El Orgullo Crítico ha reunido este viernes a miles de personas en Madrid bajo el lema Contra el genocidio y el lavado rosa colonial, aitransmaribibollo radical, con el que han aunado las reivindicaciones LGTBI y la denuncia de la "la masacre perpetrada por Israel contra el pueblo palestino".

Este año, Orgullo Crítico (que reúne a organizaciones LGTBI+ que propugnan la no mercantilización del Orgullo con una perspectiva política, transfeminista, antifascista y antirracista) ha organizado la convocatoria junto a la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina y el Grupo de Madrid de la campaña internacional Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel.

Durante la manifestación se han podido escuchar consignas tanto en favor del colectivo LGTBI como en contra de la guerra de Palestina.

Y aunque algunas gotas de lluvia han ensombrecido el cielo, el ambiente no ha decaído gracias al ritmo de la charanga y las cientos de banderas, tanto de Palestina como de los distintos grupos que conforman el colectivo, que han ondeado por las calles de Madrid.

Asimismo, muchos de los asistentes se han mostrado sorprendidos con un imponente globo de unos tres metros de largo y con forma de bomba, en el que se leía Fin al comercio de armas con Israel.

"No tenemos un orgullo sin reivindicación, no creemos en un orgullo mientras está habiendo un genocidio", ha destacado en declaraciones previas a la manifestación Lur, portavoz del Orgullo Crítico.

"Bajo el genocidio, bajo el apartheid hacia el colonialismo, bajo la ocupación de Palestina, Israel utiliza el Lavado Rosa para crear una imagen normalizadora", ha criticado, por su parte, Hania Faydi, del Grupo de Madrid de la campaña internacional Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel.

El Orgullo Crítico pretende recuperar el "carácter político y transgresor" del que, según la asociación, se ha despojado la marca MADO (Madrid Orgullo), quien se encarga de organizar el Orgullo.

"El resultado de que la organización de una fecha como el Orgullo la organice un grupo de empresarios es que progresivamente se ha ido despojando a esta celebración de su intrínseco carácter político y transgresor, convirtiendo nuestras luchas en un nicho de mercado, en poco más que un gran desfile, abarrotado de marcas de publicidad", ha criticado el Orgullo Crítico.