Este artículo se publicó hace 8 años.
Ocho recetas zaragozanas para la igualdad de género
La concejalía de Igualdad impulsa un plan para minar las discriminaciones de género con acciones en ocho ámbitos y que por vez primera contempla campos como la diversidad LGTBQ, el igualitarismo masculino o acciones en el plano laboral
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ZARAGOZA .- “Las instituciones tienen capacidad de crear conciencia y nuestra intención es ir trabajando poco a poco para que las actitudes vayan cambiando”, explica la concejala de Igualdad de Zaragoza, Arantza Gracia, cuyo departamento está ultimando las líneas del plan de igualdad de género que el equipo de gobierno de ZeC (Zaragoza en Común) prevé tener aprobado antes de que acabe el año.
Su intención es que para entonces ya hayan sido incorporadas las aportaciones del proceso de información pública que comenzará en septiembre y que eso permita incluir en el presupuesto de 2017 partidas para financiar las primeras líneas. “Pretendemos elevar la política de mujer al nivel de otras como la de juventud”, señala. Eso permitirá impulsar servicios como la Casa de la Mujer, que a principios de esta legislatura, explica, estaba “depauperado, con recortes en el presupuesto y mermas en la plantilla. Trabajaban con una carencia de medios terrible”.
El Plan de Igualdad de Zaragoza llegará después de iniciativas como la coordinación de iniciativas entre la Casa de la Mujer, las casas de juventud y los centros cívicos de los barrios, y la potenciación de la primera de esas instituciones en materia de formación, que acogió en el primer semestre de este año 22 cursos de empleo, relaciones laborales y personales y equidad-, en los que participaron 344 mujeres y 11 hombres.
Uno de los dos pilares en los que se basa el plan es el estudio de cuidados personales y del hogar; el otro, las conclusiones de ocho foros de debate sobre temas específicos: Violencia machista, Cuidados y corresponsabilidad, Formación y empleo, Participación y empoderamiento, Vivienda, Visibilidad, Diversidad afectivo-sexual y Hombres para la igualdad. “Estamos en fase de borrador, pero trabajando con intensidad”, anota Gracia, reacia a adelantar los contenidos de cada uno de ellos.
Las dos últimas líneas de trabajo son novedosas en Zaragoza. “La parte referente a LGTBQ es indispensable”, señala. Incluirá actuaciones informativas en el Centro Municipal de Salud y en el Cipaj (Centro de Información Juvenil).
“Es necesario plantear otros modelos de masculinidad”, anota, en referencia al programa de Hombres por la Igualdad, en el que enmarca líneas como trabajar por la ruptura de los roles de género a través de la inclusión de cláusulas sociales en las contratas municipales.
Algunas de las aprobadas el pasado viernes por la junta de gobierno que preside el alcalde Pedro Santisteve incluyen el veto a las imágenes sexistas y los roles de género en las imágenes públicas de las contratas municipales y, también, la obligación de que ningún sexo suponga menos del 40% de las nuevas contrataciones en su plantilla –y un 15% sean mujeres en riesgo de exclusión- cuando entre sus cometidos se incluyan políticas de igualdad —casas de juventud o centros sociales, por ejemplo—.
Esas medidas, que entrarán en vigor en septiembre, también obligarán a los contratistas a disponer de planes de prevención de riesgos laborales con perspectiva de género.
“Casi nadie se plantea que la empresa deba participar en materias de igualdad y de conciliación cuando, en realidad, está en el origen de la precariedad de tiempo”, anota la concejala. “No se la ve como un agente en materia de igualdad y de conciliación, pero es muy importante que la empresa se conciencie, porque de ella depende el tiempo del que disponemos”, añade.
El otro pilar del plan de igualdad se encuentra en el estudio sobre la organización del cuidado social en Zaragoza, que reveló que las mujeres dedican un 40% más de tiempo que los hombres a las tareas del hogar y de atención a personas, que el reparto de esas ocupaciones es de un 28% para los varones y un 72% para las mujeres, que el 30% de estas cubren diariamente el equivalente a dos jornadas entre su trabajo y su casa y, también, que el 40% de los y las encuestadas no se muestran críticos con estos desequilibrios.
“En Zaragoza sigue habiendo un reparto de cuidados clásico y machista”, indica Gracia, para quien “lo preocupante es que nadie lo ve como algo negativo, y eso indica que está muy metido en nuestro patrón cultural”. Esa es otra de las asignaturas pendientes de la capital aragonesa.
Paralelamente a ese plan, ZeC está impulsando otras actuaciones en clave interna del consistorio. Una de ellas fue la creación de la Comisión Delegada de Igualdad, que depende de Alcaldía y cuyo objetivo es hacer transversales el género en todas las políticas públicas. Se encarga, entre otras tareas, de analizar los efectos de las políticas igualdad en los servicios municipales, caso de la inclusión de las cláusulas sociales en los pliegos de condiciones de las contratas.
La segunda ciudad que implantó el ‘No es no’ y la lacra de la violencia machista
Otras medidas consisten en la aplicación de un protocolo específico de prevención del acoso sexual y de género en el consistorio, así como en el desarrollo de un plan de formación a través del cual toda la plantilla recibirá instrucción con conceptos básicos en materia de igualdad.
Zaragoza, por último, fue la primera ciudad española en promover la campaña No es no contra el acoso sexual y el trato vejatorio a las mujeres, que tras su implantación en las últimas fiestas del Pilar ha sido traslada a numerosos barrios. La había puesto en marcha el pasado verano Pamplona, cuyos sanfermines han vuelto a emponzoñar este año los violadores. “En la concentración de protesta por las agresiones sexuales en San Fermín había más gente que en el chupinazo. Eso es importante”, observa Gracia.
Zaragoza, no obstante, tiene otra pendiente en materia de igualdad: cuatro crímenes machistas en ocho meses revelan la insuficiencia y las carencias del sistema de protección de las mujeres maltratadas. El último de esos asesinatos fue perpetrado el pasado domingo, cuando Alexandra S., de 28 años, era apuñalada por su expareja ante su hijo de 5 años a las puertas de un punto de encuentro familiar.
Santisteve, que reclama a la sociedad civil que exija medidas contundentes y efectivas, aboga por trabajar en tres frentes: “La educación, el apoyo comunitario y la coordinación de las instituciones, o fracasaremos como sociedad que aspira a una convivencia pacífica”. Por lo pronto, ayuntamiento, comunidad autónoma y Delegación del Gobierno han acordado, a propuesta del consistorio, reunirse para revisar sus criterios en materia de violencia machista.
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