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George Floyd Miles de personas antirracistas marchan por el centro de Madrid desde la embajada de EEUU para denunciar la muerte de George Floyd

Unas 3.000 personas han abarrotado la calle Serrano para denunciar la violencia policial estadounidense tras el asesinato de George Floyd, en Minnesota. Con mascarillas e intentando respetar las distancia de seguridad, los antirracistas han terminado marchando hasta la Puerta del Sol.

Manifestantes en la Puerta del Sol durante la concentración convocada en Madrid por la Comunidad negra africana y afrodescendiente en España (CNAAE) contra el racismo, tras la muerte del ciudadano afroamericano, George Floyd, durante su detención por la p
Manifestantes en la Puerta del Sol durante la concentración convocada en Madrid por la Comunidad negra africana y afrodescendiente en España (CNAAE) contra el racismo, tras la muerte del ciudadano afroamericano, George Floyd, durante su detención por la policía de Minneapolis. EFE/ Rodrigo Jiménez

La embajada de Estados Unidos en Madrid ha amanecido blindada por la Policía Nacional este domingo 7 de junio. Una concentración convocada por la Comunidad negra, africana y afrodescendiente en España (CNAAE) auguraba un seguimiento masivo en la movilización para condenar el racismo institucional y en recuerdo de George Floyd, asesinado por un policía estadounidense al asfixiarle mientras le reducía en el suelo, en Minnesota.

El aforo: 200 personas. El enclave: la acera frente a la embajada, vallada y con una férrea presencia policial. Ni una ni otra premisa se han podido cumplir. En torno a 3.000 personas, la totalidad de ellas con mascarillas, se ha agolpado al final de la madrileña calle Serrano para reivindicar la violencia policial estadounidense, aunque también se han coreado algunos cánticos relacionados con el racismo institucional que impera en España, según aseguran colectivos como el Sindicato de Manteros.

Clavando la rodilla en el suelo y levantando el puño, los congregados han guardado varios minutos de silencio en honor Floyd, el último afroamericano asesinado a manos de un agente policial blanco de EE.UU. El "I can’t breath" ("no puedo respirar", en castellano), algunas de las últimas palabras que la víctima pudo decir mientras el policía le asfixiaba, ha resonado en repetidas ocasiones, recordando así la saña con la que el policía acabó con la vida de Floyd. Al mismo tiempo, decenas de personas racializadas se han tumbado boca abajo en el suelo con los brazos cruzados a sus espaldas, a modo de performance, dando una imagen que la mayoría de los asistentes no se han querido perder.

A su vez, la cobertura mediática de la protesta también se ha internacionalizado, estando presentes canales estadounidenses como CNN. En este sentido, las convocatorias de la CNAAE se han repetido en, al menos, diez localidades de España; al igual que está sucediendo alrededor de Europa.

Pasadas las 12 de la mañana, más de una hora después del inicio de la movilización, los congregados han empezado a subir la calle Serrano, dejando a la derecha la plaza de Colón y dirigiéndose hacia la Puerta de Alcalá, desde donde han bajado a la plaza de Cibeles para dirigirse a la meca de las reivindicaciones sociales, el kilómetro cero del país, la Puerta del Sol.

De concentración a manifestación

Un largo recorrido en el que el cordón de seguridad de la propia manifestación se ha afanado de forma constante en decir a las personas presentes que intentaran guardar la máxima distancia de seguridad posible, incluso invitando a dejar de fumar a aquellos que se habían apartado la mascarilla de la boca para ello.

Cánticos como "la ley de extranjería mata cada día", "policía asesina" y "ninguna persona es ilegal", han acompañado al ya globalizado "blacks lives matter" por una de las calles más ricas de la capital. De hecho, algunos vecinos del barrio de Salamanca, sorprendidos por la movilización, han esperado a que pasaran las miles de personas que en ese momento desfilaban por los carriles de la calle para continuar con su paseo matutino.

Este domingo, los comercios de grandes y lujosas marcas de la calle Serrano han visto pasar por delante de sus escaparates una marabunta de antirracistas clamando por “ni más, ni menos, los mismos derechos”, tal y como han coreado los asistentes en diferentes momentos. Sin ningún tipo de incidente, altercado o enfrentamiento, los miles de asistentes no han cejado en su empeño de denunciar la violencia policial a la que las personas racializadas se ven sometidas en su día a día. Una realidad demasiado cotidiana y que ha estallado con la tortura que infligió un policía de Minnesota a George Floyd, llegando a matarle justo después de que el afroamericano le dijera en repetidas ocasiones "I cant’t breath".

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