Este artículo se publicó hace 6 años.
Moción de censuraLa última comida del presidente Rajoy: ocho horas de sobremesa en un restaurante mientras se debatía en el Congreso
Numerosas críticas al jefe del Ejecutivo, a quien el resto de las fuerzas políticas le acusan de despreciar al Parlamento por preferir refugiarse en un restaurante antes que seguir el debate en la Cámara.
Madrid--Actualizado a
Cuando a las 15.00 horas de la tarde de este jueves, en el momento en el que se reanudaba el debate de la moción de censura, el escaño del presidente del Gobierno estaba vacío y su lugar ocupado por un bolso —el de la vicepresidenta—, los rumores y las especulaciones se dispararon en el Congreso: ¿Dónde está Mariano Rajoy?, se preguntaban políticos y diputados. "Ha ido al palacio de la Zarzuela a presentar su dimisión", decían unos; "No, está en Moncloa y allí anunciará que dimite", decía otros; "No va a dimitir, simplemente quiere ahorrase el bochorno", decían fuentes del PP.
Pero en realidad nadie sabía dónde estaba Rajoy, ni tan siquiera la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Sin embargo, avanzada la tarde y después de que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, confirmara de manera oficial que Rajoy no iba a dimitir, fuentes del Ejecutivo y del PP informaban del paradero del presidente: pasadas las 14.00 horas, Rajoy se había ido a comer con varios ministros a un exquisito restaurante cercano al Congreso.
La sobremesa se alargó nada menos que ocho horas: le dio tiempo a merendar y también a cenar, pero se conformó con tomar algo con sus acompañantes —una fuente ha señalado a Público que cayeron cuatro botellas de güisqui—. A lo largo de la tarde fueron pasando otros miembros de su Gabinete por ese restaurante, ubicado en la madrileña calle de Alcalá. Hacia las 21.30 horas se unió al cónclave la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, quien se desplazó hasta allí desde el Congreso.
Rajoy abandonó el restaurante a las 22:05 horas de la noche. Durante ese tiempo estuvo acompañado por su núcleo duro siguiendo el debate en el Congreso por televisión. Rajoy pudo ver así a través del plasma cómo poco antes de las 17.00 horas el PNV hacía oficial su apoyo a la moción de censura, lo que implicaba que a él apenas le quedaban unas pocas horas como presidente del Gobierno.
Poco pareció importarle el anuncio del PNV, pues aún estuvo en el restaurante cinco horas más. Tampoco pareció importarle el debate en el Congreso, por lo que recibió numerosas críticas del resto de fuerzas políticas por su acreditado desprecio al Parlamento.
Al salir, el presidente del Gobierno no hizo declaraciones a su salida del restaurante.
Este viernes, si tal y como se prevé prospera la moción de censura, el líder socialista, Pedro Sánchez, será investido presidente en una sesión a la que el Gobierno asegura que asistirá Rajoy para votar.
Rajoy había asistido en la Cámara Baja a la sesión matinal del debate de la moción de censura presentada por los socialistas.
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