El grupo se llamaba "Opinión Popular" y tenía 14.000 seguidores en la red social Facebook. Este lunes se ha conocido que siete de estos seguidores han sido condenados a penas de hasta dos años y medio de prisión por escribir mensajes racistas en los que hacían llamamientos a la violencia contra menores migrantes que vivían en situación de calle en Melilla.

La Audiencia Provincial de Málaga ha estimado parcialmente un recurso interpuesto por el Servicio Jesuita al Migrante (SJM) y por la Fiscalía contra una decisión del juzgado de Melilla, que archivó el caso sin condenas después de una denuncia ante la Fiscalía elevada por José Palazón, presidente de la Asociación Prodein, en 2017.

Según la sentencia, adelantada por la Cadena Ser, cinco personas han sido condenadas a dos años, seis meses y un día de prisión; y otras dos personas, a penas de un año. Todas ellas por delitos de odio.

La audiencia de Málaga se ha mostrado contundente en una sentencia de 48 páginas en la que define al colectivo de menores no acompañados con un grupo vulnerable contra el que se agitó el odio y se le acusaba falsamente de cometer delitos.

Entre los mensajes destacados en la sentencia hay varios que llamar abiertamente a perseguir y agredir a estos niños. Unos mensajes que, según denunció Prodein, derivaron en grupos de personas que salían a la caza de estos chicos y que protagonizaron agresiones.

"Hacer limpieza en las calles"

"Tenemos que hacer limpieza en las calles con nuestros propios medios". "Tenemos que organizarnos y hacer patrullas por barrios. Ya lo hicimos una vez y limpiar las calles de esta gentuza. Solo entienden la ley del estacazo". "Con todos estos hijos de puta haciendo lo que le sale de los cojones y todos asustados y jodidos pensando que hoy te puede tocar a ti, o al otro! Al final nos uniremos todos y nos tomaremos la  justicia por nuestra mano; Si voy en coche atropello al que sea, y como alguno se me acerque estando por la calle, llevo un palo o lo que sea y se caga". "Lo suyo es pillarlos infraganti y darles una buena paliza a hostias limpias y luego se llama a la policía para que se los lleven, si lo haces al contrario encima se ríen de ti y se van de paseo en el coche patrulla... Más mano dura y a su puto país". Son solo algunos de los mensajes escritos por los condenados en este grupo de Facebook.

"Esta sentencia preserva los derechos de igualdad y no discriminación de los niños y niñas, así como su inherente dignidad humana", asegura el SJM. Considera que "por desgracia, estos casos de incitación al odio se han normalizado en demasiadas ocasiones, erosionando y cuestionando una convivencia cada vez más rica en diversidad".

La organización destaca que esta sentencia es pionera y que "defiende la dignidad de la infancia frente a la incitación al odio". Según recuerda SJM, el aumento de los delitos de odio es una tendencia preocupante en España que ya señalan tanto el Informe sobre la evolución de los delitos de odio en España de 2022, como la Memoria de la Fiscalía General del Estado de 2022. Ambos informes dan cuenta de una evolución global de estos delitos y de incidentes relacionados, sobre todo a través de Internet, telefonía y redes sociales.

La tendencia, señalan, también se aprecia a nivel europeo. La Agencia
de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea muestra una tendencia al alza de los delitos de odio por motivos raciales o étnico. Una tendencia paralela al aumento de discursos, sobre todo en redes sociales, que podrían considerarse también delitos de odio.

"Colectivo vulnerable y desamparado"

La Audiencia de Málaga ve claro que los mensajes van más allá de meras opiniones sobre episodios de delincuencia en Melilla. "Se desprende un desprecio absoluto hacia otro igual, otro ser humano (en este caso, además, un individuo menor de edad extranjero no acompañado por sus padres o representantes legales perteneciente a un colectivo vulnerable y desamparado que radica en la Ciudad
Autónoma de Melilla, principalmente conocido popularmente por
el acrónimo "MENA") por el simple hecho de ser diferente, por
proceder de otra nación y por haber accedido irregularmente a
nuestro país".

Los mensajes de los siete condenados "son objetivamente humillantes, agresivos e hirientes hacia el colectivo MENAS y no admiten una posible interpretación racional diferente o alternativa a una mera expresión de odio o discriminación contra los individuos integrantes de tal grupo", especifica la sentencia.