¿“Estado policial” o Torrente 6? Por Ana Pardo de Vera

publicado el 25 de Octubre de 2024

La presidenta de la Comunidad de Madrid ha denunciado este miércoles que los y las españolas vivimos en un “Estado policial”, en el que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad actúan sin supervisión investigando a “ciudadanos particulares” como su pareja, que confesó dos delitos fiscales y al que una jueza de Madrid acaba de abrir otra causa por “corrupción en los negocios”. Más allá de que nos encantaría conocer la opinión de Policía Nacional, Guardia Civil o Mossos de Escuadra, entre otros, sobre la opinión que Isabel Díaz Ayuso tiene de ellos y ellas -algo que ya había expresado su gran amigo Nacho Cano- … Aparte de que nos gustaría conocer esta opinión de un sector tan laureado por la ultradrecha cuando interesa sacar banderas gigantes a la calle y carteles como el de “Más muros y menos moros” -el pasado domingo, por ejemplo-, me pregunto en qué diablos está pensando Ayuso cuando, precisamente, su estrategia de ataque al PSOE se basa en el informe de la Unidad Central Operativa, UCO, de la Guardia Civil.

¿El caso Ábalos también es el de un Estado policial o ése, bien porque me salva los muebles de lo que tengo en casa, literalmente? Muebles, por cierto, que tampoco sabemos si se pagaron con los cientos de miles de euros fruto del fraude fiscal y la presunta corrupción en los negocios.

Para justificar los desmanes de su pareja, la presidenta madrileña nos dice que el intento de Alberto González Amador de desgravar los gastos del hilo dental, entre otros igual de rácanos, no puede tapar las miserias corruptas del caso Ábalos que tiene al PSOE temblando y a España entera muy enfadada, con razón.

La presidenta saca pecho porque su pareja defraudó poquito en comparación con la trama que presuntamente y según la UCO lideraba Jose Luis Ábalos. Nada de autocrítica ni de explicaciones por compartir gastos y techo con un defraudador confeso y un presunto corrupto de los negocios, además, en una de las etapas más trágicas de este país, la pandemia de COVID.

Empresas pantallas, mascarillas a precio de diamantes de sangre, hilo dental, Rolex, coches de alquiler con Ayuso de copiloto, las facturas de viajes de negocios que no eran tal, el Masserati de nuevo rico, el piso de lujo bajo la sombra del fraude, el ático encima pagado por el abogado del comisionista Amador… Súmale las viviendas también a todo trapo del caso Ábalos, la pareja con gastos de apartamento pagados, los encuentros en marisquerías, los fajos de billetes, las noches en aeropuertos y locales de ocio, el matón de discoteca y quién sabe qué más y España vuelve a apestar a rancio, a cutre y hortera, a nuevo rico, a falta de escrúpulos, a “volquetes de putas”, a puros, coñac y cocaína pagadps por ti y por mí. Huele a impunidad y a corrupción putrefacta, y ya no es solo quién, sino por qué sigue ocurriendo esto. Parece que no nos toman en serio.

He visto publicado que el actor y director Santiago Segura va a sacar la sexta parte de ‘Torrente’, la despiedada sátira social sobre los usos y costumbres corruptos en España. Desde luego, Segura tiene donde inspirarse, para una sexta parte de Torrente y para seis más. Por corruptos no va a ser.