Vascos y gallegos acuden a votar con la mirada puesta en el desbloqueo general

MADRID.- Los 2.463 colegios electorales instalados en Galicia y los 720 del País Vasco han abierto sus puertas con total normalidad a las 09.00 de la mañana para dar inicio a una jornada de votaciones que concluirá a las 20.00 horas. 

El único incidente se ha producido en colegios electorales de los municipios vizcaínos de Alonsotegi y Basauri, donde efectivos de la Ertzaintza han retirado pasquines y carteles de contenido político. 

Los electores del País Vasco y Galicia acuden a las urnas para elegir a los miembros del parlamento autónomico y con la vista puesta en el desbloqueo político general. En total, casi cuatro millones y medio de españoles están llamados a votar.

En Galicia, más de 2,7 millones de gallegos podrán acudir a votar este domingo, en unas elecciones en las que el candidato conservador Alberto Núñez Feijóo aspira a revalidar su presidencia en la Xunta. Sin contar estos comicios, los gallegos han sido llamados a votar en elecciones autonómicas en nueve ocasiones desde 1980.

En todas estas ocasiones, el PP (y antes Alianza Popular) se ha alzado vencedor de las elecciones gallegas. En seis de las nueve veces que los gallegos han votado a sus representantes en el parlamento autonómico, el PP ha logrado la mayoría absoluta.

Por su parte, en el País Vasco un total de 1.783.411 personas podrán participar en las elecciones para elegir a los miembros del parlamento autonómico y determinar quién será el próximo lehendakari. Sin contar ésta, los vascos han sido llamados a votar en elecciones autonómicas hasta en diez ocasiones desde 1980.

Tradicionalmente, el PNV ha sido el partido más votado en todas las elecciones vascas celebradas hasta la fecha. No siempre, sin embargo, el haber ganado las elecciones le ha valido para gobernar. En mayo de 2009, el socialista Patxi López se hizo con la presidencia del gobierno autonómico gracias al apoyo en su investidura del PP y UPyD. Aunque la gran mayoría de las encuestas dan por ganador al PNV, la gran incógnita de la noche electoral es si esa previsible victoria le sería suficiente para gobernar y qué apoyos necesitaría para hacerlo.