La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, presentó el 17 de diciembre de 2021 a bombo y platillo la máquina más avanzada de España en el tratamiento del cáncer. La MR Linac Unity, como se llama el aparato, se encuentra en el Hospital Carlos III, centro adjunto al complejo de La Paz, en Madrid, y desde que se puso en funcionamiento tan solo ha tratado a 14 pacientes, 12 de ellos en el año 2022.

Un rendimiento sensiblemente inferior al que hacen de la misma máquina en otros hospitales del mundo. Por ejemplo, el hospital Gangnam Severance de Seúl (Corea del Sur) detalla que ha tratado a 390 pacientes desde que la puso en marcha en agosto de 2021 y un hospital público de Australia, Austin Health, alcanzó hace poco los mil pacientes atendidos desde junio de 2021. Acercándonos a España, el hospital Sacro Cuore Don Calabria de Verona (Italia), donde se ha formado el personal de La Paz en el uso de este equipo, informa en su propia página web que en poco menos de un año ha realizado más de mil tratamientos a 160 pacientes. 

La máquina cuesta nueve millones de euros, que fueron donados a la Comunidad de Madrid por el multimillonario Amancio Ortega a través de su fundación. El día de su presentación ante los medios de comunicación, Ayuso sacó pecho y destacó que era un sistema "único en España, un verdadero reto tecnológico, de los más avanzados, si no el más avanzado del mundo en esta precisión". 

"El cáncer afecta a 32.000 madrileños y este va a ser un gran avance para ese 60% que necesita radioterapia", continuó y puso en valor que "la puesta en marcha de todo este equipo sitúa al hospital La Paz como el de mejor dotación tecnológica de toda España y referente en Europa".

La MR Linac Unity utiliza una tecnología avanzada para el tratamiento de radioterapia para distintos tipos de cáncer, ya que usa la resonancia magnética para obtener en directo una imagen precisa de la zona donde se aplicará radioterapia con el fin de destruir las células cancerígenas con una mayor precisión que las máquinas que usan los rayos X. Además de actuar contra la zona cancerígena con una mayor nitidez y dejar menos secuelas en los pacientes, también permite reducir las sesiones necesarias. La máquina logra hacer en siete sesiones de tratamiento lo que las antiguas máquinas hacen en 25.

La Consejería de Sanidad han asegurado a ElDiario.es que a estos 14 pacientes se les han realizado un total de 148 sesiones. Uno de los pocos privilegiados pacientes que ha recibido tratamiento con la máquina, según informa El País, es un directivo de la cúpula del hospital. Unos datos que contrastan con el uso de las máquinas de tecnología anterior que funcionan en La Paz, que en un día normal son usadas por más de 30 pacientes cada una.

Una portavoz del hospital justifica la infrautilización del aparato a este último medio en que "requiere de personal muy cualificado, con una formación muy específica que trabaja con un equipo que no existe en ningún otro centro de España", que añade que "la curva de aprendizaje para el uso de este equipo es de aproximadamente dos años, de acuerdo con los estándares establecidos en la última reunión mundial celebrada en Suiza". Sin embargo, en otros países esa curva de aprendizaje se ha reducido notablemente y sí están aprovechando la máquina con un rendimiento adecuado.

Tampoco sería un problema para la MR Linac Unity el tipo de cáncer a tratar, ya que según expone Elekta, la empresa sueca que la comercializa, el equipo sirve para más de 40 tipos de cáncer, entre ellos próstata, hígado, recto, páncreas y linfomas.

Personal del hospital La Paz afirma a Público que la máquina cuenta con una dotación de ocho trabajadores, que han sido formados en el extranjero. Unos trabajadores que podrían estar realizando hasta diez tratamientos al día, lo que se traduciría en más de 200 pacientes al año. Unos datos muy superiores a los 14 que se han atendido hasta la fecha.

Riesgos psicosociales

Esta ínfima utilización entronca con una situación de conflicto laboral en el servicio, como denuncian los sindicatos del hospital. Según ha podido saber este diario, el servicio de Oncología Radioterápica, cuya jefa de servicio es Rosa Morera, está sufriendo un alto número de bajas de larga duración por motivos psicológicos entre médicos y técnicos que manejan los aparatos.

En concreto, hay 19 técnicos de radioterapia y 13 de ellos están recibiendo asistencia en salud mental. "Se ha hecho una valoración de riesgos psicosociales, con resultados nefastos", apunta un delegado sindical, que avanza que se están planteando acudir a Inspección de Trabajo para interponer una denuncia por riesgos psicosociales.