre la toxicidad de los materiales y sus efectos sobre la salud y los ecosistemas marinos".

"No podemos permitir que nuestro mar, que los océanos, se conviertan en un vertedero de plásticos. Exigimos a la Unión Europea y a la Organización Marítima Internacional que declaren los pellets de plástico como una mercancía peligrosa", añadieron.

La manifestación se produce sólo cuatro semanas antes de que se celebren las elecciones autonómicas. La crisis de los pellets ha llevado al PP el miedo a que las dudas sobre la gestión de Rueda y las mentiras y las declaraciones incongruentes de sus conselleiros motiven de nuevo la indignación ciudadana y promuevan una movilización masiva del voto de izquierdas.

Rueda había planteado una campaña de perfil bajo, en la que pretendía suplir su falta de carisma y conocimiento del electorado mostrando una imagen amable e incluso socarrona. Pero esta estrategia se ha venido abajo ante la indignación ciudadana derivada de la constatación de que su Gobierno actuó tarde y mal frente al vertido, intentó ocultarlo y, posteriormente, se limitó a echar balones fuera, responsabilizando al Gobierno central.

Antes de que el vertido se convirtiera en portada de los telediarios y periódicos estatales, las encuestas auguraban que el PP perdería entre dos y tres escaños de su mayoría absoluta —tiene 42 en un Parlamento de 75 diputados—.

En la marcha también se pudo ver a las líderes de la oposición gallega y candidatas a la Xunta: Ana Pontón, del Bloque Nacionalista Galego (BNG); José Ramón Gómez Besteiro (PSOE), Marta Lois (Sumar) e Isabel Faraldo (Podemos). También estuvo la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.