Este artículo se publicó hace 7 años.
Unai Sordo, nuevo líder de CCOO | Entrevista"Tenemos que acercarnos a los trabajadores que han renunciado a los sindicatos"
El nuevo secretario general de CCOO Unai Sordo reconoce la brecha creada entre los sindicatos tradicionales y los trabajadores que afrontan la nueva realidad del empleo, como la que impone la economía colaborativa
Madrid-
La renovación de la cúpula sindical está completa. La fórmula Sordo-Álvarez tendrá que resolver la crisis de representación que (también) aqueja a los sindicatos y que heredan del binomio Toxo-Méndez. Para el nuevo líder de CCOO, Unai Sordo, (Barakaldo, 1972) recuperar a esos trabajadores que han dejado de ver en ellos una solución, o que los consideran estructuras incapaces de afrontar las nuevas realidades del empleo, es un objetivo "prioritario".
Habla Sordo de los empleados que ni siquiera son considerados como tales por sus empresas, sino como trabajadores que desempeñan una actividad colaborativa. Pero también de la mujer, que pese a alcanzar por "por primera vez en la historia" la paridad en la directiva de un sindicato, sigue estando infrarrepresentada en bases y liderazgos territoriales. Para todo ello, reconoce el antiguo sindicalista maderero, "algunas pautas tendrán que cambiar".
Este domingo hicieron huelga los 'riders' de Deliveroo, los primeros en protestar por los métodos de la economía colaborativa, y lo hicieron sin los sindicatos tradicionales. ¿Por qué este nuevo tipo de trabajador ha renunciado a ellos para defender sus derechos?
"A veces esto de la economía colaborativa es una especie de digitalización de economía sumergida"
Esto ha ocurrido con otros sectores que también venían de relaciones laborales un tanto atípicas, y con el tiempo y la interacción con las organizaciones sindicales, estas nuevas realidades (estoy recordando como por ejemplo en su día los sectores de la ayuda a domicilio que empezaron a trabajar de forma muy desordenada y desorganizada) acabaron finalmente confluyendo en los sindicatos. Tienen quizá una primera inercia de autogestión cuando creo que estos colectivos lo que necesitan es organizarse y tener sistemas de representación y asesoramiento potente porque muchas veces no tienen ni siquiera una empresa o contraparte con la que negociar, y con la que tienen unas relaciones terriblemente individualizadas y absolutamente líquidas y precarizadas.
A veces esto de la economía colaborativa es una especie de digitalización de economía sumergida, lo que hace falta es una regulación y que no se pueda dar esta situación de precariedad que se está produciendo.
¿Entonces el abandono de los sindicatos está más relacionado con los nuevos sistemas de trabajo que con la propia estructura sindical?
Acercarnos a estos trabajadores es un reto que tenemos las organizaciones sindicales, es una de las reflexiones y pautas de actuación que tenemos que definir en los próximos meses de una forma inmediata. Vamos a hacer un grupo de trabajo para orientar cómo vamos a enfocar estas realidades, y desde luego creo que es bueno que estos compañeros y compañeras sepan que cuanto más sólidas sean las asociaciones que defienden sus intereses, mucho mejor. Un sindicato como Comisiones Obreras va a poder establecer relaciones de presión con empresas que muchas veces ni siquiera son españolas y que aquí apenas tienen algún tipo de referencia, como en el caso de Deliveroo que son ingleses. Son empresas que nosotros podemos tocar.
Es un reto para el sindicalismo, tenemos que interactuar con estas personas para ver cómo podemos mejorar estas condiciones de precariedad y de los ingresos que perciben pero no niego que es una situación difícil porque son relaciones laborales encubiertas atípicas, complejas de abordar desde parámetros sindicales clásicos.
En muchas de esas empresas ni siquiera les permiten sindicarse porque les consideran autónomos y no trabajadores.
Claro, porque no hay una relación laboral de dependencia al uso, sino una relación por cuenta ajena. Es una especie de digitalización de economía sumergida y una mercantilización de una relación laboral bastante evidente, y alguna sentencia hay ya en el Reino Unido en ese terreno. No es creíble que estas personas se estén conectando a una aplicación como autónomos cuando realmente es la empresa la que ordena que las condiciones, las tarifas, están incumpliendo aquello que les dicen verbalmente que les iban a pagar…
"No es creíble los trabajadores se conecten a la aplicación como autónomos cuando la empresa fija todas las condiciones"
Una cosa es aprovechar las nuevas tecnologías para el mejor aprovechamiento de los recursos y otra cosa es esta informalización absoluta de la relación mercantil que sustituye a una relación con claros tintes laborales. En cuestiones de organización más allá de que haya una relación de dependencia por cuenta ajena o cuenta autónoma, hay que buscar espacios de organización porque también desde situaciones legales de trabajadores autónomos se pueden buscar espacios de organización.
¿Estos trabajadores deben ser considerados autónomos?
En estos momentos lo son, para nosotros en muchos casos se esconden relaciones laborales encubiertas, porque están a disposición de una empresa. De todas formas la figura del autónomo dependiente no es nueva. En sectores como el transporte lleva mucho tiempo, trabajadores que formalmente son autónomos y que lo que ocurre es se externalizaron de las empresas. Dejaron de depender de un contrato y una nómina aunque seguían dependiendo de esa empresa, que era la que les proveía de pedidos y les acababa definiendo los horarios y los ritmos.
"En muchos casos se esconden relaciones laborales encubiertas, porque los trabajadores están a disposición de una empresa"
Tanto con una relación de autónomo como con un contrato laboral es posible la organización del trabajador. No es lo mismo negociar un convenio colectivo que negociar en representación de trabajadores autónomos, pero creo que actuar de forma organizada ante las condiciones que marca una empresa, sea directamente a través de una relación laboral o de una relación no estrictamente laboral pero en la que es la empresa quien determina los costes, los tiempos y los precios, requiere una organización de las personas trabajadoras. El sindicato ahí tiene que buscar una utilidad, un servicio y una pauta de organización de esta gente.
La nueva Ejecutiva de CCOO es paritaria, pero solo tres líderes territoriales son mujeres. ¿Sigue siendo el sindicalismo un territorio de hombres?
Cada vez menos. Creo que hemos dado un salto importante y que la Ejecutiva actual tenía la obligación de tratar de dar un salto cualitativo y cuantitativo importante. El cuantitativo se ha dado en el sentido de que no es que la ejecutiva sea paritaria, es que hay una mujer más, porque realmente el secretario general se elige a parte. Por tanto es la primera vez en la historia que en un sindicato mayoritario hay más mujeres que hombres en una comisión ejecutiva.
"Se trata de que la incorporación de la mujer a los puestos clave dé una nueva visión de las relaciones de poder"
Luego también había que dar un salto cualitativo. No solo es que haya mujeres en la Ejecutiva, sino que van a desempeñar responsabilidades muy importantes en materias como la acción sindical o las finanzas, puestos que siempre habían estado ocupados por hombres.
Ahora toca que esto ocurra en el conjunto de las organizaciones. En algunas se ha dado, me consta que en buena parte de las organizaciones territoriales hay mujeres en puestos de máxima responsabilidad como las secretarías de organización. Una vez puestos estos cimientos, el paso a que las mujeres ocupen de forma más normalizada las secretarías generales es ya solo cuestión de tiempo.
Me interesa también resaltar que no se trata solo de una cuestión de cupos o de números, se trata de que la incorporación de las mujeres a los puestos clave de los sindicatos dé una nueva visión de las cosas, otorgue una nueva conceptualización de las relaciones de poder y cómo se organiza una estructura tan compleja como un sindicato.
¿Cómo involucrar más a la mujer desde la base?
Yo creo que tiene que ver con analizar en qué posición (no de forma generalizada pero sí muy sustancial) están las mujeres en el mundo del trabajo. Las mujeres siguen teniendo unas brechas de desigualdad importantes, y por tanto en la medida en que el sindicato sea capaz de enfrentar esas situaciones, entenderán su utilidad y por tanto se vincularán organizativamente.
"Si aspiramos a incorporar a gente que aspire a conciliar su vida personal y laboral tendremos que cambiar pautas como las viejas asambleas a las 7 de la tarde"
Luego además el sindicato seguramente tiene que cambiar algunas pautas organizativas para facilitar la incorporación de las mujeres. Por poner un ejemplo concreto, las viejas asambleas a partir de las siete de la tarde y de cuatro horas de duración. Si queremos aspirar a incorporar a gente al sindicato (gente que a aspire a conciliar su vida personal y laboral, porque sigue habiendo un sesgo en cómo se articula la relación de la vida profesional y la vida privada entre hombres y mujeres), si nosotros no cambiamos esas pautas de cómo organizamos, de cómo reunimos a la gente, será difícil que las mujeres se incorporen. Hay que buscar nuevas pautas de organización que faciliten eso, por ejemplo la conciliación de la vida personal y laboral/sindical.
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