Uno de los mensajes de la ciudadanía a las distintas formaciones de izquierda en las pasadas elecciones del 28M fue el disgusto por la falta de unidad y las discrepancias públicas. Casi un mes después del proceso electoral parece que el mensaje no se ha cogido al cien por cien por todos los agentes políticos.

Los pactos poselectorales han salvado para la izquierda buena parte de los ayuntamientos de la provincia de València, gracias a la voluntad de los grupos locales principalmente.

Sin embargo, el mensaje de unidad en la derrota ha quedado algo difuso tras la decisión de los socialistas valencianos de quedarse con los dos puestos de la Mesa de Les Corts que le correspondían a la izquierda y dejar a la tercera fuerza del País Valencià sin presencia en el órgano que dirige la cámara y que durante la pasada legislatura presidía Compromís.

A pesar de esta situación, la izquierda valenciana ha logrado salvar una parte significativa de los ayuntamientos de la provincia de València, con las únicas excepciones de la capital, donde la conservadora María José Catalá es alcaldesa como la lista más votada, y Torrent, donde la segunda y tercera fuerza (PP y Vox) han desalojado al histórico alcalde socialista, Jesús Ros.

Dominio de la izquierda

Algo similar ha sucedido en otra ciudad más pequeña del cinturón rojo, como Xirivella, o Puçol, donde el PP mantiene el Gobierno local. Pero más allá de estas tres localidades, la provincia de València es dominio de la izquierda. Y los pactos entre las tres fuerzas han conseguido este logro.

De todas las localidades gobernadas por la izquierda mediante pactos de progreso la más significativa es la ciudad de Gandia, con casi 76.000 habitantes.

Estará dirigida por el socialista José Manuel Prieto, que llegó a mediados de legislatura para sustituir a la ministra Diana Morant, y estará al frente de un Gobierno de coalición con Més Gandia, coalición electoral formada por Compromís, Podem y EU.

Ese esquema de socialistas como los más votados apoyándose en otras formaciones a su izquierda le sirve al PSOE para mantener Sagunt, Aldaia, Alaqùas, Paiporta, Xàtiva, Alboraia o Quart de Poblet, entre otras localidades.

Gobernarán con mayoría absoluta en Mislata, Paterna, Burjassot, Rafelbunyol y Picanya, donde su alcalde, Josep Almenar, lleva 40 años al frente del consistorio.

Derrota en Bunyol

En el lado contrario, quizás la pérdida más dolorosa para la izquierda haya sido la del municipio de Bunyol, tras 32 años de gobiernos progresistas.

Por el contrario, en otros municipios como Alcira serán socios de Compromís, y en Llíria se repartirán el Gobierno local, quedándose los valencianistas la segunda parte de la legislatura.

Alacant repite

En la provincia de Alacant se repite esta fórmula de pactos en Alcoi, Elda y Dénia como municipios alicantinos más significativos, mientras gobernarán con mayoría absoluta en Villena, Guardamar del Segura y l'Alfàs del Pi.

Por el contrario, apoyarán el gobierno de Compromís en Altea por tercera legislatura consecutiva, habiendo perdido municipios significativos como Xàbia o Elche, gracias acuerdos del PP con Vox o fuerzas locales.

Precisamente en esta línea, la izquierda ha ganado al PP el municipio del Calpe, pactando con la formación de la alcaldesa Ana Sala, a quien los conservadores le arrebataron la candidatura en puertas de las elecciones, y que optó por ir con un proyecto local, Somos Calpe, que gobernará en coalición con el PSPV y Compromís.

En la provincia de Castelló la fórmula de los pactos ha servido para salvar Vila-real, Vinaròs y La Vall d'Uxó, pero ha impedido mantener la histórica localidad socialista de Morella, donde Ximo Puig fue alcalde durante 20 años. Aquí gobernará una formación independiente con el apoyo de los populares.

Desconcierto valencianista

La decisión de los socialistas de no ceder a Compromís un puesto de la Mesa de Les Corts y de adoptarla en puertas de la constitución de los ayuntamientos, según reconocía un veterano dirigente valencianista a Público, "no es nueva". Este dirigente recuerda que durante la anterior etapa de gobierno del PP ya sucedió.

Si bien, lo achacaba a los restos de "la antigua jerarquía socialista que aún queda en el PSPV", y que, en su opinión, contrasta con "la actitud de los nuevos alcaldes, que es mucho más colaboracionista".

Así refería al caso de Gandia, donde el alcalde, José Manuel Prieto, ha apostado por mantener el acuerdo de Gobierno de la pasada legislatura a pesar de no ser necesario para la gobernabilidad del municipio.

De hecho, como reconocía este veterano dirigente de Compromís -que en su localidad también estará en coalición de gobierno pese a no ser necesario-, "los nuevos alcaldes y dirigentes socialistas tienen un nuevo talante respecto a la suma con la izquierda frente a los dirigentes históricos, que cuando pueden tratan de imponer su poder".

La Diputación de València, próximo reto

Lo sucedido en Les Corts provocó que algunos dirigentes de Compromís se cuestionaran algunos pactos, pero finalmente optaron por ceder y recordarlo para el futuro.

Pero los pactos también permitirán a los socialistas mantener la Diputación de València si son capaces de repetir el acuerdo de Gobierno con Compromís, algo que a priori se mantendrá, y se consigue sumar a la formación local La Vall Ens Uneix, liderada por el alcalde de Ontinyent y ex presidente socialista de la corporación provincial, Jorge Rodríguez.

Precisamente fue absuelto hace varias semanas por el caso Alquería, y con el que ahora tienen que negociar los socialistas.

Dicho acuerdo, según fuentes del PSPV de la provincia de València consultadas por Público, no sólo debe ser un acuerdo de Gobierno, sino la búsqueda de fórmulas para la reconciliación de la izquierda en la comarca de la Vall d'Albaida.

De conseguirse esa reconciliación, el dominio socialista en la provincia de València sería casi completo. En este sentido, trabaja el actual alcalde de Mislata y candidato a la Diputación, Carlos Fernández Bielsa, que se convertiría en uno de los nuevos referentes del nuevo PSPV.