Este artículo se publicó hace 8 años.
La fiscal del caso Madrid Arena: "Las conductas fueron negligentes causando la muerte de cinco jóvenes"
Ana Muñoz, representante de la Fiscalía de Madrid, asegura en su informe definitivo que la tragedia en la fiesta de Halloween la noche del 1 de noviembre de 2012 "no fue un mero accidente ni una fatalidad, fue una imprudencia". Además considera acreditado el sobreaforo: el empresario Flores vendió 16.661 entradas frente al aforo de 10.000.
MADRID.- La representante de la Fiscalía de Madrid en el juicio por la tragedia del Madrid Arena ha aseverado este martes que "todas las conductas" de los acusados en la vista oral fueron "descuidadas y negligentes", creando "un peligro para la vida de los asistentes y causando la muerte de cinco jóvenes".
Así lo ha manifestado la fiscal en la exposición de su informe de conclusiones definitivas en la fase final de la vista oral por la muerte de cinco chicas la noche del 1 de noviembre de 2012 durante la celebración de la fiesta de Halloween organizada por Miguel Ángel Flores en el Madrid Arena.
"Creían que el organizador obraba de buena fe. No fue un mero accidente ni una fatalidad, fue una imprudencia", ha reseñado la representante del Ministerio Fiscal que ha mencionado el nombre de las chicas fallecidas: Katia Esteban, Rocío Oña, Cristina Arce, Belén Langdon y María Teresa Alonso.
En un primer resumen de los hechos, la fiscal Ana Muñoz ha expuesto que hay tres tipos de delito. El primer de ellos se refiere a "la conducta principal" de Flores, el promotor del evento, por el sobreaforo al quedar acreditado que se vendieron casi 17.000 entradas. Flores se enfrenta a una petición fiscal de cuatro años de prisión por cinco delitos de homicidio imprudente grave.
"El causal en cuanto al resto de los acusados, ya que debían de velar por la seguridad de los invitados y el negligente en lo relativo a los médicos por la muerte de Katia Esteban y Rocío Oña", ha recalcado. La pasada semana, la fiscal rebajó de dos años y medio a un año y seis meses de cárcel la pena solicitada para los doctores Viñals, Simón y su hijo.
También rebajó la petición de condena al director general de Diviertt, Santiago Rojo; al jefe de personal de Diviertt, Miguel Ángel Morcillo, y al jefe de equipo de Seguriber durante la fiesta, Jose Antonio Díaz Romero. La fiscalía no acusa al exjefe de la Policía Municipal de Madrid Emilio Monteagudo.
En su informe, ha expuesto que Flores vendió 16.661 entradas frente al aforo de 10.000, sin llevar ningún tipo de control sobre la venta y vendiendo tickets antes de que se firmara incluso el contrato con Madrid Espacios y Congresos (Madridec).
Además, ha recalcado que hubo entradas grupales, conforme a los testigos, y que las urnas de las entradas -halladas en el pabellón satélite- no fueron manipuladas, ya que el Grupo V de Homicidios hizo un reportaje fotográfico. Flores en instrucción trató de impugnar el recuento de entradas, alegando que se rompió la cadena de custodia.
A continuación, ha explicado respecto a los hechos que se imputan a los empleados de Kontrol 34 y Seguriber las irregularidades en las requisas para acceder en el pabellón municipal sin hacer una verificación de las entradas. "El control de acceso fue precario e inexistente", ha aseverado agregando que se dejaron pasar a menores.
Otro de los hechos controvertidos, según el fiscal, fue la apertura del portón de mercancías y otras puertas de emergencia. "La apertura dio lugar a la aglomeración", ha dicho indicando que Francisco del Amo dio la orden de abrir el portón de Cota 0.
Por este acceso, se colaron cerca de 3.500 jóvenes, un hecho que provocó que la pista se masificará en pocos minutos. "El portón se abrió por decisión de Del Amo, Romero y Rojo", ha aseverado.
Seguidamente, ha expuesto que Morcillo fue el encargado de abrir el muelle Mónico, otro de los accesos por donde entró gente sin control. "Madridec debía haber autorizado estas entradas. Se tenían que haber distribuido al público entre las diferentes plantas. El evento se tenía que haber paralizado", ha dicho.
"Lo que no puede hacerse, lo que no tiene sentido, es que cuando estaba prevista la entrada por un lugar y se improvisó por otro. Esto contribuyó a la masificación de la pista", ha recalcado.
Tras ello, se ha preguntado si había algún interés en que la pista estuviera llena, aludiendo a que el objetivo era que el dj Steve Aoki pudiera hacer su número de la barca para ir encima de ella por encima del público. Así, ha citado que varios testigos confirmaron que finalmente el número de la barca se llegó a realizar.
Otro de los puntos sobre los que ha hablado es la falta de distribución del aforo por plantas, algo que debe venir en la licencia de funcionamiento. Sin embargo, el Madrid Arena carecía de licencia. Al respecto, ha dicho que los controladores de acceso debían haber controlado esta distribución.
Citando el reglamento legal en este tipo de eventos, ha señalado que se atribuye al personal de acceso el controlar el tráfico de las personas para el evento. "Los 75 controladores -aportados por Flores para el evento- les debían haber correspondido controlar el aforo según su decreto", ha dicho sobre esta materia.
En cuanto al cierre de los vomitorios, ha dicho que hay abundante prueba que acredita que muchos estuvieron cerrados durante el evento y que las personas con chalecos amarillos -personal de Kontrol 34- eran quienes custodiaban estos accesos, sacando con "malos modos" al público.
Según lo que muestran las cámaras, conforme a lo dicho por la fiscal, sólo dos vomitorios estaban abiertos. Uno de los testigos manifestó que las puertas de los vomitorios estaban precintadas y con candados, una situación que verificó la Policía durante la inspección ocular.
"Se trataban de vías de evacuación según el plan de autoprotección. El hecho de que estuvieran abiertas lo exige el sentido común. Es disuasorio para el asistente ver un precinto. Esta norma se ha infringido. Esto influyó indudablemente, con el sobreaforo. Tuvo relevancia crucial para masificación lo que provocó que la gente se agobiara y quisiera abandonar la pista", ha aseverado.
"El cierre de los vomitorios fue una medida inadecuada. ¿Quién tiene la responsabilidad? Eran los controladores de acceso. Son los controladores los responsables y los coordinadores de seguridad Seguriber Juan José Paris Nalda y Raúl Monterde. Según el plan de vigilancia, describe estas funciones como vigilar el funcionamiento de los medios de apoyo", ha dicho.
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