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Vox se queda solo en Bilbao: San Francisco da la espalda a la ultraderecha en el arranque de campaña

La extrema derecha celebra un mitin junto a Santiago Abascal en una zona de la capital vizcaína donde conviven personas migrantes provenientes de distintos países. Un amplio dispositivo de la Ertzaintza rodeó el lugar y alejó a los transeúntes.

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Militantes de Vox durante el mitin de este viernes en el barrio San Francisco de Bilbao. H. Bilbao / EUROPA PRESS

Santiago Abascal ha iniciado su gira de tres días por Euskadi con un mitin en un barrio de Bilbao donde conviven personas de distintos orígenes y donde, según el discurso de Vox, no hay más que inseguridad. Los ultras han marcado así el inicio de la carrera hacia las elecciones vascas, en las que podrían perder el único escaño que tienen en este territorio. 

Un amplio dispositivo policial ha rodeado este viernes la Plaza del Corazón de María, en pleno San Francisco. Agentes encapuchados han bloqueado el paso a los transeúntes y han montado un cordón policial frente a los bares situados en esa zona.

Abascal llegó en un coche de color negro cuando faltaban diez minutos para las ocho de la tarde. Sus seguidores, en procesión y con una furgoneta de antidisturbios por delante y otra por detrás, llegaron agitando banderitas españolas un poco antes. 

No es la primera vez que la extrema derecha busca la confrontación en el barrio de San Francisco. Vox ya protagonizó un mitin en esa misma plaza en junio de 2020, entonces en el marco de la campaña hacia las autonómicas de ese año. El mitin se saldó con cargas policiales contra vecinos y militantes de grupos antifascistas que protestaban contra la presencia de los ultras.

En esta ocasión, los policías mantuvieron un fuerte dispositivo que prácticamente aisló la plaza de San Francisco, convertida durante algo más de una hora en un punto de encuentro de simpatizantes de extrema derecha.

Cuando ya estaban dentro de la plaza, uno de ellos sacó una bandera con el lema "Viva la unidad de España" que venden los neofascistas de Falange. Otro desempolvó una bandera con la cruz de Borgoña que también enloquece a la ultraderecha.

"¿Me haces una foto con los guarros?", preguntó un hombre de camisa blanca recién planchada a otro veterano fan de Abascal. "Los guarros", en la terminología ultra, eran los pocos vecinos de San Francisco que lograron permanecer en los bares situados junto a la plaza.

María Pérez, candidata de Vox en la lista por Bizkaia, habló de "multiculturalismo fallido". Poco antes, Niko Gutiérrez, un exdirigente de UPyD que ahora está en Vox, aseguró que si su partido consigue algún día gobernar, enviará "a la calle" a los "sin papeles".

Música para Abascal

La sorpresa de la tarde llegó cuando Abascal subió al pequeño escenario, y no había sido organizada precisamente por sus compañeros vascos. Desde uno de los balcones que dan a la plaza empezó a sonar el mítico himno antifascista Bella Ciao, seguido  por la Internacional en euskera o el no menos clásico Euskadi antifaxista

Abascal mantuvo el tipo, hizo alguna alusión a las canciones y siguió a lo suyo. Entre el público –había sesenta sillas  ocupadas, otras 25 detrás del escenario y unas 50 personas de pie–, una mujer algo confundida empezó a contorsionarse al ritmo de Bella Ciao. Su acompañante la miró, le dijo algo por lo bajo... y adiós baile.

La "operación salida" empezó sobre las 20.35. Apoyados también por la Policía municipal, los antidisturbios organizaron junto a los escoltas de Abascal cómo y por dónde saldría el dirigente ultra, quien durante su intervención había lamentado las "ayudas" para personas migrantes.

Los ultraderechistas se fueron como llegaron. Antes, eso sí, se cuadraron con el himno de España y sacaron una bandera de España de importantes proporciones que uno de los militantes de Vox guardaba en un bolso.

Abascal salió en coche y sus simpatizantes a pie. La Ertzaintza formó un largo cordón policial y sacó al centenar de simpatizantes de extrema derecha lo más rápido que pudo. Al partir, varios de ellos aprovecharon la seguridad que garantizaba la custodia policial para hacer fotos a los vecinos de San Francisco y, de paso, insultarles a viva voz. "Etarras" o "hijos de puta" fueron algunas de las dedicatorias. 

Feijóo en Vitoria y Zapatero en Irun

Con la excepción de la presencia de los ultraderechistas en el barrio de San Francisco de Bilbao, el resto de la campaña electoral vasca ha transcurrido con absoluta normalidad. EH Bildu y PNV, que mantienen una reñida disputa por el primer puesto en las urnas, han protagonizado sendos mítines en Getxo y Bilbao respectivamente.

El mitin-fiesta de Imanol Pradales, candidato a lehendakari por la formación peneuvista, ha tenido lugar en el barrio de Errekalde, algo lejos de donde se encontraban los ultraderechistas comandados por Abascal.  

Entre los dirigentes de relevancia nacional que pisan estos días Euskadi ha figurado este viernes el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien ha encabezado un mitin en Gasteiz para tratar de animar el voto conservador.

Por su parte, el PSE ha contado este viernes con la presencia del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en Irun, localidad situada en la frontera con el País Vasco francés. Allí estará Abascal el próximo domingo, previa visita mañana sábado a Gasteiz.

El dirigente ultraderechista coincidirá este sábado en la capital vasca con Pedro Sánchez, quien acudirá a respaldar al candidato del PSE, Eneko Andueza. El presidente del Gobierno y el líder de la extrema derecha estarán en dos puntos separados de la ciudad. 

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