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Atención primaria en Andalucía: la única médica para un pueblo de 3.000 habitantes sufre un ataque vandálico

El Ayuntamiento considera "muy preocupante" la situación por la falta de personal para atender a todos los pacientes y la Junta andaluza le responde que no encuentra profesionales que quieran trabajar en una comarca alejada de la capital.

Médica Badolatosa
La médica, Olga Mármol, en primer plano, delante del centro de salud de Badolatosa durante la concentración en su apoyo. Foto cedida.

La precaria situación de la atención primaria en Andalucía ha mostrado su peor cara en Badolatosa, un municipio de la Sierra Sur de Sevilla, donde la única médica que desde hace cuatro meses tiene su centro de salud, para atender a una población de más de 3.000 habitantes, ha sufrido un ataque vandálico de alguien, se supone, descontento con la atención que se presta en el consultorio.

La lejanía, las malas comunicaciones, el olvido de esta comarca eminentemente jornalera situada a más de 100 kilómetros de Sevilla, en la que se encuentran ocho de los diez municipios con las rentas más bajas de la provincia, no hacen más que constatar casi a diario el dicho de a perro flaco todo se le vuelven pulgas. Y a la Sierra Sur se le acumulan desde hace años las ronchas en su red pública de atención sanitaria: el área de hospitalización de salud mental en Osuna estuvo cerrada durante semanas a principios del año pasado por falta de psiquiatras, algunos municipios se han quedado sin pediatra, la falta de ambulancias para cubrir con rapidez las urgencias de la comarca se ha convertido en una carencia endémica y ahora, para rematar, a la única médica que pasa consulta en Badolatosa le han rajado las cuatro ruedas del coche y le han hecho unas pintadas intimidatorias para que se vaya del pueblo.

En el consultorio de Badolatosa debería haber de forma permanente dos médicos y un pediatra para cubrir las necesidades de la atención primaria en el municipio. Sin embargo, hace ya un tiempo que tan sólo hay un profesional, no tres. Desde el pasado mes de septiembre, la única profesional médica que ejerce allí es Olga Mármol, quien sustituyó a una compañera que se trasladó a la vecina Marinaleda y que también era la única médica del pueblo. El ayuntamiento está harto de pedir que les asignen los dos facultativos de cabecera y el pediatra que les corresponden, pero desde la Junta de Andalucía siempre les contestan lo mismo, según su alcalde, Antonio Manuel González Graciano: que no hay médicos, que no hay profesionales dispuestos a ir a trabajar a ese extremo sur de la provincia de Sevilla, que tienen que aguantarse con lo que hay.

Olga Mármol es la médica que ha sufrido los ataques de personas desconocidas: el pasado viernes, cuando iba a coger el coche para ir a trabajar, se encontró con las cuatro ruedas rajadas y una pintada en el capó conminándola a irse del pueblo, "vete", decía. Pero ella no se fue. Cogió su maletín y caminó hasta el centro de salud para pasar consulta, como todos los días, pese a que allí se encontró con otras pintadas intimidatorias. Los hechos están siendo investigados por la Guardia Civil.

Este pasado lunes, vecinos, representantes de la corporación municipal y de la gerencia del área sanitaria de Osuna a la que pertenece Badolatosa se concentraron delante del centro de salud para apoyar a la única médica que lleva cuatro meses ocupándose de la salud de este pueblo. "Para mí, lo que he sufrido, ha sido algo muy feo. Te invaden emociones de rabia, de impotencia, de incertidumbre, de tristeza, desasosiego, pero hay que tirar para adelante. No deben pagar justos por pecadores, porque la atención médica es indispensable", dijo Olga al final de la concentración.

En declaraciones previas, la médica relacionó los ataques con el malestar que puede estar causando la falta de personal para atender las consultas: "Llegan pacientes sin cita, exigiendo que les atiendas o que les resuelvas una baja. Como no se accede, esto les ocasiona una molestia". Al llamar al centro de salud, este periodista comprobó la situación de estrés en que se halla el consultorio.

La telefonista atiende a varios pacientes en la entrada mientras habla por teléfono: una mujer le dice que tiene algo en el pecho, que no puede respirar y pregunta: " ¿Qué hacemos?". Y ella le responde que pase a enfermería, a ver. Otra le pregunta que dónde hay que llamar para anular un servicio de ambulancia que ya no necesita. "Es que no dejan de llamarme", se lamenta la mujer del mostrador, que ya no sabe a qué atender primero.

Una situación "muy preocupante"

El alcalde considera que la situación es "muy preocupante". "Es materialmente imposible atender a toda la población con una sola médica", subraya González Graciano (PSOE) a Público. El pueblo, recuerda, ya se tuvo que movilizar para que la Consejería de Salud de la Junta reabriese en Corcoya, pedanía de Badolatosa con una población muy envejecida, la consulta médica que había estado varias semanas completamente cerrada. Y desde hace casi dos años, tampoco cuentan con pediatra, una labor que se le acumula a la única médica de atención primaria que ejerce en el pueblo y quien ahora también tiene que encargarse de otras tareas, como la de tramitar las bajas laborales de sus pacientes.

Según el alcalde, la Junta de Andalucía no da ninguna solución. Es más, asegura que le han dicho que busque a médicos que estén dispuestos a trabajar en Badolatosa, porque la administración sanitaria andaluza no los encuentra, porque los que están disponibles para ser contratados prefieren trabajar en poblaciones de mayor tamaño, en las ciudades o lo más cerca de ellas posible.

"Estamos temiendo que un día nos quedamos sin nada. Va a llegar un momento que nadie quiera trabajar aquí. Pero en la Junta tendrían que hacer un análisis de por qué ocurre esto y cómo se puede solucionar. Y llevamos años con este problema. Es increíble que se dejen desamparados a tantos pueblos", se lamenta González Graciano.

La Marea Blanca de la Sierra Sur ha expresado su "más rotunda condena" hacia cualquier agresión contra profesionales sanitarios y su solidaridad con la médica que ha sufrido los ataques vandálicos en Badolatosa. "La actual situación de la atención sanitaria, y más concretamente de la atención primaria, la precarización, la desatención, la falta de recursos y el desprestigio al que se ha visto expuesto el Sistema Público de Salud en los últimos años lleva a una frustración ciudadana, pero también el estrés profesional, la falta de recursos y la sobrecarga asistencial merman la capacidad del profesional para afrontar este tipo de situaciones", advierte esta plataforma por la defensa de la sanidad pública.

A través de un comunicado, la Marea Blanca ha hecho un llamamiento a la población de Badolatosa para que tome conciencia de la "gravedad de la situación y aísle socialmente a los desalmados que desahogan su ira y su frustración con quienes precisamente nos cuidan".

Falta de incentivos para los profesionales

Cuando la Junta de Andalucía cerró en diciembre de 2021 la unidad de hospitalización de salud mental del hospital de Osuna que atiende a una población de más de 170.000 habitantes, su Consejería de Salud aseguró que llevaba seis meses con una "búsqueda incesante" e infructuosa de especialistas en psiquiatría a través de la bolsa única de empleo del SAS y de listas adicionales. La búsqueda resultó un fracaso porque no había disponibilidad de profesionales de esa especialidad, dispuestos, además, a ir a trabajar a una localidad tan alejada de la capital.

Organizaciones sindicales como el Sindicato Médico de Andalucía también han denunciado la falta de incentivos salariales y laborales para hacer más atractivo el trabajo en un hospital comarcal que está situado a cerca de 100 kilómetros de la capital de la provincia o para ejercer en la atención primaria en un pueblo de esa comarca. Y, según sus estimaciones, en toda la comunidad andaluza harían falta entre 1.000 y 1.500 profesionales más para cubrir la demanda que tiene ahora la medicina de familia.

Los bajos salarios del personal médico en Andalucía constituyen uno de los motivos principales de la fuga de estos profesionales a otras comunidades autónomas o al extranjero, donde cobran un mayor salario. El Informe de Demografía Médica que elabora el Consejo Andaluz de Médicos revela que en 2020 un total de 474 facultativos de esta comunidad se marcharon a trabajar a otras comunidades y 49 fuera de España.

En Andalucía comenzó el pasado viernes una huelga indefinida en las consultas de medicina de familia de los centros de salud, convocada por el Sindicato de Médicos y Médicas de Atención Primaria (SMP), en la que se protesta por la reiterada falta de respuesta de la Junta a su reivindicación de mejoras salariales y reducción de número de pacientes por facultativo.

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