Este artículo se publicó hace 7 años.
Juicio SanferminesLa defensa de 'La Manada' afirma que ella lideraba al grupo y usa una foto posterior para desmontar su acusación
Los abogados de la defensa no escatiman en argumentos para justificar la denuncia de la joven, desde el arrepentimiento, la vergüenza o la influencia externa, y basan su defensa en demostrar las "mentiras" de la joven.
Pamplona--Actualizado a
Visto para sentencia. Así quedó el juicio a los cinco acusados de violar a una joven de 18 años en los Sanfermines de 2016. Antes, durante todo el martes, la defensa fue desgranando sus argumentos para demostrar la inocencia de los acusados. Todos, sin excepción, lo han hecho atacando a la víctima, sembrando dudas sobre los motivos de su denuncia, afirmando que disfrutó del sexo, que se sintió despechada, vaya uno a saber porqué y que había sido influenciada por personas que la incitaron a presentar una denuncia. Cualquier motivo podía valer.
Si bien el informe elaborado por un detective privado contratado por uno de los agresores (y que levantó ampollas en la opinión pública) fue retirado de la causa , sí se mantuvo como prueba una de las fotografías aportadas por el detective publicada en una de las redes sociales de la joven con posterioridad a los hechos que se juzgan. En la instantánea, la joven lleva puesta una camiseta con el lema de una serie de televisión en la que se puede leer "hagas lo que hagas, quítate las bragas", y ha sido una de las puntas de lanza de Martínez Becerra, el abogado de tres de los acusados, para justificar que la joven no sufre estrés postraumático ni que haya sido violada. Todo lo contrario. Durante su turno en el juicio arremetió contra la joven, afirmando que "sorprende para alguien que ha sido agredida sexualmente" utilizar ese lema.
Es más, además de afirmar que esa noche "no se produjo ninguna violación" sino que los hechos "fueron consentidos, no hubo agresión sexual, sino una relación consentida y placentera", el abogado afirmó que era la joven quién lideraba al grupo, en referencia a las imágenes de las cámaras que la registraron caminando con uno de los agresores y que el resto los seguía a pocos pasos.
Tal como había advertido en los últimos días, su defensa se ha basado en desmontar lo que a su juicio son "las mentiras" de la denunciante e insinuar motivos oscuros para su denuncia. Según este abogado, la denuncia de la joven se debe a "móviles espúreos" como el robo del teléfono o la grabación de las imágenes. Al mismo tiempo se empeñó en presentar a sus defendidos como "buenos hijos" y que su "imagen ha sido destrozada y sus nombres vilipendiados".
Martinez Becerra ha denunciado un "juicio paralelo" y ha acusado a psicólogos, peritos forenses y policías implicados en la causa de haber estado "viciados de origen".
Durante su turno de palabra, ha insistido en que sus defendidos no habían cometido ningún hecho ilegal y por tanto deberían se considerados inocentes, puesto que según su intervención las imágenes de los móviles y el hurto del mismo fueron realizados por los otros dos acusados, el guardia civil y el militar, que tienen otra defensa.
Tal como había advertido durante toda la causa, el abogado ha presentado a sus defendidos como brutos y primarios, pero no culpables. "No son modelo de nada", incluso "imbéciles" en algunos aspectos, "simples" y "primarios" con el fútbol o las relaciones sexuales, "cuantas más mejor", pero son "buenos hijos" y se les "está destruyendo sin que hayan cometido el delito", ha asegurado instantes antes de pedir al tribunal su absolución.
Todos se declaran inocentes
El abogado Manuel Canales, defensor del militar, ha afirmado la inocencia de su cliente y ha asegurado que la chica presentó denuncia por el "pánico" que sintió al pensar que se habían grabado las relaciones sexuales con su móvil. "No quería denunciar, se vio forzada por las circunstancias", necesitaba "buscar una solución, una salida" si las grabaciones estaban en su móvil, que sube las imágenes a Google automáticamente y quizá accedieran otras personas a la cuenta.
Los cinco acusados hicieron uso de su turno de última palabra para declararse inocentes y expresar su "confianza en la justicia". Con frases prácticamente idénticas sólo afirmaron esas ideas, excepto el acusado de sustraerle el móvil, que manifestó que "me arrepiento del hurto del móvil, pido perdón, y de los demás delitos soy inocente y confío en la sala".
El juicio ha quedado visto para sentencia. Hasta que se conozca, los cinco permanecerán en prisión preventiva, tal como han estado desde el momento de su detención hace hace año y medio.
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