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Los campings de Catalunya viven una luna de miel  con el 'boom' del turismo natural

La Federació Catalana de Càmpings atribuye a la pandemia el descubrimiento de un nuevo modelo de vacaciones, mientras Pimec destaca su diversificación y apuesta local por las estancias familiares.

Camping
Vista de un camping de Girona. ACN

Una de las herencias positivas de la pandemia es el descubrimiento de las vacaciones en un camping como alternativa válida para las familias catalanas. Hasta hace poco, escoger esta opción se asociaba a un turismo barato y de segunda. Pero la Covid-19, que ha supuesto una preferencia por las estancias al aire libre y en un entorno natural ha permitido descubrir la realidad de los mejores campings de Europa, ubicados en Catalunya, según aseguran desde el sector. El nivel de confort, los servicios o las infraestructuras se han convertido en factores que han potenciado la elección de este tipo de establecimientos como una idea para pasar las vacaciones en familia. La percepción se traslada a los datos: la última Encuesta de Empleo Turístico del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra que los campings catalanes cerraron el mes de octubre con un 33% más de turistas y un 39% más de pernoctaciones que en 2019.

Los campings catalanes captaron a 220.658 turistas en octubre y las pernoctaciones se situaron en las 828.653. De esta forma, Catalunya se situó como destino preferido del Estado en cuanto a los campings. De la misma forma, los alojamientos de turismo rural registraron un 12,26% más de turistas y
un 27,91% más de estancias que antes de la pandemia. El punto negativo se recoge en los apartamentos turísticos, que todavía no han alcanzado los registros pre pandémicos, quedándose un 16% por debajo. Por zonas turísticas de Catalunya, la Costa Brava fue el destino preferido, con más de 19.500 pernoctaciones y 9.092 turistas. En la Costa Daurada, las estancias subieron hasta más de 5.000 y los viajeros hasta casi 2.500.

Al igual que en el resto de los sectores, especialmente el turístico, la Covid-19 ha impactado negativamente, pero específicamente al de los campings "nos ha servido para que el turismo nacional y local nos descubra". Así lo explica el presidente de la Federació Catalana de Càmpings, Miquel Gotanegra. En este sentido, recuerda que hace tres años, la gran mayoría de estancias en los campings de costa correspondía a los turistas internacionales. Ahora, la demanda local ha impulsado que los visitantes catalanes se sitúen entre el segundo y el quinto puesto de los colectivos que más solicitan este servicio en función de la zona.

Experiencia socializadora

La pandemia también ha permitido una mejora del reconocimiento de la calidad de los campings catalanes, una valoración que hasta ese momento sólo provenía del ámbito europeo. "Han conocido un nuevo concepto, como un espacio creador de experiencias, que representa un estilo de vida y una
forma de disfrutar de las vacaciones". Gotanegra afirma que esa idea ya la tenía el cliente europeo y ahora se ha extendido al catalán. Otro de los puntos fuertes que ha evidenciado este tipo de estancias es su idoneidad como destino vacacional familiar que favorece una experiencia socializadora, sobre todo entre los más pequeños.

Gotanegra, escogido a finales de noviembre por tercera vez como presidente de la Federació Catalana de Càmpings, se marca como objetivos de su mandato una clara apuesta por el componente sostenible

"Para hacer frente a la crisis energética, que ha venido para quedarse, la única fórmula es la sostenibilidad. Los campings llevamos muchos años realizando inversiones para ser cada vez más sostenibles, porque creemos en ello, y tenemos muchos distintivos ecológicos, y esta es la vía que hay que potenciar aún más en el contexto económico actual. Para intentar reducir costes es necesario adoptar medidas, como bajar consumos energéticos y el de agua, tener cada vez más placas solares y térmicas y potenciar la estrategia digital. Se trata de una transformación muy importante".

La conquista de las estancias de proximidad es la variable que enfatiza Esteve Guerra, vicepresidente de Pimec Turisme y presidente de Empordà Turisme. "El grado de confort del que se han podido beneficiar a los visitantes de los bungalows ha desestacionalizado la actividad". Esta adaptación de los
campings en el escenario posterior a la Covid-19 y sus necesidades "ha venido para quedarse", comenta Guerra.

Turismo social

Guerra añade que el buen momento que atraviesa el sector del camping catalán ha venido acompañado de una apuesta pionera por la sostenibilidad. Además, matiza que "el visitante de proximidad ha descubierto los campings, el turismo familiar y los seniors han comprobado cómo, después de la pandemia, existen espacios de vacaciones donde pueden respirar tranquilamente". Tras la Covid, los establecimientos han tenido la presencia de estos nuevos perfiles, sumada a la de los turistas extranjeros habituales, como es el caso de los franceses, holandeses y alemanes. Las preferencias por las actividades al aire libre y en un entorno natural han configurado este buen momento de los campings. Se trata de un turismo más social que el tradicional de los hoteles, lo que ha llevado a
determinados establecimientos de costa a plantearse ofrecer sus servicios más allá de la festividad del Pilar, fecha usual de cierre de la temporada.

El sector concluye que el sector de los campings en Catalunya es uno de los que más ha evolucionado en los últimos 15 años, adaptándose tecnológicamente y de forma sostenible a las nuevas realidades con reformas casi anuales en sus establecimientos. Ahora, consideran que ha llegado el momento de recoger los frutos, que se visualizan al ofrecer una experiencia respetuosa e inmersiva con la naturaleza, una demanda que los clientes solicitan y que ellos llevan años aplicando.

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