El elevado precio del alquiler impide a los jóvenes independizarse hasta los 30 años

Los jóvenes en España no pueden independizarse hasta los 30 años y, además, se ven obligados a destinar un 83,7% de su sueldo al pago del alquiler si quieren vivir en solitario. Esta edad es la más alta de los últimos 20 años, según el barómetro del Consejo de la Juventud al cierre de 2022.

Además, tener estudios superiores e, incluso, trabajo, no es suficiente para acceder a una vivienda, comprada o de alquiler. Este informe revela que tan solo hay un 15,9% de jóvenes emancipados en nuestro país, la mitad que la media europea, que se sitúa en el 31,9%. 

"La edad de emancipación ha subido a los 30 años, la cifra más alta desde que el observatorio publica este informe, hace 20 años. Nos emancipamos cuando dejamos de ser jóvenes", ha explicado este viernes en la presentación del estudio Andrea González Henry, presidenta del Consejo de la Juventud de España. "En España independizarse es prácticamente una quimera", ha añadido.

Los salarios suben un 4,6%  y el alquiler, un 7,55%

El salario medio de una persona joven subió en 2022 un 4,6% hasta 13.079 euros netos al año (1.089 euros netos al mes), el precio del alquiler lo hizo un 7,55%, lo que deja el precio en 912 euros.

El alquiler medio de una habitación era a finales de 2022 de 282,19 euros, el 25,9% del salario medio joven; la entrada de una vivienda se establecía en 49.852,20 euros, el equivalente a 3,8 años completos de sueldo de alguien que tuviera menos de 30 años. Teniendo esto en consideración, los números no salen. 

Un 83,7% del sueldo se va solo en el pago del alquiler. A ello hay que sumar 141 euros de media de los suministros y servicios de una vivienda (recibos de agua, luz, gas, etc.), lo que ya fulminaría prácticamente todo el salario, en concreto un 96,6%. Por tanto, solo sobran unos 40 euros, con lo que deben pagar la comida, así como la ropa o el ocio. 

"Algo completamente inasumible", concluye el Consejo de la Juventud, que atribuye esta situación a la falta de acción política y a la gran especulación en el mercado de la vivienda. "No se cuenta con los jóvenes para hacer de una manera mas trasversal las políticas que nos afectan", añade.

"Necesitamos política real, a corto, medio y largo plazo, la regulación de precios de alquileres, tanto de las viviendas, como de las habitaciones. Medidas de política útil", ha asegurado por su parte el vicepresidente y responsable de Socioeconómica del Consejo, Juan Antonio Báez.

El tener estudios superiores tampoco es de ayuda, puesto que la situación es muy similar con respecto a quienes no continuaron estudiando a partir de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Sólo el 22,9% de los jóvenes con estudios universitarios o de FP Superior se habían podido emancipar.

Además de todo eso, muchos jóvenes están sobrecualificados. Según el citado informe, dos de cada cinco jóvenes con estudios superiores tenían un puesto de trabajo que requería una menor formación que la suya.

Un tercio de los jóvenes es pobre

Durante el año 2022, el 30,2% de las personas jóvenes se encontraban en riesgo de pobreza o exclusión social y, de entre los que tenían trabajo, uno cada cinco también estaban en esta situación, destaca el estudio, que se basa para ello en los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), el Banco de España y Eurostat.

"Más de la mitad de los que se emancipan son mujeres y el 32% lo hace en provincias distintas a las suyas", ha destacado el sociólogo Joffre López durante la presentación del informe.

Los datos no son halagüeños. Pese a que los contratos fijo discontinuos se multiplicaron casi por diez en un año (de 23.569 a 233.828), la tasa de paro juvenil seguía siendo en 2022 mucho mayor que la de la población general: el 22,2% frente al 12,9%.

"La política se ha desconectado de los jóvenes", ha reclamado la presidenta del Consejo de la Juventud de España, Andrea González Henry. A sus palabras se suman las de su vicepresidente, Juan Antonio Báez, que carga tintas sobre los políticos. 

"Las políticas de juventud en muchos casos se convierten en una huida hacia adelante que no resuelven de manera estructural los problemas principales de la juventud, como son la vivienda y el empleo, y que provocan grandes problemas de salud mental para la población joven, cuya principal causa de muerte es el suicidio", ha zanjado.