Este artículo se publicó hace 8 años.
¿Dónde están los hombres en los 'spots' contra la violencia machista?
Las campañas institucionales para prevenir la violencia de género se centran en las consecuencias del maltrato y en cómo deben actuar las mujeres que lo sufren. Las expertas piden anuncios que reflejen que la raíz del problema está en la desigualdad y pongan el foco en el sujeto de la violencia, es decir, los hombres.
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MADRID.- "¡Sal del error! Hay muchas manos tendidas hacia ti". Es una de las frases que incluye el decálogo presentado recientemente por el Consejo General del Poder Judicial y el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género. Una recomendación que sigue la estela de la mayoría de campañas publicitarias que hasta ahora ha puesto en marcha el Ministerio de Sanidad: "Si tu chico te da miedo, cuéntalo", "Hay salida para la violencia de género", "No te saltes las señales, elige vivir", "Teléfono 016, contra el maltrato, llama".
El relato es: "¿Tu pareja o ex pareja te maltrata? Haz algo". Es decir, la mujer tiene un problema, debe solucionarlo y toda la responsabilidad recae sobre ella. Diana Fernández Romero, profesora en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, ha analizado todas las campañas publicitarias del Ministerio de Sanidad y ha llegado a la conclusión de que las mujeres suelen representarse como "un sujeto pasivo, dependiente y supeditado a la ayuda externa".
En su tesis Destrucción y reconstrucción de la identidad de mujeres maltratadas: análisis de discursos autobiográficos y de publicidad institucional denuncia que los mensajes obvian los contextos y no inciden en potenciar la confianza e independencia de las mujeres. "Aunque las campañas actuales ya no muestran ojos morados y mujeres llorando como las de principios de los 2000, siguen centrándose en que la salida es la ley, la denuncia, el 016 y demás mecanismos ajenos a las mujeres cuando el foco de la violencia machista es la desigualdad y sus actores, los hombres", explica a Público.
Sólo una campaña, en 2008, señaló a los hombres. Bajo el título "Ante el maltratador, tolerancia 0", se centraba en el rechazo y el aislamiento social de los agresores.
"Es importante señalar al responsable de la violencia machista y debería hacerse más a menudo en publicidad", considera Isabel Muntané, codirectora del Máster de Género y Comunicación de la UAB. "Estos anuncios llaman a combatir las consecuencias de la violencia machista, pero no las causas y es ahí donde hay que incidir", explica Muntané a Público.
El mensaje es "estás en peligro y eres tú la que tienes que luchar". Sobre este esquema también se basa, por ejemplo, el tuit que los Mossos d'Esquadra publicaron el pasado 8 de marzo y por el que recibieron numerosas críticas. "Las políticas e instituciones públicas no pueden imputar la responsabilidad sobre la víctima. Hay que perseguir a los agresores. ¿Alguien entendería que un organismo público advirtiera a los negros del peligro que corren en vez de castigar a los racistas que los agreden?", se pregunta Laura Nuño, directora del Observatorio de Igualdad de Género de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
¿Por qué no nos dirigimos a los hombres?, ¿por qué damos consejos a las mujeres que van solas por la calle en vez de decir a los hombres que si ven a una mujer sola por la calle no deben hacerle nada?, ¿por qué no hacemos anuncios centrándonos en ellos y pidiéndoles que detengan la violencia contra las mujeres en vez de contarles a ellas las herramientas que tienen para salir de ese infierno? Muntané cree que el motivo es que los políticos aún no han afrontado el problema de forma estructural y política. "Vivimos en una sociedad patriarcal y mientras no hagamos un proceso de deconstrucción profundo y ataquemos la raíz del problema es fácil caer en todas las trampas", afirma.
La educación es, sin duda, el principal caballo de batalla. Sin embargo, las primeras campañas contra la violencia machista tenían la misión de impactar, de "visibilizar un problema que hasta entonces no concebíamos como un problema, igual que sucedió con las campañas de la DGT", explica el vicepresidente creativo de la agencia TBWA España, Juan Sánchez. "El relato del 'no te calles' y las campañas que mostraban sólo las consecuencias del maltrato y cargaban toda la responsabilidad en la mujer forman parte de una etapa pasada, esa etapa en la que hacía falta poner el problema delante de los ojos de la gente", explica. Ahora, como también ha sucedido con el acoso escolar, el enfoque es más social, "se intenta transmitir la idea de que la violencia machista es responsabilidad de toda la sociedad y que no podemos mirar hacia otro lado", sigue Sánchez. De hecho, en eso se basaba una campaña que TBWA España hizo para la Comunidad de Madrid en 2010.
¿Por qué no hacemos anuncios centrándonos en ellos y pidiéndoles que detengan la violencia contra las mujeres en vez de contarles a ellas las herramientas que tienen para salir de ese infierno?
Aun así, es difícil que cale un anuncio de 20 segundos que se emite sólo durante un mes. Además, el presupuesto para la prevención de la violencia machista se ha recortado un 26% desde 2010 y las campañas ya sólo se renuevan cada dos años. "Otro aspecto a tener en cuenta es que las administraciones —que hacen coincidir el estreno de estos spots con el Día Internacional de la Lucha Contra la Violencia de Género, el 25 de noviembre— "quieren exhibir recursos, mostrar los servicios que ofrecen", relata Sánchez. Tras la entrada en vigor de la Ley Integral contra la Violencia de Género, el mensaje era inequívoco: "Llama al 016, denuncia". Sin embargo, los años han demostrado que hay muchos matices a tener en cuenta antes de acudir a la Policía. De hecho, de las 15 mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas en lo que llevamos de año, siete habían denunciado y cuatro tenían interpuestas una orden de alejamiento. "No debemos animar a denunciar la violencia machista si no podemos proteger a las víctimas", reconocía recientemente la subdirectora general de Atención a Víctimas de Violencia de Género de la Comunidad de Madrid, Elena Granados.
Fernández reconoce también que "una sola campaña no puede representar todas las etapas de la violencia ni todas las violencias". Por eso, tanto ella como Muntané reivindican al menos visiones estructurales en el tratamiento de estos anuncios. Un ejemplo de este enfoque es el vídeo de la entidad humanitaria Care Norway publicado recientemente para concienciar a la sociedad de la violencia machista y de la importancia de que los hombres también alcen la voz.
El vídeo, titulado Querido papá, me van a llamar puta y que narra la historia de una niña que le pide a su padre que la proteja de lo que vivirá a lo largo de su vida, acaba con la mayor de las súplicas: "Voy a nacer niña, por favor, haz todo lo posible para que eso no sea el mayor peligro de todos".
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